Italia confía en aprobar una ley que facilita la ciudadanía a los inmigrantes
El primer ministro Paolo Gentiloni espera aprobar durante el otoño europeo, antes de fin de año, la nueva norma en medio de duros debates
18/07/2017 EL MUNDOEl primer ministro Paolo Gentiloni espera aprobar durante el otoño europeo, antes de fin de año, la nueva norma en medio de duros debates
El primer ministro italiano Paolo Gentiloni confía aprobar «durante el otoño» europeo, antes de fin de año, la nueva ley de ciudadanía, en medio de duros debates entre el oficialista Partido Democrático y el resto de las fuerzas por la iniciativa que busca ampliar el criterio de «ius soli» (ley del suelo natal) para los hijos de extranjeros nacidos en suelo italiano.
«Se trata de una ley justa. Mi esfuerzo personal y del gobierno será para aprobarla en otoño», aseguró Gentiloni en una nota oficial del Consejo de Ministros en la que reconoce que «no están las condiciones para aprobarla antes de la pausa de verano». A la espera de su tratamiento en el Senado, la norma prevé ampliar el criterio de «ius soli» para poder conceder nacionalidad a todos los hijos de extranjeros que nazcan en Italia y además introduce el «ius culturae» (ley de la cultura), que confiere los derechos a los inmigrantes nacidos fuera del país, llegados a Italia antes de los 12 años, que hayan completado cinco años de escuela en Italia.
La primera versión del texto, que provocó duros enfrentamientos en el Senado, ya fue aprobada en la Cámara de diputados en 2015, con los votos favorables del PD y la firme oposición de Forza Italia de Berlusconi, Liga Norte, Hermanos de Italia, y la abstención de del Movimiento 5 Estrellas (M5E). La posibilidad de la sanción definitiva generó incluso algunas fisuras dentro de la coalición de gobierno, con los sectores del Nuevo Centroderecha que responden al canciller Angelino Alfano, como abanderados de la postura de tratar la norma «con una discusión más serena sin mezclar el debate con la emergencia». El gobierno, como ha hecho en otras iniciativas, podría haber jugado la carta de la «fiducia» (confianza), un procedimiento por el que ata su permanencia a la aprobación legislativa de un proyecto determinado.
Sin embargo, como sugiere en su edición online el diario Il Messaggero, «por las diferencias internas no estaba asegurada la mayoría para la aprobación y podía conducir al gobierno a su fin».Es que el tratamiento se da en medio de una oleada migratoria por la que el 90 por ciento de los migrantes llegados por mar a Europa durante 2017 desembarcó en puertos italianos, según la oficina de Naciones Unidas para Refugiados, Acnur. En ese contexto, para este año se espera la llegada de unos 200 mil inmigrantes a Italia, aunque si la ley se aprueba como llegó al Senado unos 600 mil, hijos de inmigrantes nacidos en Italia desde el 1998 hasta la actualidad, quedarían habilitados para pedir la ciudadanía.
Casi 200 mil más quedarían en condiciones de hacerlo a través del «ius culturae», plantean desde la oposición. Esos números generaron un fuerte rechazo desde la berlusconiana Fuerza Italia, en la que el miembro de la dirección partidaria Alessandro Cattaneo graficó que «el error de tratar la ley en días de desembarcos récord en el Mediterráneo». En la vereda de enfrente, la fundación Migrantes, que depende de la Conferencia Episcopal Italiana, rechazó la postergación de la ley: «Es una victoria de los prepotentes», aseguró su director Giancarlo Perego, citado por Repubblica.