Calculan que entre Quines y Luján deberán reconstruir unas 100 casas

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La corriente destrozó las viviendas de 40 familias en un municipio; y 3 barrios y la costanera en el otro. Hasta ayer a la tarde había casi 400 evacuados entre las dos localidades.

Después de la tormenta, no siempre llega la calma. Los vecinos del norte puntano todavía sufren las consecuencias del temporal del domingo a la madrugada y las localidades más afectadas por las lluvias ya empezaron a evaluar los daños que ocasionó la inundación, que hasta ahora suman unas 100 viviendas. En Quines, el listado empieza con unas 40 familias a las que la corriente les llevó la casa y que cuando baje el agua, deberán resolver dónde vivir, mientras que algunos habitantes del pueblo conservan su hogar, pero sin nada adentro. Y en Luján, el panorama tampoco es alentador: tendrán que reconstruir tres barrios y la costanera, que fueron azotados por el intenso chaparrón en el que cayeron 148 milímetros en seis horas.

“El río literalmente arrasó con las casas, no quedó nada. Son unas 40, pero el número de personas  es mayor, porque hay familias de hasta 11 integrantes. Tenemos que ver cómo les vamos a resolver la situación de vivienda”, dijo a El Diario el intendente de Quines, Julio Gómez, quien comentó que el cauce habitual tiene 40 metros de ancho y, con el chaparrón del fin de semana se extendió a 100. Según el funcionario, hasta ayer a la tarde, había unos 140 vecinos albergados en la Escuela N° 50 «Eulalio Astudillo» y la N° 95 «Víctor Mercante», que está al otro lado del arroyo y quedó aislada porque están cortados los accesos hacia San Martín y Villa Dolores. Otros 80 evacuados que paraban en casas de familiares o amigos y unos 22, ubicados en la zona del retamo, que recién fueron asistidos a la mañana, porque el domingo había tanta agua que las cuadrillas municipales y del Gobierno no pudieron llegar hasta ese sector de la localidad. Entre Quines y San Martín cayeron en total 240 milímetros.

Además, el jefe comunal comentó que hay zonas a las que todavía no se puede acceder, porque continúan anegadas. Pero que en aquellas menos castigadas, la gente volvió a su hogar en el transcurso de la jornada para salvar las pocas pertenencias y muebles que no se habían ido con la corriente. “Estamos organizando la ayuda que trajeron de Provincia y que es muchísima, para que cada una de esas casas tenga lo esencial: mesa, silla, camas”, explicó Gómez.

Y es que el Gobierno recolectó en San Luis y Villa Mercedes mercadería, ropa, calzado, colchones y frazadas, que arribaron el domingo en 7 camiones a los municipios de Quines y Luján. Ayer partió otra tanda para esos dos pueblos y para Concarán.

No tendrán la misma suerte las 40 familias que quedaron sin hogar. Según el intendente, evaluarán cómo resolverlo una vez que el río regrese a su cauce habitual y pedirán la ayuda del Ejecutivo provincial. Pero antes deberán tomar otra decisión: dónde trasladarlos, ya que el próximo lunes comenzarán las clases en la localidad y ya no podrán albergarlos en las escuelas en las que están ahora. “Tenemos ofrecimientos de varias iglesias con capacidad suficiente como para contenerlos por un tiempo más”, explicó Gómez.

“En Luján tenemos barrios en los que habrá que hacer un relevamiento y planear una reconstrucción. Son el Municipal, el San Cayetano, el N° 42 y la costanera, donde también vive gente”, dijo el jefe de esa comuna, Hernán Gatica a El Diario. Y agregó: Eso lo veremos después y seguro vamos a necesitar la ayuda del Gobierno. En su momento pediremos audiencia para tratar ese tema”.

La tormenta del domingo afectó a unos 700 habitantes de la localidad, de los cuales, 250 debieron ser evacuados. En la tarde de ayer, quedaban 150 albergados en la escuela N° 52 «Submarino Armada República Argentina» y en la sede de la Municipalidad, donde los abastecieron con mercadería, agua y colchones, que recibieron como donación desde distintos puntos de la provincia. Aunque todavía necesitan algunos productos para distribuir entre los vecinos que perdieron todo con la lluvia.

Al igual que el intendente Gómez, Gatica aseguró que tienen controlada la corriente de agua y que había bajado en relación al caudal del domingo. E incluso despejó dudas sobre una posible fractura del murallón del dique, ya que aseguró que sufrió algunas roturas en la parte de arriba, pero no ocasionará inconvenientes ni filtraciones de agua. Pero los habitantes de Luján todavía no tienen agua potable, luz ni gas, por eso la Municipalidad tiene previsto conformar un comité de contingencia entre los integrantes de la Comuna.

Al cierre de esta edición, comenzó a llover en las dos localidades, aunque los responsables de las dos intendencias aseguraron que eran precipitaciones leves en comparación a las que sufrieron el fin de semana.

Fuente: El Diario de la República