Cinco premios Nobel de la Paz analizan el escenario mundial en Rosario

Adolfo Pérez Esquivel, Lech Walesa, Oscar Arias Sánchez, Shirin Ebadi y Rigoberta Menchú Tum lideran jornadas de disertaciones en la ciudad

Adolfo Pérez Esquivel, Lech Walesa, Oscar Arias Sánchez, Shirin Ebadi y Rigoberta Menchú Tum lideran jornadas de disertaciones en la ciudad

Cinco premios Nobel de la Paz ya caminan calles rosarinas. Desde ayer, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, el polaco Lech Walesa, el costarricense Oscar Arias Sánchez, la guatemalteca Rigoberta Menchú Tum y la iraní Shirin Ebadi están en Rosario para participar de «Voy por la paz», una acción que se desarrollará hasta mañana e incluirá paneles de debate en la Bolsa de Comercio y actividades culturales en el Monumento a la Bandera. «La paz no se regala, la paz se construye», sostuvo Pérez Esquivel, quien coincidió con sus pares en la necesidad de la participación del pueblo en la vida política y en la crítica hacia la industria armamentista, que mueve sumas millonarias y transforma la guerra en un negocio a escala mundial.

«La gente piensa que, si no hay guerra, hay paz. Pero cuando hay pobreza, marginación, xenofobia, hambre, falta de educación, falta de inclusión, eso también es falta de paz», sostuvo ayer durante una conferencia de prensa Guillermo Whpei, presidente de la Fundación para la Democracia Internacional, que organizó en Rosario la acción planificada en la VI Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz realizada en febrero pasado en Bogotá (Colombia).

La abogada iraní Shirin Ebadi (galardonada en 2003), la indígena guatemalteca Rigoberta Menchú Tum (1992), el expresidente de Costa Rica, Oscar Arias Sánchez (1987), el político y sindicalista polaco Lech Walesa (1983) y el activista argentino Adolfo Pérez Esquivel (1980), coincidieron en que la participación de la sociedad en la vida política es uno de los pilares fundamentales para el fortalecimiento de la paz. Cada uno basado en las realidades particulares de sus países, esbozó de distinta forma este mismo concepto.

Para Pérez Esquivel, «la paz no se regala, se construye. Como la democracia. No se trata de votar y que así todo está bien. Hay que construir la democracia. Tenemos muchísimos problemas en América Latina, en el mundo, donde se ha agudizado la exclusión social, la pobreza, la marginalidad y los conflictos armados», sostuvo y agregó: «No creo en las democracias delegativas. No basta poner un voto en una urna y decir que vivimos en democracia. Tenemos que conseguir una democracia participativa».

Menchú Tum, que recibió el Nobel por su lucha contra la desigualdad y la defensa de los derechos de las comunidades indígenas y de las mujeres, llamó a la participación y a no pedir permiso para ejercer derechos, e introdujo otro tema que atravesó a los cinco oradores: el negocio del armamento y de la guerra. «La violencia es una industria que tiene rendimiento económico para ciertos sectores. La industria armamentista en el mundo no sólo siempre ha triunfado sino que lo va a seguir haciendo, porque la población se ha dejado amedrentar por el miedo, por la no participación, por la indiferencia y por el ocultamiento de la verdad», remarcó la guatemalteca.

En el mismo sentido, la iraní Ebadi enfatizó que «la razón principal del auge de las guerras que hay ahora mismo se debe a que la cantidad de clientes que compran esas armas está en aumento. Por cada vida que se pierde en este mundo hay una relación indirecta con el dinero de aquella persona que ha invertido en acciones de armamento. Y eso involucra a los gobierno del mundo», dijo.

Fuente: La Capital Rosario