Calidad de vida: Bariloche crece en el acceso a servicios esenciales

La inminente inauguración de la nueva red de gas natural en El Frutillar simboliza el crecimiento exponencial que ha tenido Bariloche en cuanto a su infraestructura de servicios

La inminente inauguración de la nueva red de gas natural en El Frutillar simboliza el crecimiento exponencial que ha tenido Bariloche en cuanto a su infraestructura de servicios, para responder a la creciente demanda de una ciudad en transformación.

En los próximos días se prevé la esperada inauguración de la nueva red de gas natural para el barrio El Frutillar, en donde todavía muchas familias seguían dependiendo de una garrafa o una pila de leña para encender sus hornallas o calefaccionarse. Bariloche sigue sumando así obras clave para garantizar el acceso de toda la comunidad a una mejor calidad de vida. Hitos como el Colector Costanero, la ampliación de la planta depuradora (que ya dio pie a nuevas redes cloacales), la futura remodelación y repavimentación de la Av. Bustillo, se suman a proyectos en desarrollo vinculados al agua potable y la electricidad.

La ciudad crece a pasos agigantados: hace 30 años, el censo de 1991 marcaba que Bariloche contaba con 80 mil habitantes. En 2021 la población de la ciudad ya se estima en 140 mil. Y las proyecciones generales indican que llegaremos a los 200 mil habitantes en 2034. Una tasa de crecimiento muy por encima de la media nacional.

La comunidad se distribuye en un área cada vez más extendida: hay que recordar que Bariloche tiene uno de los ejidos urbanos más grandes del país, equiparable a Capital Federal pero con casi 30 veces menos población. Por eso, la extensión sucesiva de las redes de servicios públicos básicos requiere inversiones mayores que en otras localidades con menos dificultades geográficas, y en las que una mayor densidad poblacional hace que esas inversiones tengan impacto en más personas.

Pese a estos inconvenientes, durante los últimos años el Municipio, en colaboración con el Gobierno Provincial, ha logrado concretar obras de gran magnitud para completar la infraestructura de servicios: gas natural, electricidad, agua potable, pavimento, redes cloacales, pluviales. Es un camino en el que todavía queda mucho por recorrer, pero en el que lo transitado se hace cada vez más visible.

La ampliación del Gasoducto Cordillerano permitió la gestión de las obras de gas natural que a través del Promeba han llevado ese servicio esencial a barrios de Pampa de Huenuleo (además de El Frutillar, también se sumó a Nahuel Hue, Nuestras Malvinas y El Maitén, con los vecinos ya tramitando sus conexiones ante Camuzzi) y a Villa Lago Gutiérrez, en donde los trabajos avanzan a buen ritmo.

El Nuevo Colector Costanero, que sumado a la ampliación de la Planta Depuradora, hará crecer la capacidad de procesamiento sanitario de la ciudad, ya avanzó varios kilómetros y pronto permitirá que miles de familias accedan por primera vez a un sistema cloacal. De hecho, gracias a la nueva capacidad de la Planta, ya están avanzados los proyectos de obra para las redes cloacales de Las Victorias y Bajada de los Colihues.

Las obras de pluviales en Pampa de Huenuleo concretadas a través del Promeba, y las realizadas en otros puntos de la ciudad, como Av. De los Pioneros, también ya mostraron sus resultados en los últimos inviernos, con una significativa reducción en los anegamientos en las épocas de lluvia y nieve.

Una ciudad con un ejido urbano tan extendido requiere también de grandes inversiones en conectividad. Obras como el nuevo Puente del Ñireco inaugurada el pasado agosto se combinan con proyectos de mayor magnitud, como el de la repavimentación y refuncionalización de la Av. Bustillo, que ya está en desarrollo en manos de Vialidad Rionegrina con el apoyo de los equipos técnicos del Municipio.

Con las obras de gas natural, redes cloacales, pluviales y conectividad encaminadas, Bariloche tiene dos grandes desafíos, que también dependen de la concreción de inversiones nacionales y provinciales por la magnitud de las obras. Se trata del agua potable y de la electricidad, dos servicios esenciales que requieren de una expansión significativa para cubrir las nuevas demandas y condiciones.

El cambio climático ya muestra sus efectos concretos en barrios de Bariloche que, ante su crecimiento demográfico, ya no tienen suministro suficiente con redes de agua que dependen del caudal de nuestros ríos y arroyos. En este sentido, el Municipio avanza con el diseño técnico de las nuevas redes de agua para numerosos barrios, mientras se concreta el Plan Director para la ciudad que ya elaboraron el Departamento Provincial de Aguas (DPA) y el Ministerio de Obras Públicas de Río Negro, y que requerirá una fuerte inversión del Gobierno Nacional.

La energía eléctrica supone otro desafío mayor, ya que Bariloche requiere del famoso “segundo anillado”: generar líneas alternativas de abastecimiento eléctrico para las localidades de nuestra región, una obra que beneficiaría no sólo a la ciudad sino a comunidades vecinas como El Bolsón y Villa La Angostura. La Municipalidad trabaja de cerca con la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB) y con el Gobierno Provincial en esta cuestión.

La llegada de estos servicios a cada barilochense está siendo el norte de las gestiones municipales ante la Provincia y la Nación, ámbitos indispensables para financiar y ejecutar obras de esta magnitud. A medida que la infraestructura de servicios de Bariloche crece, se eleva la calidad de vida de la comunidad en cada rincón de la ciudad.

Fuente: Bariloche 2000