Cómo vivió Vaca Muerta las transiciones presidenciales

El paso del mando presidencial de Alberto Fernández a Javier Milei será el tercero desde que se inició la explotación de los yacimientos no convencionales neuquinos.

El paso del mando presidencial de Alberto Fernández a Javier Milei será el tercero desde que se inició la explotación de los yacimientos no convencionales neuquinos.

Las transiciones presidenciales no pasaron desapercibidas para los negocios en Vaca Muerta desde que se lanzó el desarrollo de Loma Campana, mojón de la producción de gas y petróleo no convencional neuquina. El primer proyecto de Vaca Muerta fue posible gracias a un acuerdo de inversión que firmaron la argentina YPF con la estadounidense Chevron, en julio de 2013.

En 2015 asumió la Presidencia Mauricio Macri, tras 12 años de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, después de derrotar a Daniel Scioli en el balotaje. En 2019 asumió Alberto Fernández después de ganarle a Macri en primera vuelta.

Después del 10 de diciembre de 2015, se frenó la actividad en la formación neuquina y en menos de un año se precipitaron unos mil quinientos despidos en el sector petrolero del norte neuquino. Después del 10 de diciembre de 2019 la industria estaba en una crisis que ponía en riesgo la continuidad de proyectos en Vaca Muerta. Las operadoras terminaron en guerra con la gestión de Macri, que echó mano a sus rentabilidades para tratar de revertir su estrepitosa derrota en las PASO de 2019.

A poco del cambio de Macri por Fernández en la Casa Rosada sobrevino la pandemia, con la cuarentena para frenar el avance del virus que provocó la peor crisis en la industria en muchísimos años. En plena cuarentena, las petroleras mandaron 700 telegramas a trabajadores cesados, menos de la mitad de los que se contaron en cuatro años antes. La diferencia: los telegramas de 2020 tenían a la pandemia de fondo y eran para trabajadores de Vaca Muerta, mientras los de 2016 les llegaron a trabajadores que se desempeñaban en yacimientos convencionales, que eran reemplazados por los no convencionales que crecían en la formación shale neuquina.

Vaca Muerta en transición a Milei
El 10 de diciembre asumirá la Presidencia Javier Milei, tras dejar en el camino a Sergio Massa en el balotaje. El electo anunció en la campaña que privatizará Vaca Muerta, una empresa de difícil concreción puesto que los recursos naturales son propiedad de las provincias.

Además, sus principales delfines en materia económica dijeron que el Estado se retiraría de las inversiones en infraestructura para la industria de los hidrocarburos. Cuestionaron fuerte la decisión del gobierno de Alberto Fernández de financiar con fondos públicos el gasoducto Tratayén – Salliqueló.

Lo que viene en materia de producción petrolera es incierto. Las empresas que operan yacimientos en Vaca Muerta metieron el freno a nuevos proyectos hasta ver cómo transcurre el inicio de la gestión de Milei. Mientras tanto, algunas de sus contratistas mandaron telegramas de cese de tareas a trabajadores de la construcción. Según la UOCRA fueron al menos 500 los trabajadores cesados en la semana que siguió al triunfo de Milei.

En las últimas dos transiciones los frenos de las empresas se destrabaron con millonarios subsidios, esta vez el gobierno entrante anticipó que no pondrá fondos públicos para activar la producción.

El futuro de la producción sin la palanca del Estado
Hasta ahora, el crecimiento de la producción en Vaca Muerta fue apalancado fuerte desde el Estado, tanto por la vía de subsidios como por la injerencia en YPF, cuya dirección está bajo el ala gubernamental por poseer el Estado el 51% del paquete accionario.

Por primera vez, desde el 10 de diciembre el Estado nacional se retirará de su rol protagónico en la formación neuquina. Al menos eso prometió el presidente electo Javier Milei y reforzaron sus principales espadas políticas.

La última dirigente del círculo más cercano al mandatario electo en referirse al tema fue Diana Mondino, quien asumirá al frente de la Cancillería en el gobierno que viene. La futura funcionaria cuestionó la inversión estatal en el gasoducto de Tratayén a Salliqueló, que este invierno sirvió para evitar enormes gastos en dólares en la importación del gas que fue reemplazado por la producción de Vaca Muerta. Mondino conoce el tema, puesto que ocupa un lugar en el directorio de Pampa Energía, el holding que encabeza Marcelo Mindlin, que es uno de los principales del sector a nivel nacional.

“¿Por qué el gasoducto de Vaca Muerta tiene ser estatal?”, cuestionó Mondino en la semana durante un discurso en un evento de la Unión Industrial Argentina. Con esa intervención no hizo más que ratificar la postura del nuevo gobierno en contra de la intervención estatal en la producción.

El gasoducto en cuestión fue construido este año con fondos públicos luego de varios años en los que no se consiguieron inversiones privadas para el proyecto.

En otro orden, Mondino garantizó que las empresas dispondrán libremente de los dólares de las exportaciones que hagan a diferencia de lo que sucedió hasta ahora: las exportadoras deben liquidar los dólares de sus transacciones, por los que el Banco Central les entrega pesos, al tipo de cambio fijado para el sector.

El rol sindical
El papel de los sindicatos petroleros ha sido clave en los dos cambios presidenciales que se produjeron desde que existe la producción en Vaca Muerta. Para el tercero, que se producirá el 10 de diciembre, las expectativas sobre los representantes de los trabajadores son grandes.

En principio, los líderes del Sindicato de Petroleros Privados, Marcelo Rucci, y de Petroleros Jerárquicos, Manuel Arévalo, se mantuvieron en silencio sobre la victoria de Javier Milei en el balotaje. En campaña, los petroleros jugaron del lado del peronista Sergio Massa.

Con los resultados puestos, quien se expresó fue el histórico sindicalista petrolero Guillermo Pereyra, quien preside la Confederación de gremios del sector energético del país. Dijo que los gremios tienen que acompañar la gestión de Milei porque es fruto de la voluntad popular expresada en las urnas.

Fuente: La Mañana Neuquén