Bariloche: El PJ tiene la difícil tarea de reconstruirse para buscar la Intendencia en 2023

El domingo 3 de septiembre del próximo año, Bariloche elegirá al próximo intendente, que deberá gobernar desde el 10 de diciembre de 2023 por los siguientes cuatro años.

El domingo 3 de septiembre del próximo año, Bariloche elegirá al próximo intendente, que deberá gobernar desde el 10 de diciembre de 2023 por los siguientes cuatro años.

En ese marco, el peronismo de Bariloche tiene una tarea tan sencilla como titánica: unirse. Y en ese objetivo hay que señalar que desde lo enunciativo, la comunión no es tan complicada, pero en los actos, es prácticamente imposible.

Desde arriba hacia abajo, desde lo provincial a lo local, el Frente de Todos presenta no solo diferentes sectores, sino también innumerables rencillas internas. Cuando surge un nombre como posible candidato a un cargo, suelen ser más los detractores, que los respaldos. Y eso se traduce en las urnas y como ejemplos, bastan la última elección municipal de 2019 y las legislativas del año pasado.

En el primer caso, el entonces postulante a la Intendencia, Daniel Natapof, buscó por todos los medios, conformar una lista de consenso, y se podría decir que prácticamente la logró. Sin embargo, no fue suficiente para que sus “compañeros” estén conformes. Así fue como hubo quienes pegaron el portazo y no “trabajaron” en la compulsa, otros apoyaron a candidatos de partidos vecinalistas de extracción peronista y hubo también de los que decididamente se sumaron a las filas de Juntos Somos Río Negro.

Sin olvidar, que también se dio el caso de la impugnación del Frente Grande, quien impulsaba a Andrea Galaverna hacia el sillón principal del Centro Cívico y por cuestionamientos legales del propio Frente de Todos, ni siquiera pudo competir.

Por otra parte, en las PASO y en las generales de las elecciones legislativas desarrolladas hace algunos meses, el escenario se volvió a repetir. Todos los sectores tenían un candidato o algún favorito. Pero una vez ungida Ana Marks como la candidata a diputada, comenzó el radio pasillo y los cuestionamientos. Claramente, el resultado no fue el esperado, con números muy por debajo de los acostumbrados por la fuerza política que dirige Cristina Fernández de Kirchner en la región. ¿Las causas? Las mismas. Sumado a la política del gobierno nacional.

Con este reciente panorama, asoman las elecciones municipales del año próximo, para las cuales faltan 19 meses. Todo hace presuponer que durante 2022 se posicionarán los cuadros y a inicios del 2023, comenzarán las definiciones.

Todos los potenciales candidatos, saben que ganarle a Juntos Somos Río Negro será, a priori, muy complicado. Por eso, tampoco sobran los hombres y las mujeres que se le animen a la Jefatura de la Ciudad.

En un listado aleatorio y sin un orden específico, dentro de las diferentes ramas del Partido Justicialista surgen algunos nombres que podrían competir o tener intenciones de hacerlo, en septiembre de 2023. Las diferencias son amplias, pero hay un objetivo común: recuperar el poder perdido, desde que María Eugenia Martini no obtuvo la reelección en 2015 y perdió el gobierno contra Gennuso.

En ese escueto listado, la concejala y presidenta del bloque del Frente de Todos en el Deliberante, Julieta Wallace, aparece casi con naturalidad y si bien no brinda certezas sobre sus intenciones, podría animarse a buscar la Intendencia. Sin dudas, que es una férrea opositora a la gestión del jefe comunal y así se ha posicionado políticamente, incluso, liderando la Unidad Básica Tres Banderas.

Por su parte, el escribano Leandro Costa Brutten, sí ha expresado sus intenciones de ser candidato y ya ha pedido elecciones internas para dirimir la puja interna. Además, ha realizado varias denuncias y es un activo fustigador en redes sociales. Aunque no es la primera vez que manifiesta querer ser, y después la licuadora peronista lo ha absorbido, o con votos o con el dedo decisorio.

Al mismo tiempo, un sector peronista que viene creciendo y haciendo ruido dentro del FDT, es el Frente Renovador. Con la anuencia de Sergio Massa, ha logrado un espacio en Río Negro y el propio ex intendente de Tigre, no oculta sus intenciones de ir por la Presidencia de la Nación. En Bariloche, su histórico referente es Claudio Thieck, actual titular de la CNRT en la provincia, quien desde que asumió ese cargo, está realizando un fuerte trabajo territorial y técnico. Thieck tampoco brinda confirmaciones, pero sabida es su militancia y pertenencia política.

Un nombre que siempre aparece en estas discusiones, es el del actual legislador Ramón Chiocconi. Si bien parecía que iría en busca de la Intendencia en 2019, optó por renovar su banca y cuando se lo consulta al respecto, no oculta sus ganas de conducir la ciudad, pero se muestra orgánico de las determinaciones del partido.

Mientras que el propio Daniel Natapof se quedó con la sangre en el ojo y si bien está abocado a la actividad privada, ha deslizado en algunas entrevistas periodísticas, que no tendría inconvenientes en volver a postularse.

Finalmente, surge el nombre de Andrea Galaverna. La doctora tiene un perfil diferente al resto, porque atrae no solo a los afiliados y afines al peronismo, sino también que concentra mucha intención del voto independiente. La ex defensora del Pueblo también está concentrada en su actividad profesional, pero sigue acumulando ganas de cara a las elecciones del año próximo. La dificultad que tiene, es que presenta resistencia dentro del justicialismo barilochense. Pero, ¿quién no?

Así las cosas, hoy el Frente de Todos requerirá reconstruirse, barajar y dar de nuevo, volver a foja cero y encontrar no solo el nombre de la persona, sino también hallar la estrategia perfecta para imponerse ante un duro adversario: el propio justicialismo. Después de esto, competirá contra las demás fuerzas políticas.

Fuente: El Cordillerano