En España las cooperativas crecen pese al contexto de crisis económica
Tras el derrumbe de los bancos y la actividad económica española a partir del 2008, que llevó a un desempleo total del 27 por ciento y 57 por ciento de la juventud para el 2014, la economía social demostró ser la salida para sostener la empleabilidad y el consumo.
Tras el derrumbe de los bancos y la actividad económica española a partir del 2008, que llevó a un desempleo total del 27 por ciento y 57 por ciento de la juventud para el 2014, sin grandes variaciones en la actualidad, la economía social demostró ser la salida para sostener la empleabilidad y el consumo.
En ese sentido, el número de empresas sociales ha crecido un 75 por ciento, a un ritmo del 11 por ciento anual, y con una fuerte apuesta por la estabilidad laboral en tiempos de flexibilización de los contratos a nivel continental: el 80 por ciento de los acuerdos laborales son por tiempo indefinido.
Empresas recuperadas
Otro punto de gran interés ha sido la expansión de las empresas recuperadas, en un fenómeno similar a la Argentina tras el 2001, que si bien no cuenta con la extensión ni organización de este país, está comenzando a presentarse como opción frente a los cierres y masivos despidos, y los casos de Ibersolar y Cuin Factory han demostrado la viabilidad de continuar operando bajo autogestivamente.
Entre los puntos que explican el crecimiento del cooperativismo en un contexto de recesión se puede contar a partir del interés de los propios asociados en sostener la fuente de trabajo y modificar los costos, distribución de ganancias y salarios según las necesidades pero sin poner nunca en riesgo las propias fuentes laborales, el surgimiento de redes intercooperativas donde las empresas sociales trazan acuerdos y puntos en común para su sostenimiento, y la menor dependencia del sistema bancario, que si bien las condiciona para el acceso al crédito, es a la vez una fortaleza para conseguir la estabilidad.
Así, el cooperativismo ibérico está en plena expansión, siendo la comunidad autónoma de Andalucía el territorio con mayor cantidad de empresas sociales y asociados, mientras que en Galicia, han logrado que uno de cada doce personas esté asociada a una empresa social.
