La vuelta de los chalecos amarillos
Según los organizadores, más de 200 mil personas participaron. Hubo 109 detenidos y 12 heridos en choques con la policía.
18/03/2019 EL MUNDOSegún los organizadores, más de 200 mil personas participaron. Hubo 109 detenidos y 12 heridos en choques con la policía.
Después de semanas de declive, el movimiento de los “chalecos amarillos” cobró un nuevo impulso ayer, aunque con violencia, mediante gran manifestación en París salpicada de enfrentamientos con la policía, saqueo de tiendas e incendio de barricadas en la famosa avenida de los Campos Elíseos, que se saldaron con 109 detenidos y 12 heridos leves.
En total 32.300 personas manifestaron en Francia, según cifras del ministerio de Interior. Según los “chalecos amarillos” fueron 230.766 los manifestantes. Las protestas se produjeron mientras el presidente Emmanuel Macron pasaba el fin de semana esquiando en los Pirineos, en el suroeste francés, con su esposa Brigitte.
“Voy a pasar dos o tres días aquí para reponer fuerzas y reencontrarme con el paisaje y caras amigas”, había dicho Macron al diario regional La Depeche du Midi. Pero a causa de los incidentes, Macron suspendió su fin de semana para regresar a París donde tenía previsto asistir por la noche a un reunión de crisis en el ministerio de Interior, anunció la presidencia francesa.
Los primeros brotes de violencia se registraron poco antes del mediodía en la famosa arteria parisina, donde se habían congregado unos 10.000 manifestantes. Mientras algunos grupos coreaban lemas anticapitalistas o antipoliciales, otros erigieron barricadas y saquearon tiendas de grandes marcas como Hugo Boss y Lacoste al grito de “¡revolución!”.
El conocido restaurante Fouquet’s, frecuentado por políticos y famosos, fue objeto de una gran destrucción, con cristales rotos, mesas derribadas, pintadas en la fachada y el toldo de la entrada incendiado. También se declaró un incendio en un banco, situado en la planta baja de un edificio de apartamentos, que se vio envuelto por las llamas. Los bomberos evacuaron a los residentes y extinguieron el fuego. Doce personas resultaron heridas leves, entre ellas dos policías, según los bomberos. Entre los manifestantes, un hombre resultó herido en los Campos Elíseos, probablemente por una bala de goma que le impactó en el ojo.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, denunció en Twitter que los autores de estos actos “no son ni manifestantes, ni alborotadores, son asesinos”. Castaner describió actos de “profesionales del destrozo y del desorden” y pidió a la policía responder con “la mayor firmeza a estos ataques inadmisibles”. El primer ministro, Edouard Philippe, se dirigió por la tarde a la avenida parisina para constatar los daños y agradecer a la policía por su labor. Unas 237 personas fueron detenidas, según un registro comunicado por las autoridades. La fiscalía de París comunicó que 106 personas fueron acusadas de delitos o infracciones. Cifras comunicadas por el ministro del Interior dan cuenta de unos 7.000 a 8.000 manifestantes el sábado en la capital francesa, entre ellos 1.500 “ultraviolentos”.
Hacía semanas que no se veían en París escenas de saqueos y enfrentamientos de este tipo, que recuerdan a las que se registraron en los mismos Campos Elíseos a finales de noviembre y principios de diciembre, y cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo. A poca distancia de los escaparates destrozados, junto al Arco de Triunfo, otros manifestantes, muchos de ellos vestidos de negro y con capucha o casco en la cabeza, lanzaron adoquines a las fuerzas del orden, que respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua. Según imágenes difundidas por las televisiones, otro grupo trató de atacar un camión de la gendarmería.
Presentada como un “ultimátum” al presidente Macron, esta jornada 18 de movilización contra la política fiscal y social del gobierno francés, se produce tras una serie de debates en Francia con los que el gobierno esperaba canalizar la ira de los manifestantes y hacer emerger propuestas concretas. “¡Nos desmovilizamos un poco la semana pasada pero no estamos muertos, Macron! ¡Vamos por ti!”, dijo Murielle, una “chaleco amarillo” que participaba en una marcha que salió del noroeste de París. En otras ciudades de Francia también hubo manifestaciones, como Lyon (centro este), Montpellier (sur) o Burdeos (suroeste).