No es nuevo: la violencia de Cambiemos contra las personas en situación de calle
El macrismo actuaba con la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) desalojando, amenazando y atacando a indigentes en la Ciudad. Los relatos del horror de quienes sufrieron los ataques.
11/07/2019 MUNICIPIOSEl macrismo actuaba con la Unidad de Control del Espacio Público (UCEP) desalojando, amenazando y atacando a indigentes en la Ciudad. Los relatos del horror de quienes sufrieron los ataques.
La célebre -por lo terrorífica- Unidad de Control del Espacio Público desalojaba a personas de la vía pública en forma violenta, actuaba como una fuerza parapolicial para amedrentar, estigmatizar, reprimir y echar de la Ciudad a las personas que se encuentran en las peores condiciones de vulnerabilidad social.
Sin embargo,con la ayuda de operadores judiciales, el responsable por entonces, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, fue sobreseído en la causa en la que estaba acusado por la creación de la ex Unidad de Control de Espacios Públicos (UCEP),.
El juez de Instrucción Penal Facundo Cubas, también sobreseyó al ex ministro de Espacio Público, Juan Pablo Piccardo, pero resultaron procesados varios de los integrantes de la UCEP.
Uno de ellos es Fabián Rodríguez Simón, ex jefe de gabinete de Piccardo y coordinador de la UCEP.
Macri estaba acusado por 17 casos de violencia en los operativos de desalojo de lugares públicos –plazas, calles, bajos de autopista– de personas en situación de calle que pernoctaban y vivían allí.
Los relatos de las víctimas no dejan dudas:
– El 30 de septiembre de 2008, C.R.G. estaba en la puerta del Teatro Colón, cuando, entre la 0 y las 2 de la madrugada llegó una camioneta con el logo de la Ciudad, seis personas a bordo y un camión compactador: “Uno de los hombre se adelanta y le pega una patada en la rodilla al declarante diciéndole ‘qué te pasa’. Luego le pega en la cabeza con una botella de plástico vacía, le quitan las frazadas y lo amenazaron diciendo que no querían que esté ahí”.
– El 2 de octubre de 2008, G.D.P., quien se desempeña como cartonero, relató que ese día, a las 2 de la madrugada, en Lima e Independencia, un grupo de 13 personas le sacaron los carros con los que habían recolectado y también su documentación, todo lo cual fue destruido en el camión compactador.
– El 9 de octubre de 2008, el párroco de la iglesia del Inmaculada Corazón de María relató que dos días antes fue testigo de un episodio en que una persona de 66 años, identificada como A.C.C. que estaba viviendo bajo la autopista 9 de Julio, fue agredido por unas veinte personas vestidas de negro. “Le dieron un puñetazo en el estómago y lo amenazaban con cortarle el cuello si no abandonaba el lugar”, relató el sacerdote.
– El 2 de octubre de este año, un grupo de personas denunció el accionar de la UCEP en Pasco y Autopista, en el barrio de San Cristóbal; entre ellas estaba C., una mujer embarazada quien relató: “Uno que llevaba gorrita empezó a pegarme patadas y trompadas; me golpeé la cara contra el piso y luego me empezaron a manosear. Me decían: ‘Te sentís mal, te vamos a hacer un tacto’.” La escena fue observada por un testigo, que llamó a la policía. El agente que intervino identificó a los agresores.
Los informes de las defensorías y del CELS sobre el patrón de actuación de la UCEP
– Actuaba en todos los casos en una franja horaria que va desde las 23 hasta las 3 de la madrugada.
– Operaba sustrayendo las pertenencias de las personas (en algunos casos, familias) que se encuentran en situación de calle, desplazándolas de su lugar de reposo.
– Trabajaban en grupos de diez personas o más, que amenazaban, coaccionaban y en algunos casos lesionaban a las víctimas para lograr su objetivo.
– En ningún caso existen decisiones administrativas o judiciales que justifiquen los operativos para liberar los espacios públicos donde pernoctaban las víctimas de estos procedimientos.
– El personal de la UCEP se movilizaba en vehículos sin identificación, acompañados por camiones de recolección de residuos pertenecientes a la empresa Panizza, rentados por el ministerio en noviembre de 2008.
– En muchos casos se les sustrajeron a las personas objetos de trabajo, como los carritos de los cartoneros. Otras veces les sacaron colchones, frazadas, otras prendas de vestir y hasta documentación personal.
Pese a que la que la UCEP se caracterizaba por actuar en forma clandestina, una de las víctimas logró identificar a cuatro de las personas que las desalojaron, a través de fotografías.
Un informe reveló que además que la UCEP tenía custodia y protección de la Policía Federal, lo cual “incrementaba el carácter intimidatorio y no persuasivo de su accionar”.