Astillero Río Santiago: proyecto para que vuelva a ser una Sociedad del Estado
Proyecto de ley para convertirlo en Sociedad del Estado. Para aumentar la capacidad de gestión y la productividad de la planta naval
29/08/2022 PROVINCIASProyecto de ley para convertirlo en Sociedad del Estado. Para aumentar la capacidad de gestión y la productividad de la planta naval
El gobierno de la provincia de Buenos Aires elaboró un proyecto de ley para que el Astillero Río Santiago, hoy dependiente del Ministerio de Producción de la provincia, se convierta en una Sociedad del Estado. El objetivo es darle más agilidad y autonomía a una de las principales plantas navales del país. Lo presentó a legisladores provinciales el presidente del Astillero, Pedro Wasiejko.
Cambiar la figura jurídica del Astillero Río Santiago fue uno de los objetivos que se propuso Wasiejko apenas asumió la presidencia. Hombre de la industria, ve en la figura actual- tiene las facultades de una subsecretaría dependiente del Ministerio de Producción provincial- un limitante para aumentar la capacidad de gestión y la productividad. Es que de acuerdo al modelo vigente, un pedido de alguna empresa privada debe ser autorizado por las máximas autoridades y es un trámite que puede tardar seis meses en resolverse.
Por este motivo, presentó ante legisladores bonaerenses un proyecto de ley, paso necesario para que la planta naval se transforme en una Sociedad del Estado a fin de que cuente con una figura legal que le permita contar y manejar su propio presupuesto así como también firmar contratos con organismos y particulares sin necesidad de aprobación del gobernador de la provincia. El proyecto aún no entró a la legislatura provincial. Tanto el gobernador de la provincia Axel Kicillof, como el ministro de producción del cual depende actualmente el Astillero, Augusto Costa, acompañan el trabajo para que la planta pueda mejorar su capacidad de gestión.
«La figura jurídica actual implica que el astillero está sujeto a la normativa y procedimientos vigentes para la administración pública provincial. Esta situación conlleva tramitaciones que no han sido diseñados para la actividad productiva que debe desarrollar el ARS ”, sostuvo Wasiejko durante la presentación. En este contexto destacó que “la planta naval tiene todas las condiciones para convertirse en una plataforma regional y generar divisas para el país”.
Dentro de las posibilidades de transformación se analizaron distintas figuras jurídicas, entre ellas la Sociedad del Estado y la Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria. En consenso con la representación gremial, decidieron avanzar con la primera. La propuesta sería convertirla en una Sociedad del Estado provincial con posibilidad de que participe el Estado Nacional.
Una empresa con historia
El Astillero Río Santiago es la empresa naval más grande de América Latina. Nació durante la segunda presidencia de Juan Domingo Perón en 1953 para dotar al país con una marina mercante y llegó a tener más de 8.000 trabajadores. A mediados de la década del 50, a pocos años de su nacimiento, era considerado el astillero más moderno y mejor equipado del continente. Una década después, a fines de los sesenta, tuvo un segundo período de esplendor, cuando salió de la órbita de la Marina y pasó a ser una Sociedad del Estado.
Entre 1968 y 1983 el astillero vivió un período de expansión sostenido en el que aumentó la producción en general, se botaron buques de gran porte y aumentó el mix de producción manufacturando bienes de la rama pesada como motores y turbinas, entre otros. Tras la guerra de Malvinas y junto con la recuperación democrática disminuyó el presupuesto de Defensa y el Estado nacional, aspectos que redujeron fuertemente la demanda al ARS e implicó una caída de la producción.
Resistió a la dictadura y a las privatizaciones de los 90, pero esa década fue un punto de inflexión en su funcionamiento. En vez de privatizarlo, el entonces presidente Carlos Menem decidió pasarlo a la órbita de la provincia en 1993. Entre 2001 y 2008 se vivió una recuperación productiva paulatina, aunque no llegó a alcanzar la época de mayor esplendor y desde 2012 hasta 2020 no se produjo ninguna botadura.
Hoy trabajan allí 3.200 personas. Recién el año pasado y en marzo de este año gracias a los trabajos que impulsó la gestión a partir de 2020 se lograron botar dos Lanchas de Instrucción para Cadetes de la Armada (LICA), trabajo que había sido paralizado durante el gobierno anterior.