Comenzaron las obras para 1.103 viviendas cerca del centro en Mendoza

EN MARCHA. UNA PALA MECÁNICA TRABAJA EN LA REMOCIÓN DE ESCOMBROS Y EL MOVIMIENTO DE TIERRA.

EN MARCHA. UNA PALA MECÁNICA TRABAJA EN LA REMOCIÓN DE ESCOMBROS Y EL MOVIMIENTO DE TIERRA.

Se trata del complejo que se levantará en los terrenos del ferrocarril a través del plan nacional Procrear. Las 68 familias que vivían allí recibirán sus nuevas casas detrás del Cerro de la Gloria.

Es un hecho: en el mediano plazo, un complejo de 1.103 departamentos del plan Procrear se alzará en plena Sexta Sección de Ciudad, en los terrenos del ex asentamiento que lindan con el abandonado ferrocarril a la altura de las calles Tiburcio Benegas y Suipacha.

Las 68 familias que lo ocupaban de modo precario desde hacía más de una década y dejaron el loteo tendrán su casa propia en un barrio que se construye frente al predio ferial de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM).

El titular del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), Omar Parisi, confirmó la reubicación de los vecinos del Escorihuela. “Es así. Hacía tiempo que veníamos trabajando en esto. Esas familias irán a un loteo que era propiedad de la Municipalidad de Las Heras y que el intendente Rubén Miranda donó para hacer este barrio que estará detrás del Cerro de la Gloria y estará listo en diez meses”.

El funcionario aclaró: “Mientras tanto, para que dejaran el predio de la calle Tiburcio Benegas, la Municipalidad de Capital les dio dinero a todas esas familias para que pudieran alquilar por un tiempo”.

Con el terreno céntrico ya liberado, la Comuna de Ciudad anunció que ya se iniciaron los primeros movimientos de tierra para levantar uno de los proyectos residenciales para familias de clase media más grandes de los últimos tiempos.

Sin embargo, el complejo tendrá como vecino –a muy pocos metros– otro asentamiento precario: la villa Malargüe, que reúne a unas 40 familias y se extiende en diagonal al oeste de la calle Perú a la vera de los rieles.

A ese grupo de personas no lo alcanzaron los beneficios habitacionales de sus pares del Escorihuela y no tiene solución a la vista.

La construcción del complejo, cuyo plazo de finalización no se ha informado, resolverá uno de los principales problemas que arrastró Capital con los terrenos del ferrocarril abandonados, poblados por familias sin techo, en una zona donde el desarrollo inmobiliario estaba totalmente frenado.

También permitirá conectar finalmente con la Sexta Sección la calle Godoy Cruz.

Más de una década

Desde hace más de 15 años, los viejos terrenos y edificios abandonados del ferrocarril se fueron ocupando con familias pobres, sin techo ni dinero para alquilar.

Las tres villas

La villa Costa Esperanza se ubicó al sur de la calle Suipacha. Sus pobladores se instalaron en viejos vagones arrumbados. La Escorihuela se ubicó al norte de la misma vía, ocupando viejas construcciones del ferrocarril. Al lado de ésta y pegada a las vías se formó la villa Malargüe, la última que queda en pie.

Inseguridad

Los tres asentamientos quedaron en la mira por ser un punto codiciado para proyectos inmobiliarios y porque fueron señalados como los responsables del crecimiento del delito en la zona.

12 mil pesos le entregó el municipio a cada una de las 68 familias del Escorihuela que dejaron el predio, para que puedan alquilar hasta que tengan sus nuevas casas.

Fuente: Diario Uno, Mendoza