Armenia conmemora el centenario del genocidio

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Envuelta en flores, Ereván, la capital de este pequeño país, esta vestida especialmente para la ocasión, con la presencia de medio millar de dignatarios de todo el mundo.

Armenia está especialmente agitada y diferente en estas horas para su encuentro inevitable con un pasado que no puede perder vigencia. La representación de la flor «No Me Olvides» con toda su carga simbólica de demanda pinta toda la ciudad. Mañana se cumplirá el centenario del inicio de lo que este pueblo considera el primer genocidio del siglo pasado. Este 24 de abril de hace cien años, durante el último tramo del Imperio Otomano, alrededor de 250 intelectuales armenios de Constantinopla fueron capturados y asesinados en el primer paso de una masacre que se estima que alcanzó el millón y medio de personas los años siguientes.

Aquel espanto está cargado de la melancolía por las pérdidas de familiares que aún forman parte del testimonio y el relato de ancianos que vivieron aquella experiencia o que les fueron relatadas por sus padres que lograron sobrevivir. Ese pasado de horror resuena con claves semejantes a las del Holocausto del pueblo judío que se produjo menos de medio siglo después a la sombra, también, de los formidables esfuerzos de ocultamiento de los crímenes sufridos por los armenios. Pero al revés de lo sucedido con ese notable hecho histórico, la pesadilla de este país y su gente aquí y en la diáspora, carece aún del reconocimiento de la barbarie por parte de sus autores. De modo que la ceremonia de mañana es la mayor hasta ahora jamás realizada para conmemorar esos episodios pero centralmente con el objetivo de denunciar tanto el persistente negacionismo de Turquía, la nación que nació de los escombros del Imperio Otomano, como de gran parte de la humanidad.

Ereván, la capital de este pequeño país esta vestida especialmente para la ocasión, con la presencia de medio millar de dignatarios de todo el mundo, incluyendo líderes políticos, religiosos, figuras públicas y también periodistas. Una multitud de armenios han llegado desde las colectividades más numerosas en Estados Unidos, Francia y la de Argentina, la tercera del globo para participar de las ceremonias.

Un concierto de voces en diversos idiomas resuena en el centro de la capital, en la Plaza de la República, frente a la sede del gobierno y de la cancillería donde se realizarán las presentaciones desde esta noche con un concierto de rock y el sitio donde se centralizarán mañana los actos por el aniversario.

Eduardo Costanian, un argentino muy involucrado en esta experiencia es una de las voces más fuertes que ha sido fácil escuchar en ese bonito espacio de la capital. Representante de la Confederación Nacional Armenia y de la Asociación Cultural Armenia ha venido aquí en numerosas ocasiones, pero esta es la «más extraordinaria de todas», dice. El hombre se ha convertido en un inapreciable guía y traductor de este periodista empeñado en mostrarnos todo lo que no se ve de la ciudad y el país.

Por toda Armenia y especialmente en Ereván hay carteles enormes con la representación de la flor «No Me Olvides» con sus colores purpura, amarillo y negro, que es el símbolo elegido para esta conmemoración. Se la puede ver como pequeños escudos en las camperas y mochilas de los chicos que salen de la escuela, en las vidrieras de los negocios, los cafés que tienen aquí un estilo muy europeo y hasta como adorno sobre las tapas de las laptops de los jóvenes.

En todos lados, en las calles, en los hospitales, los mercados y los hoteles o cruzando las calles y avenidas o en las pantallas de los cajeros automáticos de los bancos. Y junto a esa insignia han agregado el letrero con la frase en armenio e inglés: «I Remember and Demand» (Recuerdo y Demando).

Una web armenia explicó el sentido de la flor como símbolo del pasado, presente y futuro. El punto negro en el centro recuerda el genocidio. Los pétalos púrpura, la unidad de los armenios alrededor del mundo. Esos pétalos son cinco en honor a los continentes donde se asentó la diáspora. Y los doce trapezoides que arman la figura simbolizan los 12 pilares del monumento en el memorial de Dzidzernagapert en Ereván con una llama eterna donde mañana llegará la columna de la gente para honrar la fecha. Finalmente, hay un tono amarillo adicional en el centro de la flor como señal de luz, creatividad y esperanza.

Sumarán sesenta las delegaciones de diferentes países y organizaciones internacionales que han venido aquí. Entre ellas los presidentes de Rusia, Francia, Serbia y Chipre. Estados Unidos envió a su secretario del Tesoro Jacob Lew. Pero Washington es sombrío entre los armenios debido a que el presidente Barack Obama no siguió al Papa Francisco y anunció que no calificará nuevamente como genocidio lo sucedido hace un siglo posiblemente para no irritar a Turquía, un miembro destacado de la Alianza Atlántica, OTAN.

Hasta ahora un par de docenas de países han reconocido ampliamente el genocidio, entre ellos Argentina la década pasada, además de Francia, Líbano y Rusia. Horas atrás el Parlamento de Austria, votó en igual sentido.

Fuente: Sin Mordaza