Aumentó en Trelew la cantidad de asistentes a comedores sociales

La crisis y el aumento de la pobreza derivó en más asistentes a los comedores sociales que funcionan en Trelew. Varios de ellos se encuentran en viviendas particulares y se sustentan con la solidaridad de los vecinos.

La crisis y el aumento de la pobreza derivó en más asistentes a los comedores sociales que funcionan en Trelew. Varios de ellos se encuentran en viviendas particulares y se sustentan con la solidaridad de los vecinos. No están dentro de un esquema institucional.

El Comedor del Corazón, que está desde hace 17 años en el barrio Tiro Federal, atiende no menos de 150 personas con necesidades alimentarias. «Pero es lo mínimo, porque se nota cuando la gente empieza a cobrar aunque sea poquito, y un par de días pueden llegar a venir 110 personas o retirar su comida», sostuvo Edilia Bastidas, que organiza el trabajo del comedor.
Habló en el programa Radio Activa de FM EL CHUBUT, indicando que ahora se nota un aumento de la cantidad de personas que asisten, «más allá de las cajas de alimentos que armamos para algunas familias que vienen de lejos o porque están pasando una mala situación y les queda muy a trasmano venir a retirar la vianda».

«VAMOS CADA VEZ PEOR»
Por eso, desde otras barriadas «vienen a la noche las mamás a buscar su vianda con comida. Se me hace un nudo en la garganta de ver cómo está todo, cómo vamos cada vez peor», se lamentó Bastidas.
«La gente está pagando unos alquileres carísimos, los servicios, todo, y no alcanza.
Es trememenda la falta de trabajo», graficó la responsable del Comedor del Corazón, que vive esa realidad muy de cerca. «La gente se está c… de hambre, no hay trabajo», agregó acongojada.

LA MAYORIA SON NIÑOS
«En estos momentos estamos cocinando para unas 45 personas y se han acoplado cinco familias más», lo que suma unas 20 personas más que reciben su ración de comida en el comedor, relató Sofía Toro, del comedor Caritas Felices del barrio Inta.
Cerca de 12 años llevan trabajando de manera solidaria y también advierten cómo en los últimos tiempos hay más necesidad entre los vecinos, y «la mayoría son niños».
Funcionan gracias a la solidaridad de la gente, sin aporte institucional, y suelen recibir donaciones de alimentos no perecederos, y sobre todo leche. «Yo tengo un Facebook que pongo ahí necesitamos, por ejemplo, harina, azúcar, leche. Y aparecen personas y nos donan. Por ahí alguna panadería que nos alcanza factura, pan», repasó Sofía.

Fuente: El Chubut