Verónica Javi: una investigadora salteña que irradia energía

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Es doctora en energías renovables y está a cargo del proyecto para llevar energía fotovoltáica a zonas urbanas.

Hace 15 días aproximadamente, la Escuela de la Magistratura de Salta se convirtió en el primer edificio público en generar su propia energía a través de paneles solares conectados a la red eléctrica. El proyecto estuvo a cargo de Verónica Javi doctora en energía renovable, investigadora y docente, y su equipo conformado por Víctor Serrano y María Teresa Montero, científicos, doctorados en la misma especialidad. Sin embargo, este no es el primer paso que dan en el uso de este tipo de energías. El equipo comandado por Verónica Javi hace tiempo que trabaja sobre este tema en la Universidad Nacional de Salta (UNSa): “Nosotros en realidad empezamos en 2009 con un proyecto muy chiquitito conectando paneles fotovoltáicos que generan energía a la red de manera confiable. En ese momento nos costó conseguir los inversores, (especie de transformadores), que en realidad es el elemento más importante que se necesita porque es lo que hace compatible la energía generada por los paneles con la de red”.

Este proyecto sigue funcionando con una pequeña central sobre el ala sur en el edificio del departamento de Física y los días de sol hay muy buena producción de energía. “De lo que se trata es de generar este tipo de energía en zonas urbanizadas, porque aquí se usan en la Puna, en zonas donde no hay electricidad”, dijo Javi.

Nuevas tecnologías

Desde 2012, la idea a nivel nacional es la de introducir tecnología fotovoltáica urbana en el país. Se trata de que, la aplicación de este tipo de energía salga del ámbito experimental, y se aplique en edificios públicos, como una forma de demostrar que esta tecnología ya está madura.

Ya en el 2012 habían comenzado a tener reuniones con representantes del proyecto Iresud (Interconexión a redes urbanas), con el departamento de Energía Solar de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Fornasec (Fondo Argentino Sectorial).

Luego se firmó un convenio: “Nosotros ya veníamos trabajando con la doctora Judith Franco (CNEA) en la Ciudad Judicial en un proyecto de ahorro de energía, por lo que ya teníamos vínculo con ellos. En 2012 le presentamos este nuevo proyecto y pudimos firmar un acta acuerdo entre la Magistratura, el Pode Judicial, la Universidad de San Martín y la UNSa en el marco del proyecto Iresud y comenzamos a trabajar hasta que finalmente pudimos instalar el sistema de 3Kw.

Redes urbanas

Iresud es un proyecto que ha tomado carácter nacional, hay 36 nodos interesados de los cuales ya están conectados nueve, todo esto con importante participación de las universidades nacionales.

“Nosotros somos el sexto nodo conectado a lo largo y lo ancho de todo el país, lo que habla muy bien del proyecto y sobre todo de la gente de mantenimiento de la Escuela de la Magistratura porque ellos fueron los encargados de realizar la obra civil y toda la instalación eléctrica que estuvo muy bien hecha. Esto es importante de destacar porque teniendo un grupo de gente que maneje la cuestión eléctrica se puede instalar el sistema”, dijo Verónica.

En estos momentos, el equipo compuesto por Javi, Montero y Serrano está preparando cursos de capacitación para difundir este tipo de energía, sus posibilidades de uso, instalación y realizando mediciones, entre otros. “El proyecto Iresud sigue viento en popa, tenemos reuniones periódicas, ahora por ejemplo estamos en la etapa de medición de variables porque la energía generada tiene que ser compatible y no introducir problemas en la red. Por otro lado, estamos en condiciones de fabricar los inversores aquí en el país y de realizar su mantenimiento. La red eléctrica que pasa por nuestras casas es una red interconectada nacional que genera energía a grandes distancias de nuestros hogares y que está alimentada por diferentes centrales como por ejemplo la de Gemes que trabaja con gas, además de las centrales hidroeléctricas y las nucleares. “El concepto de la energía solar fotovoltáica se asocia a lo que se llama «generación distribuida’, es decir que se genera en los puntos de consumo. Por ejemplo en la Escuela de la Magistratura, con sus panelitos genera la energía que se consume en el mismo edificio”, afirmó la científica.

Entre la casa y el laboratorio

Un punto importante a tener en cuenta es la falta de normativas o leyes que hay respecto de este tipo de energía. Brasil, aprobó una ley que permite que un particular que genera energía y le sobra, se la venda a la empresa de electricidad y ésta le paga con créditos que se aplican al uso de la electricidad de red. En Salta, hace poco tiempo se le dio media sanción a un proyecto de ley de fomento de las energías renovables.

Científica y madre

Verónica tiene 53 años, su título de grado es oceonógrafa física y varias especializaciones y un doctorado en energías renovables. Siempre trabajó con un pie en la enseñanza y otro en lo técnico. También fue referente del Insid (Institute for Sustainable Innovation & Development) por Salta. Además del área de investigación, Verónica está en dos cátedras, Introducción a la Física y Física Ambiental. Su proyecto forma parte del programa dirigido por el doctor Cadena que analiza la generación de energía solar.

Pero además de ser una investigadora de prestigio, como gran parte de las docentes universitarias, tiene una familia compuesta por su marido Mariano, ingeniero y tres hijos, Sebastián (25), que es magister en Física egresado del Balseiro, Joaquín que estudia licenciatura en Física, y Sabina, la benjamina, de solo 13 años que le gustan los idiomas, la música, la danza y la gimnasia. “Trabajo mucho, como la mayoría de las mujeres, pero todo está en saber organizarse”, dijo humildemente Verónica que después de todo, es una mujer que trabaja como tantas y se las ingenia para dedicarle tiempo a su familia.

Fuente: El Tribuno, Salta