Una fuente laboral menos:hoy se firman los últimos retiros de los talleres de Pérez
Vence la conciliación obligatoria y Rioro mantuvo su decisión de cerrar la planta. Los 71 obreros ya comenzaron a firmar la desvinculación
04/08/2017 MUNICIPIOSVence la conciliación obligatoria y Rioro mantuvo su decisión de cerrar la planta. Los 71 obreros ya comenzaron a firmar la desvinculación
Los últimos empleados de los talleres ferroviarios de Pérez firmarán hoy los convenios de retiro voluntario que les ofreció la empresa Rioro. Y la planta de reparación de vagones levantada hace un siglo en la ciudad vecina cerrará definitivamente. La conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo termina con el peor final, pese a las gestiones que realizaron el gremio metalúrgico y los gobiernos provincial y municipal. La presión de la compañía y el desgaste de los últimos 71 trabajadores que resistieron el cierre cancelaron cualquier expectativa de reactivación. Incluso, se desactivó la movilización programada en defensa de los puestos de trabajo. Sí habrá esta tarde una autoconvocatoria vecinal frente al portón de la planta, para expresar la bronca.
«La posición del gremio es la de luchar para mantener los puestos de trabajo, pero entendemos a los compañeros que decidieron aceptar los retiros voluntarios luego de una estrategia de desgaste y una postura muy intransigente por parte de las autoridades de Rioro», señaló Pablo Cerra, asesor legal de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Rosario. Y sentenció: «Es un final muy triste y muy reprochable la actitud de la empresa».
La empresa Rioro, que forma parte del grupo Emepa, comunicó el 22 de junio su decisión de cerrar los talleres de reparación de material ferroviario en Pérez por falta de trabajo. Los 71 operarios que quedaban trabajando en la planta se enteraron a través de un cartel colgado en el portón de entrada, cerrado con candado. Un año antes la firma ya había desvinculado a 80 trabajadores.
El Ministerio de Trabajo provincial dictó la conciliación obligatoria, que luego prorrogó hasta el día de hoy, para ganar tiempo. El ministro de Producción, Luis Contigiani, presentó a Emepa un plan para construir un parque industrial en los terrenos del establecimiento, como alternativa para defender los puestos de trabajo y la unidad productiva. La UOM acercó un interesado, Ferronaval, en comprar o alquilar las instalaciones con el fin de explotarlas en el marco del desarrollo de los trenes interurbanos que fogonea la provincia. En el Concejo de Pérez y en la Legislatura provincial se presentaron proyectos para declarar de utilidad pública esas instalaciones y pedir la expropiación.
La empresa no se conmovió. Por la conciliación obligatoria, retomaron a los empleados pero los confinaron a un galpón sin asignarles tareas. Las últimas audiencias en la cartera laboral fueron escenarios de cruces muy ásperos entre el gremio, las autoridades públicas y la patronal. La resistencia en la fábrica comenzó a quebrarse. La semana pasada 6 trabajadores se acogieron a los retiros voluntarios, y desde el miércoles esa alternativa se aceptó masivamente: 17 empleados firmaron el miércoles, 25 ayer, y el resto lo hará hoy. Producto de las negociaciones, se llevarán el 130 por ciento de la indemnización que le correspondería, más el sueldo bruto de agosto.
Los espera en la calle un mercado laboral devastado. Desde febrero de 2016 la UOM Rosario registró oficialmente el cierre de 72 pymes metalúrgicas en la región. «Son las que nos notifican, la mayoría no lo hace, con lo cual se estima que la situación es mucho peor», dijo Cerra, quien negó que existan brotes verdes que puedan reemplazar esta demanda laboral que se perdió. Incluso le contestó al secretario de Industria de la Nación, Martín Etchegoyen, quien durante la mañana de ayer había declarado que «en una economía mundial hay empresas que abren y otras con complicaciones».
«Debería venir acá para ver que la situación es muy distinta a la que él dice», desafió el asesor de la UOM.
El último informe de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) reveló la pérdida de 34 mil asalariados en el sector durante junio respecto del mismo mes del año anterior.
Los rebotes de actividad que difunde el Indec, desde el piso bajísimo al que la economía llegó el año pasado, no significan mucho en la experiencia de los trabajadores industriales. Tampoco de las comunidades que los albergan.
Como ocurre en Acebal con los zapatos, Pérez se suma al listado de poblaciones conmocionadas económica y socialmente por los cambios del último año. En este caso, con el adiós a un establecimiento que había sido inaugurado en 1917, que floreció con el ferrocarril, que empezó a caer en los 90 y que, tras una breve reactivación en 2014, entró el año pasado en la liquidación final.