Agua: las peleas en torno al «nuevo petróleo» de Neuquén

Los neuquinos valoran poco el agua. El EPAS no pueden cobrar una factura ni solucionar problemas. Mientras tanto, crecen los loteos y el consumo por habitante.

Los neuquinos valoran poco el agua. El EPAS no pueden cobrar una factura ni solucionar problemas. Mientras tanto, crecen los loteos y el consumo por habitante.

En Neuquén, una provincia con dos ríos caudalosos, muchos recursos naturales y actualmente un faro de inversiones por Vaca Muerta, sigue faltando el agua potable en algunos sectores.

Los funcionarios públicos se cansan de repetir que la provincia y el clima es seco, y que el consumo de líquido supera la media mundial por habitante. Hay derroche, pocos controles y pareciera que el agua en Neuquén es gratis.
De hecho es gratis, porque pocos pagan el servicio. En Neuquén está el EPAS, que desde siempre ha difundido que el punto de equilibrio en el costo para generar un metro cúbico de agua potable, supera ampliamente lo que se paga en una factura. Podría decirse que más del 75% del agua que se consume en Neuquén está subsidiada.

A la vez, la provincia crece al calor de barrios, usurpaciones de tierras y más personas que se conectan en forma legal y clandestina a las redes de agua.

Esta semana Centenario fue noticia de nuevo por un corte de ruta por parte de vecinos de Nueva España que denunciaron una baja del suministro. Pasa todos los años cada vez que llega el verano. Es un sector que no está regularizado, donde las casas no tienen escritura, pero tienen casi todos los servicios, como agua, gas, telefonía e internet. Es una zona de cañadones e inundable, que creció hace más de 80 años.

En forma paradójica, en ese sector, cada vez hay más desarrollos inmobiliarios. Loteos con escritura, pero sin servicio de agua potable, en algunos casos.

Agua: la pelea del futuro
El agua es un recurso preciado y en el mundo tiene tanto valor que se paga con creces. En Neuquén, teniendo dos ríos, financiamiento petrolero por Vaca muerta y posibilidades de gestión, este servicio cada vez escasea más. La próxima batalla no será por el petróleo, sino por el agua.

Fuente: La Mañana Neuquén