En Texas potabilizarán agua de inodoros por la extrema sequía
23/05/2014 EL MUNDOLa sequía por falta de lluvias que azota al sudoeste de EE UU, principalmente a California, y en menor medida a regiones como Texas, Oklahoma, Nebraska, Colorado y Nuevo México, está generando estragos y consecuencias inesperadas en el país.
En lo económico, investigaciones hechas por la Universidad de California concluyeron que la sequía que afecta a ese poderoso estado del oeste podría provocar este año pérdidas por 1.700 millones de dólares y la eliminación de 14.500 puestos de trabajo en el Valle Central, la región más rica del mundo en producción de alimentos.
En tanto, la sequía que sufre Texas, considerada una de las más severas de los últimos cinco siglos, está a punto de dejar sin agua corriente a algunas localidades del segundo estado más extenso del país si la situación no mejora. Esta sequía, que se inició hace cuatro años, obligó a cientos de municipios texanos a aplicar restricciones en el agua corriente justamente para evitar futuros cortes de servicio.
Medida Inédita
De hecho, en la ciudad texana de Wichita Falls, la escasez de agua llevó a las autoridades a adoptar medidas desesperadas y sin precedentes en el país, como tratar el agua de los inodoros y duchas para que se mezcle con las reservas de agua potable y llegue de manera directa a los vasos de los consumidores. La sequía tiene en jaque al Estado y las alternativas empezaron, igual que el agua, a agotarse. Los habitantes de Wichita Falls están molestos con la decisión, pero no es mucho lo que pueden hacer. Días atrás, la ciudad declaró la etapa 5 de restricciones para el agua, lo que implica que sus lagos están a un 25% de su capacidad. La polémica medida tiene algunos antecedentes: San Antonio y Dallas, por caso, procesan el agua de inodoros y la usan para regar campos de golf, parques y universidades. Pero hasta ahora, nadie había propuesto beberla.
El agua residual será tratada y luego llegará al río Big Wichita para pasar por un proceso natural de limpieza, que lleva varias semanas, y después desembocar en el lago Texoma. Si el plan avanza, el agua tratada proveniente de inodoros, duchas y lavatorios se mezclará por mitades con el agua que viene de los lagos Arrowhead y Kickapoo, a través de un gasoducto de 21 km que conectará dos plantas procesadoras de agua.
Wichita Falls será la primera ciudad en EE UU en realizar una apuesta tan arriesgada. Su alcalde Glenn Barham sostiene que es la mejor alternativa ante la sequía e insiste en que “tomará el primer vaso”. Pero, antes de hacerlo, la Comisión de Calidad Medioambiental de Texas deberá aprobar la calidad del agua y certificar que es segura para la población, tras la realización de diferentes exámenes que ya empezaron.
Desde hace cuatro años, Texas soporta el fenómeno de la falta de agua en forma continuada: el 91% del territorio registra hoy una falta de agua considerada anormal, según los últimos datos del Centro Nacional de Mitigación de la Sequía, pero en el 56% del estado la sequía ya es severa y en el 40% extrema. Desde ahora, los lavaderos de autos sólo podrán funcionar cinco días por semana y podrían llegar a cerrar temporariamente. Para los hogares que sobrepasen los 38.000 litros de agua, el precio subirá de acuerdo al uso, entre otras medidas. Como consecuencia del cambio climático, la mayoría de las predicciones apuntan a un Texas cada vez más seco y caluroso.
En tanto, en California se calcula que los campos recibirán un 32,5% menos de agua por la falta de lluvias en lo que va de 2014. Asimismo, un 6% de las tierras de cultivo no podrán ser explotadas.