Concejales de Rosario quieren que se les cobre una tasa a locales deshabitados

El proyecto busca evitar la especulación en medio de un marcado déficit habitacional y persianas bajas. Se aplicaría a viviendas y comercios.

El proyecto busca evitar la especulación en medio de un marcado déficit habitacional y persianas bajas. Se aplicaría a viviendas y comercios.

El ladrillo ocioso podría cambiar su destino si prospera una iniciativa que dispone el cobro de una tasa extra a las viviendas deshabitadas. La iniciativa se presentó ayer en el Concejo y tiene un objetivo de máxima: articular dos situaciones tan complejas como enfrentadas en la realidad socioeconómica de la ciudad, como la necesidad de alquilar y la especulación basada en los inmuebles.

La idea viene impulsada por el edil justicialista Carlos Cossia y el presidente del Concejo Municipal, el socialista Miguel Zamarini. Y ambos abundaron sobre el espíritu de la flamante propuesta: «Cobrar una tasa extra a inmuebles deshabitados para paliar, de ese modo, la problemática en los costos de alquileres y la gran cantidad de propiedades ociosas que existen en Rosario».

Para poner en acto esta declaración de principios, Cossia y Zamarini, solicitaron ayer al Palacio de los Leones un informe que esperan recibir a la brevedad.

Se trata de conocer, de primera mano, lo que se infiere de los carteles de alquiler y de los locales con persianas bajas.

«Pedimos que nos informen la cantidad de viviendas y locales comerciales que se hallan sin ocupación», sintetizaron los ediles. Y dijeron que ese dato se convertirá en el núcleo duro del proyecto, porque el próximo paso será establecer, desde la Dirección de Asuntos Jurídicos municipal, el cobro de una tasa a los que permanezcan sin habitarse por un tiempo prolongado. Ese lapso será establecido por la propia Intendencia.

En ese sentido, se encuentra el proyecto presentado por la concejala María Eugenia Shcmuk en mayo de 2013, quien solicitó un pedido similar y, actualmente, se está debatiendo en la comisión de Presupuesto.

Especulación.

Lucrar con un bien más allá del sentido común puede convertirse en el peor rostro de las transacciones. Si lo que está en el medio es el techo, es probable que se encienda una alerta.

«Hace pocos años Rosario vivió un boom inmobiliario y se construyeron cerca de 40 mil metros cuadrados en altura, de los cuales un 30 por ciento no ingresó al mercado inmobiliario», describió Cossia.

Según el edil del PJ, «muchas de esas unidades fueron adquiridas por inversores o arrendatarios que por, dedicarse a otro tipo de negocios, no buscan una renta por la vivienda adquirida y prefieren tenerla deshabitada». En el extremo opuesto, se destaca un déficit habitacional en ascenso.

¿Cómo articular ambas situaciones con provecho para la gente? «Es necesario buscar una solución que permita equiparar las posibilidades de quienes hoy no consiguen gozar de una vivienda digna y, además, darle utilidad a la cantidad de propiedades deshabitadas producto, en algunos casos, de la especulación», fundamentó.

Zamarini resaltó la necesidad de intervenir en la problemática de los alquileres y recordó el proyecto presentado para realizar una audiencia pública en el Concejo. «El promedio de aumento de un año a otro superó largamente la inflación y, en algunos casos, es exorbitante y abusivo», señaló.

El socialista dijo, además, que según los informes relevados, en la ciudad ya existen más de 1.300 locales comerciales desocupados.

«Esta situación puede generar una recesión laboral que no estamos dispuestos a tolerar», enfatizó el titular del Concejo.

Ahora, en suelo urbano acotado, la iniciativa busca hacerse un lugar.

Fuente: La Capital