Claudia continúa asistiendo a medio centenar de chicos humildes en Rosario de la Frontera

Recibe en su casa a más de 50 niños todos los domingos. Su sueño es crear un comedor que funcione a diario pero no cuenta con los recursos suficientes para hacerlo realidad.

Recibe en su casa a más de 50 niños todos los domingos. Su sueño es crear un comedor que funcione a diario pero no cuenta con los recursos suficientes para hacerlo realidad.

El barrio Ramón Abdala es el más grande de Rosario de la Frontera pero también uno de los más carenciados.

Si bien actualmente se están llevando a cabo obras como la construcción de una plaza o un Centro Infantil, las necesidades son crecientes, el desempleo alcanza a un 70% y el hambre en los niños es alarmante.

A pesar de ello, hay mucha gente solidaria que con gestos nobles intentan que el panorama cambie.

Claudia Machado tiene el sueño de poder concretar un comedor y hace 7 años les ofrece una taza de leche a más de 50 niños los días domingos. Con ayuda de los vecinos y otras personas hizo una sala en el fondo de su casa para esperarlos con mayor comodidad, aunque reconoce que le faltan muchas cosas.

En diálogo con El Tribuno, Claudia contó el motivo la llevó a pensar en los demás y cuáles son sus anhelos.

«Despertó en mí el deseo de ayudar porque soy una persona que tuvo una niñez bastante difícil, carente de muchas cosas, principalmente de cariño y afecto. Eso me tocó de cerca y lo viví en carne propia», contó a este medio.

Y agregó: «Me pongo en el lugar de ellos y siento que la situación está cada vez peor. Los niños son los más vulnerables y necesitan ayuda. Incluirlos es de vital importancia porque eso marca lo que van a ser en el futuro. Acá les enseñamos valores como el respeto, querer a la familia, no robar, no maltratar. Les proyectamos videos de enseñanzas sanas y nos sentimos orgullosas».

El merendero se llama Los Soldaditos de Jesús y actualmente están inscriptos más de 100 niños aunque generalmente asisten entre 50 y 60 provenientes del barrio y zonas cercanas.

Está ubicado en la calle Orán, en la manzana 26 casa 14. Si bien Claudia es la que está a cargo, recibe la ayuda de Andriana y otras madres solidarias que dedican parte de su tiempo a colaborar.

Necesidades por doquier

«Esta idea no es superficial, quiero que algún día ellos puedan tener una vida mejor y estoy buscando las alternativas. La situación de la mayoría es muy precaria. Acá se ve de todo y hay muchas necesidades. Se les nota en la cara triste o en su comportamiento», describió Claudia con tristeza.

«Yo trato de brindarles más cariño para ver cuál es su problema y así poder ayudarlos. Es una casa de contención más allá del chocolate dominguero», agregó Machado.

Claudia también agradeció la ayuda que le brinda la Municipalidad, cosa que hasta hace poco tiempo atrás no ocurría.

Fuente: El Tribuno