Catamarca: «Se transfirió un 30% más para los sistemas educativos municipales»

El ministro Daniel Gutiérrez dijo que en 2016 se garantizó el pago del plantel docente.

El ministro Daniel Gutiérrez dijo que en 2016 se garantizó el pago del plantel docente.

El ministro de Educación, Daniel Gutiérrez, defendió el criterio que adoptó la Provincia para la distribución del Fondo de Financiamiento Educativo (FFE). Comentó que en 2016 aumentó en un 30% las transferencias que recibieron los municipios que tienen sistemas educativos municipales para hacer frente a las obligaciones salariales. Por ahora, el funcionario cerró la puerta a la posibilidad de cambiar la distribución del Fondo. En este sentido, consideró que el espíritu de la ley nacional de Financiamiento Educativo no es «coparticipar» sino «distribuir» solo en aquellos municipios que cumplen con el servicio educativo.

El jueves último, el director nacional de Desarrollo Regional, Rodrigo de Casas, se comprometió a condicionar a la Provincia de Catamarca a que, para recibir las partidas del Fondo Federal Educativo (FFE), primero acepte hacerse cargo del pago de los sueldos del personal de los Sistemas Educativos Municipales (SEM) y que el remanente sea distribuido entre el resto de las comunas, según los índices de coparticipación municipal. Fue durante el desayuno de trabajo que mantuvo con los intendentes radicales.

El año próximo la Provincia recibirá más de $ 2.000 millones por este fondo, lo que se transformó en el botín de guerra entre la Provincia y los municipios.

La Provincia distribuye el fondo en función de la matrícula. Este criterio le permite quedarse con más del 90% del Fondo porque es responsable de todo el sistema educativo provincial. Sin embargo, una modificación en la redacción de la ley de presupuesto nacional abre la puerta para la modificación de la distribución de esas partidas.

«Nosotros estamos distribuyendo el fondo por matrícula, que nos parece que es lo más equitativo. Es decir, cada chico tiene un «valor monetario» asignado por ese fondo, independientemente del lugar de la Provincia en que se eduque e independientemente de si es un sistema provincial o municipal. Siempre me pareció que era lo más equitativo», dijo Gutiérrez.

El ministro expresó su desacuerdo con la idea de distribuir esas partidas a todos los municipios, tal como se propone en un proyecto que se discutirá en la Legislatura: «El Fondo Educativo tiene que cumplir con la finalidad educativa, por lo que aquel municipio que no tiene sistema educativo difícilmente pueda aplicarlo para usos educativos».

En esta línea consideró que los municipios pueden colaborar con el sistema educativo pero no es una obligación permanente ni sistemática de los intendentes.

«Además, si la intención del legislador hubiese sido que efectivamente el fondo sea parte de la coparticipación municipal no lo hubiese puesto como fondo educativo y directamente lo hubieran incorporado a la coparticipación provincial para que se distribuya a los municipios. Si la idea hubiera sido que se reparta entre todos los municipios no estaría dentro del Fondo Educativo», señaló.

En este sentido, hay cinco municipios que tienen ya sistemas educativos en marcha: Capital, Valle Viejo, Fray Mamerto Esquiú, Santa María y Tinogasta. Según Gutiérrez, en 2016 hubo un incremento del 30% en el coeficiente de estos municipios, lo que les permitió sostener el plantel docente y la estructura.

«Hemos transferido en el 2016 un 30% más, a costas de los alumnos del sistema educativo provincial. Es un 30% más del coeficiente que se pagaba por matrícula, esto permitió, por ejemplo, que Valle Viejo pueda destrabar el conflicto municipal y pagar el aumento acordado y pudo llegar a fin de año con el dictado normal de clases», dijo y agregó que este incremento fue para los cinco municipios que tienen sistema propio.

Por otra parte, Gutiérrez indicó que en la actualidad son pocas las provincias que distribuyen el FFE entre los municipios. Se trata de las provincias «grandes» que también transfirieron servicios a las comunas, como el caso de Buenos Aires.

Fuente: El Ancasti