Campo Quijano : Asisten a 49 familias con graves carencias en el paraje El Toro

El comité de emergencia del municipio de Campo Quijano realizó un cónclave en la zona para determinar de qué forma se ayuda a los preocupados pobladores.

El comité de emergencia del municipio de Campo Quijano realizó un cónclave en la zona para determinar de qué forma se ayuda a los preocupados pobladores.

Las afectadas son alrededor de 49 familias de diversos parajes, quienes fueron asistidos por el comité de emergencia. Las familias denunciaron la situación en que viven durante el año. Desde este maravilloso lugar se observan los gigantes de las alturas. Al norte, el Chañi, y al sur, El Acay. Majestuosos e inertes con su presencia, vigilan el inconmensurable paraje El Toro, donde medio centenar de familias. Como nunca en verano, se los observa nevados hasta sus estribaciones más bajas. En la zona llueve desde hace 40 días. Aunque esto causa un grave problema a los pobladores, el lado opuesto resulta una enorme bendición. Tendrán pastaje para el resto del año.

En El Toro, La Aguada, Pancho Arias, Ojo de Agua, Tambo, Puerta del Rosal, San Bernardo de las Zorras, Tacuara, Puerta de Tastil, entre otros parajes, no llueve copiosamente desde hace 4 años. La sequía estaba causando estragos. Numerosos pobladores comenzaban a emigrar a los pueblos del Valle de Lerma.

«Se complica la vida cuando no hay agua. Pero si llueve mucho y no estamos preparados, el problema es aún más grande. La estamos pasando mal en estas semanas porque nos quedamos sin las vertientes de agua potable. Todo es barro», cuenta Santos Nemecio Sulca, el presidente de la Comunidad de Puesto Grande.

En medio de este paradisiaco paisaje, el equipo de El Tribuno dialogó con la mayoría de los lugareños, llegados de distintos parajes de la zona al cónclave organizado por el Comité de Emergencias Municipal (COEM), con sede en Campo Quijano.

Unos llegaron después de cinco horas a caballo, los menos afortunados, caminaron desde el día anterior. «Queremos que nos entiendan, vivimos acá de generación en generación. Imagínese dónde vamos a ir, si nuestra vida es esto», señaló uno de los pobladores, tratando de explicar por qué habitan estas latitudes tan alejadas y donde carecen de los vitales elementos para vivir.

«No nos hacen falta las comodidades. Mire este campo, se pierde la mirada en su grandeza. Tenemos una escuelita, tenemos la ruta de acceso, nuestras animales y cosecha. Solo pedimos que nos faciliten la manera de tener agua segura todo el año», expresó Seferino Arjona, al referirse a las necesidades de la gente. Con sus 65 años, este poblador sigue plantando algo de habas y papa en una pequeña parcela cercana a la escuelita 4.619 Severo Zequeira, de el paraje El Toro.

Saca agua de un arroyo atestado de barro. Sus prioridades son sus animales y su cosecha. «El agua que nos envió esta gente del comité apenas sirve para beberla, y cocinar algo. La cuidamos. No podemos derrochar ni una gota», señaló.

Paradójicamente, en ese momento comenzaron a caer unas gotas de agua. A la distancia se apreciaba cómo el Nevado Chañi se cubrió de nubes grisáceas, los truenos originaban un ruido estremecedor y los rayos dibujaron en el gran macizo un espectáculo único. El presagio era racional y prudente: «Se viene la tormenta, debemos prepararnos»

Nunca se preparó a una población donde no hay comunicación.

El comité de emergencias municipales, integrado por todas las fuerzas vivas de Campo Quijano, acudió en ayuda de los pobladores de El Toro. Se transportaron 15 mil litros de agua potable, plástico para los techos estropeados por las lluvias, tanques de almacenamiento de agua y víveres.

La ruta provincial 127 se mejoró en varios tramos y está transitable por el momento. Al comité se le solicitó proyectar un sistema alternativo de provisión y almacenamiento permanente de agua. Es ilógico que llueva tanto, y no se tenga una infraestructura que permita el almacenamiento del agua.

Quejas por las comunicaciones

Son muchos los dramas que afectan a los pobladores de El Toro y zona aledañas, además de las necesidades básicas insatisfechas. La comunicación en toda la zona es obsoleta. Según los vecinos, la única radio VHU no puede comunicarse con el hospital y otros parajes porque la batería deja de funcionar a las 6 de la tarde por falta de paneles solares adecuados.

“Si alguien se enferma de gravedad no sabemos qué hacer y eso es algo que venimos reclamando desde hace tiempo”, expresó uno de los pobladores. Y agregó que “este es un tema que urge porque estamos expuestos a morir abandonados”.

La realidad denota dos situaciones bien diferenciadas. La primera es que nunca se preparó a esta población para las contingencias naturales y la otra, las gestiones para acceder a la luz y comunicación nunca se realizaron adecuadamente.

Frente a lo expuesto los vecinos plantearon al comité de emergencia una pronta respuesta a esta problemática. Explicaron que para ellos la situación se agrava en esta época del año.

Fuetne: El Tribuno