Centenario: una toma crece al calor de los «sin trabajo» de la cuarentena

En tres semanas explotó una usurpación de 100 familias en la segunda meseta. Desde la Municipalidad dicen que no responden "demandas colectivas".

En tres semanas explotó una usurpación de 100 familias en la segunda meseta. Desde la Municipalidad dicen que no responden «demandas colectivas».

Centenario se desmadró y desde hace tres semanas se formaron cuatro tomas de terrenos en la segunda meseta con más de 100 familias que buscan -en forma desesperada- un lugar para vivir en estos tiempos de cuarentena. La mayoría son de la ciudad, hijos de familias humildes que no pueden pagar terrenos a valor inmobiliario y tampoco en la zona de cooperativas.

Son tierras fiscales municipales alrededor del tanque de agua de Centenario, a lo largo de un barranco, en un terreno fangoso por las filtraciones cloacales. Las familias vienen usurpando las tierras desde hace unas semanas: hay una denuncia penal y la Municipalidad asegura que no puede intervenir con “demandas colectivas”.

En esta toma los protocolos sanitarios pareciera que se cumplen, como una sincera muestra de cinismo: la gente se cuida con el barbijo, pero se asentó en el medio de terrenos blandos, con olores nauseabundos y filtraciones por aguas servidas.

“Los trámites en tierras son personales y no por grupos, en el momento en el que tengamos una respuesta se los va a llamar a cada uno de ellos”, dijo Dana Bertoldi, subsecretaria de Tierras de la comuna, respecto a la situación de las usurpaciones.

Se trata de la mayor toma de tierras que no se daba desde 2007, cuando se levantó la denominada “Toma Vip”, en los alrededores el autódromo de Centenario, en lo que hoy es el floreciente barrio Primeros Pobladores.

“Estaba con la carpa en el patio de la casa de mi vieja y cuando nos dijeron que había terrenos para tomar no lo dudamos, quiero un lugar para vivir,”, comenta Martín, un joven de 30 años que junto a su novia se instalaron en una carpa en un terreno escarpado y ahora están levantando una casilla de madera.

La toma se viene organizando en tres sectores bien definidos: hay una en la calle Formosa y Caleta Olivia, denominada adquintue (en lengua mapuche significa “desde donde se mira”) porque desde allí se puede tener una vista panorámica de la ciudad, donde conviven unas 14 familias; después hay otro asentamiento de unas 40 familias en el sector de la calle Formosa y Claudia Falcone, en una suerte de zanjón desnivelado donde las familias se están asentando en el medio de los cañadones naturales por donde corre el agua de lluvia; por último, hay otras 30 familias en la zona del viejo tanque de agua de Centenario, en la calle 25 de Mayo, una de las arterias principales para subir la segunda la meseta. Por ahora, no aparecen referentes políticos ni “punteros” partidarios, por lo que la organización de las tomas se hace por asambleas en las tierras ocupadas.

El Ministerio Público Fiscal ya tomó intervención del tema: hubo un intento fallido de desalojo el fin de semana y hay una mediación en curso, pero las familias están dispuestas a quedarse si la Municipalidad no accede a abrir el registro de tierras fiscales.

“Acá vienen con la Policía, te preguntan dato y te amenazan que te van a quemar todo. Yo tenía un trabajo que lo perdí en la cuarentena y estudio en la universidad, estoy acá por necesidad”, dice Patricia, de la toma adquintue a LM Neuquén.

En la toma hay de todo, desde parejas jóvenes que buscan un lugar y que estaban alquilando a 20 mil pesos y no pueden pagar más, hasta personas que se quedaron sin trabajo en estos meses. “Tengo 150 pesos en el bolsillo y tengo que tirar hasta el viernes”, dice un joven que es mecánico y que no tuvo demasiado trabajo en la cuarentena.

El paisaje recuerda a las viejas tomas sin control que hubo en la historia de Centenario. La primera grande fue en 1997 donde un grupo de familias (hijos de pobladores locales) formaron los que hoy en el barrio Trahun Hue en el norte de Centenario. Era plena barda y fue un espectáculo dantesco para muchos, al ver a cientos de familias con picos, palas y árboles, como intentando conquistar la meseta. Luego con el tiempo la zona se regularizó con el Programa de Mejoramiento de Barrios (Pro.Me.Ba) del Nación.

Con el tiempo, más tarde, en 2007 vino la “Toma Vip”, antes de que el intendente Javier Bertoldi asumiera su primera gestión de gobierno. Fue una usurpación de terrenos alrededor del autódromo, donde familias pioneras (en un principio) tomaron grandes cantidades de lotes.

A partir de 2012, las tomas en Centenario empezaron a aplacarse, con un proyecto de cooperativas en la segunda meseta que quedó parado: se entregaron más de 4000 lotes, donde una empresa pudo hacer la iluminación de algunas entidades y sindicatos, pero apenas si las dos gestiones de gobierno que le siguieron pudieron continuar con los servicios. Fue un proyecto donde se recaudaron más de 100 millones de pesos en venta de lotes fiscales.

Hoy, la meseta sigue casi como hace ocho años atrás: hay lote iluminados donde no vive nadie y cientos de familias que buscan tener su terreno, y a la espera de un milagro.

Fuente: La Mañana Neuquén