Comercios de barrio mendicnos: entre aumentos disparatados, bronca de clientes y miedo
Los pequeños negocios tuvieron que reponer mercadería más cara que el precio al que la estaban vendiendo. Paciencia en el trato a compradores enojados y cambios en los horarios de atención.
29/08/2023 ECONOMÍALos pequeños negocios tuvieron que reponer mercadería más cara que el precio al que la estaban vendiendo. Paciencia en el trato a compradores enojados y cambios en los horarios de atención.
Las últimas dos semanas fueron una montaña rusa para muchos comerciantes de barrio. El conflicto comenzó con varios aumentos repentinos de precios, más altos de los que en principio se anunciaron. Primero se habló de un 15% o 20%, similar a la devaluación, pero algunos productos aumentaron un 70% en los últimos 15 días. En este contexto, hubo ventas que se frenaron. La falta de dinero impidió a muchos reponer nuevo stock. De cara al mostrador tocó atender a clientes que recibieron con bronca la noticia de las subas, además del miedo por la amenaza de saqueos en distintos puntos del territorio.
El representante de una cadena de productos para la construcción señalaba a MDZ Radio que para sobrellevar la devaluación, dispuesta por el gobierno nacional después de las PASO, habría que tener “espalda financiera”. En otras palabras, los comerciantes que habían guardado suficiente stock de mercadería o tenían ahorros protegidos de alguna otra manera ante la depreciación del peso, cuentan con más posibilidades de enfrentar el cimbronazo de esta crisis. Por lo general, los pequeños negocios viven otra realidad.
Reponer mercadería
Estela Giménez, que tiene librería hace más de 30 años, hacía cola en un mayorista para reponer stock de productos que no le acercan los viajantes. Todos en la fila comentaban sobre los aumentos cuando un empleado del lugar avisó que aprovecharan, porque esa tarde iban a volver a aumentar. “No puedo gastar todo en mercadería, también tengo que vivir”, respondió la dueña del negocio minorista Rosmary, quien se sorprende de los precios que coloca para la venta: una hoja de papel carbónico sale $1.500, un cuaderno $3.000.
Giménez cuenta a MDZ que proveedor le envió dos veces la lista de precios en una semana y el día que el dólar blue llegó a 800 pesos directamente mandó un mensaje avisando que la mercadería aumentaba un 35% más. La librera tiene recuerdos de vivencias similares, la hiperinflación argentina de 1989 y 1990, la crisis del 2001. “Nos quedan tres meses patéticos, da bronca que el gobierno no haya algo para parar la inflación y más que el presidente nos eche la culpa a nosotros”, dice Estela.
Frente al mostrador
En los últimos días muchos comerciantes tuvieron que reponer mercadería a costos más altos de los precios de venta. “Los juguitos los vendimos a $170 y cuando los fuimos a comprar salían $200 de costo”, señaló un quiosquero. En los productos de marca el aumento fue mayor e incluso hay mercadería que ahora cuesta conseguir, como las galletitas Formis, que “todos los chicos la quieren” para merienda. En su negocio el cartel nuevo dice $380. Hace dos semanas el mismo paquete salía $290.
Ante estas subas hay clientes que se enojan mucho con los vendedores. Otros disimulan la angustia de no poder comprar lo que antes sí o se disculpan con algo de “apuro” por no llevar dinero suficiente para comprar la mercadería que pidieron.
“A nosotros nos subieron en dos días el 45%”, dice Paola, propietaria de un lubricentro. En las marcas los aumentos progresivos sumaron un 70% en total para el comerciante. El tambor de 200 litros de aceite que costaba $150.000 a principios de agosto se fue a $300.000, dio como ejemplo la comerciante. Como su mercadería no se echa a perder había estado guardando stock, pero hay productos que debe reponer y para eso hace falta contar con dinero en efectivo.
Por último, frente a los saqueos de los últimos días y las amenazas que llegaron en cadenas de Whatsapp los comerciantes de barrio consultados por MDZ (que trabajan en horario partido) coincidieron que han decidido empezar a cerrar al menos una hora antes en las tardes. Sea o no ciertas las alertas que circulaban, no pueden arriesgarse a perder mercadería.