El Concejo dio otro paso para regular las ferias populares dentro de Rosario

Avaló un proyecto presentado por el PJ para agrupar al conjunto de feriantes barriales, comerciantes minoristas y productores

Avaló un proyecto presentado por el PJ para agrupar al conjunto de feriantes barriales, comerciantes minoristas y productores

El Concejo dio el primer paso para regular las ferias populares de Rosario. La comisión de Presupuesto avaló un proyecto presentado por el partido justicialista que crea la figura de la «Feria Popular» para agrupar al conjunto de feriantes barriales, comerciantes minoristas y productores que se desempeñan dentro de un mismo predio y venden mercadería diversa.La iniciativa apunta a establecer criterios básicos de funcionamiento de unas 20 ferias de las que dependen unas 5.000 familias en torno a horarios, lugares, productos a vender, limpieza y seguridad. Esta semana el tema será debatido en Presupuesto y podría ser aprobado en el recinto antes que termine el año.

En diálogo con LaCapital, el impulsor de la norma, el concejal Eduardo Toniolli aclaró que la propuesta «busca darle un encuadre legal a un fenómeno que existe, que se ha extendido notablemente en los últimos meses por la crisis económica y del mercado laboral y el Estado no puede mirar para otro lado».

Al respecto el referente del kirchnerismo estimó que hay en la actualidad «unas 5.000 familias que reciben sustento de la actividad de las ferias, que ya son entre 15 y 20 en toda la ciudad».

Toniolli fue un poco más allá y recordó que «muchas de esas ferias nacieron con la crisis del año 2001, fueron espacios de trueque, se consolidaron en sus barrios y muchas han crecido en el último tiempo».

El edil del PJ reconoció que «hay sectores que son partidarios de no regularizar a estos actores sociales que se dedican a esta actividad para tener un ingreso digno para sus familias, pero eso es inviable desde lo operativo y desde lo político».

No al formato Salada

Para Toniolli «no se trata de una competencia desleal contra locales formales y no se puede asociar a las ferias que hay en la ciudad con el fenómeno de La Salada».

En ese sentido marcó fuertes diferencias. «La Salada es un espacio cerrado, centralizado a través de un único dueño, con mercadería a veces sofisticada y con ganancias importantes», enumeró.

«En el caso de las ferias populares de Rosario —continuó— se tratan de espacios atomizados, en espacios públicos abiertos, sin un patrón o dueño y con mercadería que se vende con espíritu de supervivencia».

El texto que avanzó la semana pasada en la comisión de Producción «busca regularizar el funcionamiento de las ferias populares, a través de un marco regulatorio y la firma de convenios entre el Ejecutivo y cada feria en particular».

Según Toniolli, uno de los objetivos es poder precisar «qué tipo de rubros se pueden establecer en las ferias populares, fijar esquemas de trazabilidad de la mercadería, horarios, días, criterio para la limpieza, estacionamiento, lugares y marcos de seguridad».

En paralelo se contempla que los feriantes de manera individual abonen al municipio un canon por la utilización del espacio público con valores similares a los que pagan en la actualidad quienes se dedican a la venta ambulante.

En la reglamentación, el Ejecutivo deberá avanzar con estas precisiones y además confeccionar un Registro de Feriantes y Ferias Populares para hacer un seguimiento periódico de las actividades.

A criterio de Toniolli, «las ferias existen, a veces de manera conflictiva con los vecinos y el entorno y el Estado no puede hacerse el distraído. Tampoco se los puede desacreditar por algunos casos puntuales de venta ilegal como se ha denunciado de autopartes o animales, ya que son una clara minoría».

El proyecto será debatido la semana entrante en la Comisión de Presupuesto, donde el Frente Progresista tiene mayoría y su posición política será clave para que la iniciativa llegue luego al recinto.

Fuente: La Capital