¿Camino al socialismo?: los sectores más ricos del mundo duplicaron su fortuna y se agranda la brecha con el resto de la población

Refutando las expresiones de Javier Milei de su discurso en Davos respecto a los impuestos, un informe remarcó que uno de los motivos de esta brecha de desigualdad responde, entre otras cuestiones, a la falta de tributos permanentes sobre la riqueza y los “beneficios excesivos” a ese sector

Refutando las expresiones de Javier Milei de su discurso en Davos respecto a los impuestos, un informe remarcó que uno de los motivos de esta brecha de desigualdad responde, entre otras cuestiones, a la falta de tributos permanentes sobre la riqueza y los “beneficios excesivos” a ese sector

En simultáneo al inicio del foro de Davos, que reunió a la élite política y empresarial del mundo, la organización contra la desigualdad, Oxfam, publicó su habitual informe en el que alertó por el crecimiento de la brecha económica en el mundo, reflejado en que las cinco personas más ricas del planeta duplicaron su fortuna en tres años y que si no se revierte la situación, serían necesarios 229 años para eliminar la pobreza. Esta riqueza se concentra en el Norte global. Si bien solo el 21 % de la humanidad vive en países del Norte, estos albergan el 69 % de la riqueza privada y el 74 % de la riqueza milmillonaria del mundo.

La entidad, que presenta informes sobre desigualdad económica poco antes del inicio del Foro Económico Mundial que se realiza en la ciudad suiza, sostuvo que es “urgente una acción pública transformadora” que priorice los servicios públicos y defienda una mayor regulación de las empresas. Además, refutando la idea del presidente Javier Milei durante su discurso en el foro respecto a los impuestos, el informe remarcó que uno de los motivos de esta brecha de desigualdad responde a la falta de impuestos permanentes sobre la riqueza y los “beneficios excesivos” a ese sector poblacional.

“Desde 2020, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado. Durante el mismo período, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel global se ha reducido. Las penurias y el hambre son una realidad cotidiana para muchas personas alrededor del mundo. A este ritmo, se necesitarán 230 años para erradicar la pobreza; sin embargo, en tan solo 10 años, podríamos tener nuestro primer billonario”, resumió en el inicio el documento publicado por Oxfam.

Los datos de la entidad que suele presentar sus informes sobre desigualdad global en la previa al foro de Davos, cuanto menos ponen en duda parte de la exposición de Milei, quien sostuvo que “occidente se encuentra cooptado por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo”. Los datos confirman que la riqueza conjunta de los cinco milmillonarios más ricos del mundo se ha duplicado con creces desde el inicio de la década actual, mientras que la riqueza acumulada del 60 % de la humanidad se ha reducido, como reflejo de las extremas desigualdades y la profundización de la brecha entre los más ricos y el resto de la población.

Desigualdad en cifras

Desde el año 2020, y durante los primeros años de esta década, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha duplicado con creces. Durante el mismo período, la riqueza acumulada de cerca de 5000 millones de personas a nivel global se ha reducido.

Si cada uno de los cinco hombres más ricos gastase un millón de dólares diarios, les llevaría 476 años agotar su riqueza conjunta.

Siete de las 10 empresas más grandes del mundo tienen un director general milmillonario, o a un milmillonario como su principal accionista.

A nivel mundial, los hombres poseen 105 billones de dólares más de riqueza que las mujeres: esta diferencia de riqueza equivale a más de cuatro veces el tamaño de la economía estadounidense.

El 1 % más rico de la población mundial posee el 43 % de los activos financieros globales.

El 1 % más rico de la población mundial genera tantas emisiones de carbono como los dos tercios más pobres de la humanidad.

En Estados Unidos, la riqueza de una familia negra promedio representa solo el 15,8 % de la de una familia media blanca. En Brasil, en promedio, los ingresos de las personas blancas superan en más de un 70 % a los de las personas afrodescendientes.

Únicamente el 0,4 % de las 1600 empresas más grandes e influyentes del mundo se comprometen públicamente a pagar a sus trabajadores y trabajadoras un salario digno y a abogar por el pago de salarios dignos en sus cadenas de valor.

Una trabajadora del sector sociosanitario necesitaría 1200 años para ganar lo que un director general de una de las empresas de la lista Fortune 100 acumula en promedio en tan solo un año.

