En Rosario las empresas que contratan discapacitados treparon de 4 a 64 en 10 años

En medio del auge, el municipio hasta creó un área específica que hace de nexo entre las firmas y los postulantes con esta condición

En medio del auge, el municipio hasta creó un área específica que hace de nexo entre las firmas y los postulantes con esta condición

En tiempos en los que el mercado laboral es cada vez más duro, tener algún tipo de discapacidad suele verse como un impedimento. Pero los tiempos van cambiando, y hay gente trabajando para que eso suceda. Hace 10 años, en Rosario sólo cuatro empresas tomaban empleados con esa condición. Hoy son 64 las firmas que integran esa lista que potencia la inclusión.El dato fue aportado por la Dirección General de Empleo municipal, que tiene desde 2013 un área específica que intermedia entre las empresas y los postulantes que tengan el Certificado Unico de Discapacidad (CUD). El municipio opera canalizando dos programas nacionales que significan un incentivo y un beneficio para el privado: el de Entrenamiento Laboral (EPT), que dura 3 o 6 meses, no implica relación de dependencia y consta de media jornada de lunes a viernes por 3.600 pesos mensuales; y el de Inserción Laboral (PIL) que es anual a jornada completa y tiene un aporte de Nación de 4.850 pesos al sueldo, que luego completa la empresa hasta llegar al que corresponda por la actividad como cualquier otro trabajador.

Desde 2014 a esta parte, fueron 233 las personas con discapacidad que tuvieron una oportunidad laboral en 53 empresas a través de estos programas, de un total de 1460 postulantes que cargaron su currículum. Se desempeñan en compañías de los rubros metalúrgica, cerealera, textil, agencia de lotería, servicios de salud, telefonía, fábrica de alimentos, distribuidoras, restaurantes, geriátricos, tarjetas de crédito, ferretería, carnicería, mueblería, servicios de limpieza, hotel, comercios en general y venta de alimentos, entre otros.

Los trabajadores ocupan puestos administrativos, como operarios de depósito, operarios de costura, telemarketer, operarios metalúrgicos, recepcionistas, cadetes, ayudantes de carpintería, ayudantes de carnicero, operarios de manufactura, operarios de limpieza, soldadores y atención al público. El 85 por ciento de los que ingresaron por este medio sigue trabajando al día de hoy, indicaron desde la repartición.

«Por otra parte,el Estado brinda a los discapacitados apoyo técnico y económico para que inicien emprendimientos, y les brinda cursos de capacitación en oficios adaptados, por ejemplo ahora se está desarrollando uno textil con intérprete de señas», especificó el director de Empleo municipal, Marcial Sorazábal. «Aproximadamente 70 personas se sumaron al programa de empleo independiente para gestionar subsidios y armar su propio micronegocio, por ejemplo gastronómico, de diseño, manualidades o productos artesanales», repasó el funcionario.

Los cursos duran 9 meses e incluyen una formación básica en marketing y estudio de mercado, con una beca de 1000 pesos mensuales. Los créditos son de 50 mil pesos para que puedan iniciar el proyecto, con posibilidad de un refuerzo de otros 17 mil luego de un año.

Complejidades

A su vez, desde la Gerencia de Empleo de Nación refirieron que también suscriben acuerdos de inserción laboral directamente con algunas firmas. Los datos de los últimos 3 años indican otras 11 empresas que tomaron personal con discapacidad bajo los programas EPT y PIL.

El director de la Región Centro,Fernando Oldani, explicó que en esa tarea se topan con dificultades respecto de la sensibilización laboral en las empresas, que asocian erróneamente discapacidad con ausentismo y licencias.

Pero además, indicó que a esto se le suma otra situación más compleja: «Al que tiene una pensión por discapacidad, cuando consigue trabajo se le suspende por incompatibilidad», explicó. Y ejemplificó por qué eso genera un problema: «En el último convenio que realizamos, de 20 personas que fueron a la entrevista, sólo 3 decidieron quedarse trabajando.

El puesto era de medio tiempo, con 8 mil pesos de salario, y la pensión es de 5 mil. Los otros 17 consideraron que no valía la pena por tan poca diferencia. Hay que cambiarle la cabeza a las empresas, pero también a la gente».

A todo esto se le suma el riesgo de que, de quedarse sin trabajo, restituir la pensión insume varios meses de espera.

Según el último Censo de 2010, en la provincia de Santa Fe el porcentaje de personas con algún tipo de discapacidad es del 12,8 por ciento, índice cercano a la media nacional de 12,9 por ciento.

Las ONG vinculadas a la temática estiman por algunos muestreos a nivel país que el 77 por ciento no trabaja, aunque en Rosario no haya estadísticas propias.

Los datos oficiales indican que en la ciudad viven 49.000 personas que acreditan discapacidad.

El número es difícil de construir, porque el Estado sólo tiene la cifra de los que tramitan el Certificado Unico de Discapacidad (CUD), que no es obligatorio.

«Es un tema complejo, no todos tramitan el CUD, por lo que alguien puede tener la discapacidad pero no acreditar el carnet y no declararla», explicó a La Capital el director de Rehabilitación de la Subsecretaría de Inclusión provincial, Horacio Bucci.

Fuetne: La Capital Rosario