Comodoro: Evalúan los primeros datos de la etapa piloto del Censo Municipal

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El trabajo abarcó el relevamiento de tres barrios de la Zona Norte y será la base para diagramar la técnica y procedimientos para el censo masivo que la ciudad requiere. Sobreviene ahora una etapa de evaluación del trabajo realizado por un equipo de 16 estudiantes de la Universidad Nacional de la Patagonia de las carreras de Geografía e Informática coordinados por cuatro directivos en un equipo a cargo de Mirta Más, responsable de la cátedra de Estadísticas de la Facultad de Ciencias Económicas y el investigador Juan Manuel Diez Tetamanti.

El 20 de octubre se lanzó el Censo Municipal, anunciado por la actual gestión en cuanto se conocieron los números del Censo Nacional 2010, que arrojó para Comodoro un total de 177.038 habitantes. Con la cifra de base para peticionar distribución de la renta y servicios como salud, educación y seguridad además de obras de infraestructura, el anuncio se había dado cuando el actual intendente, Néstor Di Pierro, era apenas candidato, y más allá de los condimentos políticos del nuevo relevamiento y el hecho de que se inicie en un año electoral, lo cierto es que finalmente un equipo técnico de especialistas de la Universidad de la Patagonia tiene a cargo la tarea de dilucidar cuántos son verdaderamente los comodorenses.

El anuncio de que esta primera etapa sólo abarcaría tres barrios de la Zona Norte desencantó a muchos a priori, dada la expectativa del caso. Sin embargo, Mirta Más fue clara al explicar los porqué de una operatoria que necesita aceitarse, eliminar defectos, y ponderar los recursos humanos y económicos necesarios para poder efectuar un conteo masivo con el menor margen de error posible, y que se encuentra bastante alejado del equipo de 16 relevadores, data entrys y supervisores que trabajaron estos últimos diez días llevando y trayendo planillas a sus casas e ingresando los datos en sus propias computadoras, dado que por ahora, es sólo una proyección poder contar con un Centro de Cómputos tan indispensable para la tarea, y al menos 100 relevadores en terreno.

TRES BARRIOS

El trabajo de campo realizado en esta primera etapa abarcó el conteo poblacional de los barrios de Astra, Diadema y Caleta Córdova, en el que no sólo se desarrolló un relevamiento poblacional y de hogares, sino también las características de las viviendas, las caracterizaciones de sus habitantes y preguntas vinculadas a los servicios de salud y seguridad.

Así, el muestreo no sólo contiene los tan ansiados datos duros vinculados a la cantidad de población, sino la estimación a modo de encuesta sobre otros dos indicadores sociales básicos.

Más expuso que concluida esta primera etapa, durante esta semana que comienza se realizarán las reuniones de autoevaluación del trabajo del equipo y se trazará un plan de mejoras en el relevamiento.

“Algunas cosas me parece a mí que no salieron bien. Hay que reverlas y hacer un plan de mejoras para eso”, explicó al enfatizar que si bien el conteo poblacional es el objetivo básico, el de esta etapa es justamente optimizar el proceso, preparándolo para la masividad que sobrevendrá luego. Es que aclaró que el proceso censal se pensó en una primera instancia con plazos de octubre a abril próximo, aunque con un abordaje masivo tal plazo se acortaría.

Ello implicará multiplicar por diez el equipo que se abocó al relevamiento y carga de datos en este proceso inicial y su correlato presupuestario y de equipamiento como el Centro de Cómputos que reemplaza el trabajo casi artesanal de esta instancia, además de recursos para atender otros imponderables como el ingreso a determinados sectores que pudieran ser problemáticos -a pesar de que destacó que no se registraron resistencias al censo en esta etapa piloto- y los perros, que subrayó como un gran inconveniente en este tipo de tareas.

DIFERENCIA DE DATOS

Claramente hay diferencias entre los censos nacionales y el local, en etapa de optimización. La especialista en estadísticas explicó que mientras el INDEC parte con un relevamiento pre censal que incluye listados de viviendas, sobre la que un “listado” añade las nuevas, para que el día del relevamiento propiamente dicho -que se efectúa en una sola jornada, declarada feriado para facilitar la tarea- los relevadores cuenten con sus planos actualizados. Además, Más destacó que los datos obtenidos se ingresan en las bases con poca supervisión, justamente a raíz de las pocas horas que dura el operativo.

El equipo de Universidad no efectuó en cambio tareas pre censales, dado que con nuevas metodologías cartográficas el mismo censista concentra las dos tareas. “Eso nos diferencia, no vamos a salir masivamente en un día y medio, lo nuestro no será así, aunque el objetivo fundamental es el conteo de personas” explicó, señalando por ejemplo que el equipo abocado al relevamiento trabajó además en horarios diurnos -hasta las 18-, en función de la cobertura de seguros que requería la tarea, mientras que en el proceso intervinieron imponderables, como el hecho de que coincidiera el relevamiento con la toma de la Universidad.

Esas son las evaluaciones que se realizarán ahora para optimizar la metodología, en la que otro dato a considerar es el número de hogares transitoriamente desocupados que se encuentren en el momento del relevamiento, dado que en tal caso son otros los recursos que se necesitan como previsión laboral para los fines de semana, y la cobertura del seguro también en esos días (y sus nuevos costos).

Fuente: El Patagónico