Bariloche tuvo la temperatura más extrema de toda su historia: 25,4 bajo cero

La nieve y la ola polar ahora se extendieron desde la Patagonia a Cuyo. Abren el aeropuerto de Bariloche. La jornada de hoy es fría, pero con cielo despejado.

La nieve y la ola polar ahora se extendieron desde la Patagonia a Cuyo. Abren el aeropuerto de Bariloche. La jornada de hoy es fría, pero con cielo despejado.

La ciudad rionegrina de Bariloche soportó esta madrugada la temperatura más baja desde que se tienen registros: -25.4 grados centígrados, según confirmó hoy el Servicio Meterológico Nacional (SMN).

La marca, considerada «récord absoluto» por el organismo, tuvo lugar a las 4.22 de este domingo.

«Bariloche: luego de la validación de los datos, confirmamos que a las 4:22 la temperatura mínima fue de -25.4 grados, récord absoluto», publicó el centro de prensa del SMN en su perfil de Facebook.

«En la Patagonia el aire frío comenzó a ingresar de a poco y dejó algunas nevadas en la cordillera y el oeste de Río Negro, Chubut y Neuquén, que continuarán hasta el fin de semana, extendiéndose hacia el sur de Mendoza, parte de Santa Cruz y también hacia el centro-sur de Río Negro. Este fenómeno podría dejar entre 20 y 40 centímetros de nieve en las zonas bajas», adelantó el organismo.

La caída de nieve y un intenso frío, con temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, se extendieron en las últimas horas desde la Patagonia hacia la región de Cuyo y la localidad bonaerense de Sierra de la Ventana.

El fenómeno generó el cierre de rutas y mantenía hoy fuera de servicio al aeropuerto de la ciudad neuquina de Chapelco, pero a la vez mostró un paisaje blanco para los turistas que viajaron a zonas serranas o de la cordillera para las vacaciones invernales.

En ese marco, esta mañana fue cerrado el paso por el cruce internacional a Chile desde Uspallata, Mendoza, el Cristo Redentor, por la gran acumulación de nieve en la alta montaña.Vialidad Nacional informó que trabajaban allí operarios con máquinas especiales en el despeje de la ruta 7.

Fuente: La Voz