CEPAL califica de «ineficiente» la inclusión social en Latinoamérica
En América Latina siete de cada diez hogares no alcanzan "mínimos simultáneos" de inclusión social y laboral, informó ayer la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a través de un comunicado.
25/10/2017 EL MUNDOEn América Latina siete de cada diez hogares no alcanzan «mínimos simultáneos» de inclusión social y laboral, informó ayer la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) a través de un comunicado.
Estos datos forman parte de las conclusiones del estudio «Brechas, ejes y desafíos en el vínculo entre lo social y lo productivo», que la Cepal presentará el jueves en Montevideo en el marco de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social.
«En el último decenio y medio, los países de América Latina y el Caribe han avanzado gracias a la adopción de políticas y programas que permiten enfrentar el doble desafío de la inclusión social y laboral de la población, pero estos progresos son insuficientes para alcanzar el desarrollo con igualdad y sostenibilidad», subraya el comunicado. En este sentido, el escrito afirma que, para el período 2002-2015, menos de tres de cada 10 hogares de América Latina se encuentran «en una situación de niveles mínimos de doble inclusión», esto significa que logran satisfacer la inclusión social y laboral al mismo tiempo.
¿Cómo se define la inclusión?
Para definir la inclusión social se considera el acceso universal a la educación, la salud, la protección social y la infraestructura básica (energía, agua potable y saneamiento) mientras que para la inclusión laboral se toma en cuenta el trabajo decente, de calidad, remunerado en condiciones dignas, con acceso a derechos y protección social.
En concreto, la Cepal asegura que, como promedio simple de los países de la región, el porcentaje de hogares con niveles mínimos de inclusión aumentó del 20,4% en 2002 al 29,2% en 2014 y bajó a 28,6% en 2015, mientras que los hogares en doble exclusión bajó del 44,1% en 2002 al 33% en 2014 y subió a 33,3% en 2015.
Según el organismo internacional, las barreras para llegar a la doble inclusión se relacionan con desigualdades socioeconómicas, de género, étnico-raciales, territoriales y de edad y también subraya que la doble inclusión «es una realidad aún lejana» para gran parte de la población rural.
«Esto se debe tanto a la falta de acceso a infraestructura básica y a los bajos niveles educativos, como a la desprotección en el trabajo», agregó el informe con respecto a la población rural.