Detectan 1.900 locales vacíos en los corredores comerciales de los barrios rosarinos

Así lo revela un informe de la Unión Rosarina de Inquilinos, realizado en paseos de compras en las zonas sur y oeste de la ciudad.

Así lo revela un informe de la Unión Rosarina de Inquilinos, realizado en paseos de compras en las zonas sur y oeste de la ciudad.

Los centros comerciales de los barrios fueron los más afectados por la crisis que vació los bolsillos de las familias de trabajadores. De acuerdo a un relevamiento de la Unión Rosarina de Inquilinos, en los paseos de compras de la zona sur o del oeste de la ciudad más de la mitad de los locales comerciales están vacíos. El censo abarcó a 3.889 locales, de distintos barrios, de los cuales 1.973 se encontraban desocupados.

«Un comercio con sus puertas abiertas alimenta directa e indirectamente a muchas familias, es el motor económico indispensable para el desarrollo de nuestra ciudad y el termómetro de la economía», señala Dorian Fernández, presidente de la Unión de Inquilinos.

No obstante, según destaca, en los últimos años muchos comerciantes debieron cerrar sus puertas «por el enfriamiento en el consumo, los costos y requerimientos impositivos y las exigencias impuestas por los contratos de alquiler».

Entre el 2 de diciembre del año pasado y el 15 de enero de este año, la Unión de Inquilinos relevó la situación de siete centros comerciales, abarcando un total de 140 cuadras en los corredores de San Martín sur (desde la altura del 3000 al 6500), Ayacucho (5000 al 6300), calles San Luis y San Juan (ambas del 400 al 2000), Echesortu (Mendoza del 2300 al 4500), Biedma Oeste (3000 al 4000) y Arijon (1200 al 3000).

En esas zonas se contaron 3.889 locales comerciales, de los cuales 1.973 se encontraban desocupados desocupados. Las vidrieras con las persianas bajas crecía proporcionalmente a la distancia con el centro de la ciudad.

«La distribución de estos locales vacíos se concentra en los centros comerciales más alejados del casco central de la ciudad. Es allí donde encontramos 2 de cada 3 locales cerrados. Los números mejoran acercándonos al centro», señala el titular del organismo creado para cuidar los intereses de los inquilinos.

Los más castigados

¿Por qué cuesta más mantener un negocio fuera de los límites del centro? Según destaca Fernández, estos comercios dependen, sobre todo, de los ingresos de las familias del barrio, por eso son los más castigados en épocas de crisis económica. «Son los que más frecuentemente nos consultan por finalizaciones anticipadas de contratos o los aumentos que se pretenden al momento de la renovación», explicó y señaló que, en muchos casos, «se encuentran con subas de hasta el 60 por ciento» en el precio del alquiler a la hora de firmar un nuevo contrato.

«Los comercios que no tienen posibilidad de sacar un crédito se les hace muy difícil la renovación de contrato. Han adelantado liquidaciones, extendido los horarios de atención, bajaron los precios y la calidad de los productos y de igual modo no llegan a cubrir gastos. Muchos se descapitalizaron durante los últimos 24 meses», advirtió Fernández.

De acuerdo al relevamiento, en los centros comerciales barriales como los de San Martín y Echesortu, el alquiler de los locales va desde los 1.500 pesos el metro cuadrado. Es decir que un local de 12 metros cuadrados cuesta en promedio 18 mil pesos mensuales. La cercanía con el área central encarece estos precios. En calle San Luis, por ejemplo, hay superficies atractivas por la ubicación en lugares estratégicos por las que llegan a pagarse hasta 5 mil el metro cuadrado.

Sin atractivos

Para el referente en temas vinculados a la situación de alquileres, los locales cerrados que quedan desocupados por años, «opacan la imagen de los centros comerciales, la pérdida del atractivo hacia nuevos inversores y la pérdida del interés por el público consumidor».

Por eso, además consideró, que todavía hay mucho por trabajar entre los referentes de los paseos de compras y el municipio y la provincia.

Por ejemplo, sobre cuestiones técnicas en cuanto a los procesos de las habilitaciones y también de fondo como el incentivo y la promoción de los espacios, de parte de la Municipalidad.

Y en el caso de la provincia «para poder aprovechar los beneficios de una moratoria provincial para que los comerciantes puedan regularizar sus cuestiones impositivas y así poder destrabar sus trámites»

Renovaciones

Dorian Fernández, presidente de la Unión de Inquilinos, puntualizó a la “renovación de los alquileres”, como una de las principales causas del cierre de negocios. “Hay muchos que hace tiempo vienen intentando mantenerse, pero cuando llega la finalización de su contrato, las renovaciones se hacen muy complicadas de afrontar”, remarcó.

Fuente: La Capital