Lejos del socialismo
Para la mayoría de las personas en todo el mundo, el inicio de esta década ha sido tremendamente difícil.

Actualmente 4.800 millones de personas son más pobres hoy que en 2019. Para las personas más pobres (generalmente mujeres, personas racializadas y grupos excluidos de la sociedad), la vida cotidiana se ha vuelto aún más difícil. La desigualdad mundial, es decir, la brecha entre el Norte y el Sur global ha crecido por primera vez en 25 años.

Los precios están superando a los salarios en todo el mundo: cientos de millones de personas ven cómo cada mes sus salarios dan para menos y sus perspectivas de un futuro mejor se disipan. Las protestas y huelgas de las y los trabajadores han acaparado titulares y portadas en numerosas ocasiones.

A los Gobiernos les resulta imposible mantener sus finanzas a flote ante el aumento de la deuda y la escalada de los precios de las importaciones de combustible, alimentos y medicinas. Los países de renta baja y de renta media-baja desembolsarán cerca de 500 millones de dólares diarios de aquí a 2029 en concepto de intereses y pagos de deuda, y tendrán que hacer drásticos recortes en el gasto para poder pagar a sus acreedores.

La brecha cada vez más amplia
El enorme aumento de la riqueza extrema observado desde 2020 se ha hecho patente. La riqueza de los milmillonarios se ha incrementado en 3,3 billones de dólares (es decir, en un 34 %) desde el inicio de esta década de crisis; una fortuna que crece a un ritmo tres veces mayor que la tasa de inflación.

Esta riqueza se concentra en el Norte global. Si bien solo el 21 % de la humanidad vive en países del Norte, estos albergan el 69 % de la riqueza privada y el 74 % de la riqueza milmillonaria del mundo. Los otros grandes ganadores en este período de crisis son las grandes empresas multinacionales. Para estas, al igual que para los súper ricos, las dos últimas décadas han sido extraordinariamente lucrativas, y los últimos años han sido aún mejores: los beneficios de las mayores empresas experimentaron un aumento del 89 % entre 2021 y 2022.

Datos recientes muestran que el año 2023 está a punto de batir todos los récords como el más rentable hasta la fecha. El 82 % de estos beneficios acaban en manos de accionistas, quienes se encuentran en su inmensa mayoría entre las personas más ricas.

Evasión y privatizaciones
Por último, el informe expone una serie de factores que llevaron a la concentración del poder en manos de unos pocos en medio del contexto de desigualdad. Al menos tres de esos factores son tema de conversación en Argentina.

Transferencia de ingresos
Desde Oxfam señalaron que las empresas impulsan la desigualdad al usar su poder para forzar a la baja los salarios y dirigir las ganancias hacia los súper ricos. En 2022, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó de que la caída histórica de los salarios reales podría aumentar la desigualdad y agravar el malestar social. Los análisis realizados en el marco del informe revelan que los salarios de 791 millones de trabajadores y trabajadoras no se han revalorizado con la inflación, lo que ha resultado en una pérdida de 1,5 billones de dólares durante los últimos dos años, el equivalente a casi un mes (25 días) de sueldo perdido para cada persona empleada.

Evasión y elusión de impuestos
Las grandes empresas y sus propietarios también impulsan la desigualdad al emprender una guerra fiscal sostenida y ampliamente eficaz. Los tipos nominales del impuesto sobre la renta empresarial en los países de la OCDE se han reducido a más de la mitad desde 1980. La planificación fiscal agresiva, el abuso de los paraísos fiscales y los incentivos resultan en tipos impositivos sobre la renta empresarial mucho más bajos, con frecuencia próximos a cero.

Privatización de servicios públicos
En todo el mundo, el poder empresarial presiona incesantemente al sector público, mercantilizando y segregando el acceso a servicios vitales como la educación, el agua y la atención médica, a menudo mientras las empresas disfrutan de importantes ganancias respaldadas por los contribuyentes. Esto puede socavar la capacidad de los Gobiernos para prestar este tipo de servicios públicos, universales y de alta calidad que tienen el potencial de reducir la desigualdad.

La privatización puede impulsar y reforzar las desigualdades en los servicios públicos esenciales, afianzando las brechas entre ricos y pobres, excluyendo y empobreciendo a quienes no pueden asumir ese gasto, mientras que aquellos que se lo pueden permitir acceden a una atención médica y una educación de calidad.

Fuente: El Ciudadano