Cierra la sede del Correo Argentino en Fernández Oro

La tristeza del encargado. La dura tarea de comunicárselo a sus compañeros y la esperanza en "el intendente y el gobernador para frenar a Javier Milei".

La tristeza del encargado. La dura tarea de comunicárselo a sus compañeros y la esperanza en «el intendente y el gobernador para frenar a Javier Milei».

Siempre con perfil bajo, calma y la mejor predisposición desde hace 24 años. Quienes frecuentan la sede del Correo Argentino en Fernández Oro pueden dar fe de su amabilidad y el divertido ida y vuelta con los clientes. El mismo respeto que les inculcó a sus compañeros.

Alfredo Chauqueta (57 años) vive las horas más duras de su extensa vida laboral. Es que al jefe de esa entidad le acaban de comunicar que a fin de mes cierra la sucursal y lejos de reubicarlo, le ofrecen el retiro voluntario. En la misma y delicada situación se encuentran sus dos jóvenes compañeros Fernando -35-, con casi 8 años de antigüedad y Cristian -24-, con 5.

La tristeza que los invade es total, pese al apoyo y aliento de cada vecino que entra al Correo a retirar o enviar alguna encomienda o realizar un trámite y más allá de que ahora la esperanza está depositada en el intendente Gustavo Amati y en el Gobernador Alberto Weretilneck, quienes «ya se enteraron y tenemos entendido que van a intervenir».

También cerrará la sede de Cervantes del Correo Argentino.
«Es que el pueblo retrocede si cierra. Toda la gente que viene acá ahora debería irse a Cipolletti o Allen. Yo tengo ahora mismo una larga fila con jóvenes emprendedores que vienen a retirar sus encomiendas, si cierra esto perderán ellos también, tiempo, plata. Y ni hablar la ciudad», lamentó el papá de Fabiana y Santi en charla telefónica con LM Cipolletti.

«Me llamaron ayer martes, nos avisaron que no nos reubican. La gente de Recursos Humanos de Neuquén se contactó conmigo y yo les avisé a los pibes, mis compañeros. Fue duro, aún no lo digerimos. Uno de ellos tiene 3 hijos y el otro es soltero, pero quiere crecer. Nos echan como a un perro», admitió apesadumbrado. Por idéntico trance pasan los trabajadores de una sucursal del Correo Argentino en Cervantes, que bajará sus persianas para siempre.

Respecto de las condiciones del despido, reveló: «Nos pagan el 130% por ciento, pero es pan para hoy y hambre para mañana. No nos reubican porque han cerrado otras sucursales, como la de calle Sáenz Peña en Cipolletti entonces ya no entramos todos…».

«Siento mucha tristeza, es mi segunda casa»
Emocionado por tantas muestras de cariño del público que lo conoce desde hace tiempo, indicó: «La gente nos quiere, nosotros siempre pusimos lo mejor para que esto crezca. Mucha gente creció con su emprendimiento a la par nuestra. Comercios que dependen de la oficina que les queda cómoda para retirar, no es lo mismo acá que Cipolletti, Neuquén».

Con evidente angustia y nostalgia, reconoció: «Siento mucha tristeza, es mi segunda casa, hace tantos años que vengo acá, nunca falté. La cantidad de abuelos que venían a cobrar, antes eran 300 personas por día las que entraban al local, era el banco del pueblo. Hoy trabajamos más con las encomiendas, es lindo igual ver el empuje de los chicos, ayudarlos… También me apena por ellos. Esto viene de la parte política y si el pueblo se opone, los gobernantes están para hacer revertir las cosas…», culminó.

Un claro mensaje de Alfredo, el histórico cartero que se queda en la calle. Habrá que ver si efectivamente llega a oídos de quienes pueden cambiar el destino de una institución emblemática de la vecina ciudad o si ya es cosa juzgada, si la suerte está echada.

Fuente: La Mañana Neuquén