Ante la resistencia de Uber, el municipio rosarino busca frenar judicialmente la aplicación

Pese a que el Ejecutivo dio muestras de firmeza en su decisión de que la firma se adapte a la normativa vigente, remitiendo, inclusive, dos coches de la app multinacional al corralón, la empresa insiste en operar.

Pese a que el Ejecutivo dio muestras de firmeza en su decisión de que la firma se adapte a la normativa vigente, remitiendo, inclusive, dos coches de la app multinacional al corralón, la empresa insiste en operar. Por eso, el Gobierno tomó la decisión de avanzar judicialmente.

“No nos consta que Uber está operando. Tenemos una línea de trabajo fuerte con controles y no se detecta presencia de estos vehículos o servicios en las calles. En la búsqueda cotidiana, no se ven vehículos en la plataforma disponibles. Los dichos de Uber son más de un hecho comunicacional que de una realidad”, es la respuesta que dio el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Gustavo Zignago, a radio LT8 sobre el comunicado oficial que hizo público este fin de semana la aplicación multinacional de que se encuentra en pleno funcionamiento en la ciudad y que no representa una competencia desleal.

Desde que Uber irrumpió por tercera vez en Rosario, junto con otras aplicaciones similares como Cabify y la rusa Maxim, la tensión va en aumento. Tanto sindicatos de taxis y remises como el propio Ejecutivo local se encuentran dando una cruzada por dejar en claro que las apps trabajan de manera “ilegal”, si no se adaptan a las normativas vigentes, que también rigen para el resto de los servicios públicos privados.

Las advertencias parecieran no preocupar a Uber. Tras la remisión de dos coches al corralón, detectados en un control de rutina en uno de los barrios de la ciudad, no fue motivo suficiente para que la empresa diera marcha atrás con su operatividad. De hecho, la firma redobló la apuesta y lanzó un comunicado este fin de semana en el que reafirma que trabajan de manera legal y que no representen una competencia desleal para el resto de los servicios.

Son tiempos complejos los que se viven en materia de control en Rosario. El nuevo gobierno de Pablo Javkin pareciera no claudicar en este sentido. Por eso, el propio secretario de Gobiernio, Zignago, adelantó que este lunes presentará una medida cautelar ante la Justicia “para que se ordene suspender la aplicación para los celulares en Rosario, como también el sitio web de la empresa. Esa es la decisión que tomamos desde un principio. Hay momentos para llevar adelante distintas estrategias y ésta era una de ellas. En el curso de la mañana haremos la presentación”, indicó.

Y agregó: “El fundamento de la acción está basado en el derecho que no sólo le asiste al municipio como ente regulador del transporte de pasajeros, sino porque que es una obligación. Porque por un lado está la reglamentación y por el otro el control. La decisión judicial no tiene mayor problema. Esta es una estrategia que adoptó en otras ciudades que tuvieron resultados positivos. Hay personas a las que el servicio les resulta simpático, pero estamos convencidos que el cumplimiento de la ley forma parte del debate por la seguridad y la convivencia”.

Uber y otras apps en pie de guerra
Por tercera vez, la firma intenta arriba a la ciudad. Ya lo había requerido en 2017 y 2019, pero la falta de adecuación a las normativas vigentes, que rigen para taxis y remises, generó el repudio de varios sectores que ofrecen el mismo servicio y por parte del propio municipio.

Con una oferta económica concreta para atraer choferes, Uber propone un sueldo de 19.500 pesos para los primeros cien viajes. Se trata de una oferta para nada despreciable, habida cuenta de que el propio titular del Sindicato de Peones de Taxis de Rosario, Horacio Yanotti, afirmó a El litoral, en una nota reciente, que un sueldo promedio de un taxista «no supera los 30 mil pesos».

Con publicidad en redes sociales, la firma estadounidense comenzó su campaña de marketing. La compañía comenzó a trabajar en marzo. Sin embargo, desde la Municipalidad, al advertir la presunta llegada de la app, remarcaron que si no se adapta a las reglas del juego local «será sancionada», y es por esta vía por donde el Gobierno avanza.

Desde el Concejo rosarino, principal espacio de discusión sobre la regulación de este tipo de aplicaciones, todavía no salieron a declarar nada al respecto. No obstante, la actual presidenta del Palacio Vasallo, María Eugenia Schmuck, fue la primera en presentar un proyecto en 2018 para contemplar el funcionamiento de «plataformas colaborativas y electrónicas de transporte y movilidad» -como Uber- en la ciudad, algo que le valió un sinnúmero de críticas para finalmente quedar estancada la iniciativa.

Otra de las aplicaciones que irrumpió en Rosario, además de Cabify, con una fuerte campaña publicitaria en la vía pública como en redes sociales es Maxim. Se trata de una aplicación, similar a Uber, pero de origen ruso. Con promociones idénticas a las de su competidora norteamericana, la nueva app ofrece descuentos de hasta 500 pesos en el primer viaje y múltiples posibilidades de traslados. Si bien todavía no dio muestras de gran operatividad en la ciudad, se mantienen firmes en su decisión ser parte del mercado rosarino.

Fuente: El Litoral