Controlan calles de Bahía Blanca con cámaras que identifican las patentes para conocer si están en falta

El sistema de reconocimiento es automático y casi no necesita intervención humana.

El sistema de reconocimiento es automático y casi no necesita intervención humana.

El próximo paso es acceder online a los registros del Ministerio de Seguridad.

En alguna parte de la avenida Cabrera, una nueva cámara de seguridad está filmando a todos los autos que pasan, y detectando y reconociendo en tiempo real el número de sus patentes.

¿Para qué? Para detectar si, por ejemplo, alguno de esos vehículos tiene algún problema con la justicia, según explican el subsecretario comunal de Gobierno, Andrés Castillo, y el titular de Gobierno Abierto, Esteban Mirofsky, impulsores de esta iniciativa.

La de Cabrera no es la única. Hay otras 4 en lugares que no se pueden revelar por “cuestiones de seguridad”, dice Mirofsky.

“La idea es crear un anillo de seguridad en los accesos a Bahía”, añade Castillo.

Cómo actúa el sistema

En la pantalla de una computadora del Sistema de Prevención y Vigilancia (Siprevi) van apareciendo autos y sus patentes: XXX-111, YYY-222, ZZZ-444… Muchas patentes. Por ahora, debajo de cada una aparece la leyenda “no en la lista”.

El sistema de reconocimiento es automático, usa una tecnología llamada video analytics (análisis de video) y casi no necesita intervención humana.

Cuando el programa detecta una matrícula que está en “la lista negra”, se emite una alarma y ahí actúa un operador del Siprevi.

La “lista negra” es la base de datos con los vehículos sobre los cuales pesan pedidos de secuestro por diferentes delitos. Aún falta que el Ministerio de Seguridad de la Provincia les dé acceso online a esos registros.

“No analizamos información sobre autos que no tengan pedido de secuestro”, asegura Mirofsky. Pero las patentes que no están en esa lista igual van a quedar almacenadas en el Siprevi, aunque todavía no definieron por cuánto tiempo.

Dice Mirofsky que de la misma forma que escanean patentes, pueden contar autos y saber a qué velocidades andan. Por ejemplo, la cámara de Cabrera calculó que entre las 8 y las 9 del sábado, la velocidad promedio fue de 19 km/h y que en una mañana habían pasado más de 2.000 autos por uno de sus carriles.

También puede detectar “situaciones que no son normales”. Si un vehículo se estaciona sobre una zona no permitida, se dispara una alerta. Si un auto se detiene más de uno o dos minutos frente a un banco. Alerta. Si una persona merodea una zona. Alerta. Una pelea. Alerta.

“Y todavía no arrancamos con la detección de rostros”, advierte Mirofsky.

¿Y la privacidad?

Para Castillo y Mirofsky, no hay una preocupación en la sociedad bahiense sobre la falta de privacidad que implica estar filmados, teniendo en cuenta que a este sistema en fase de prueba se le suman las ya funcionales 230 cámaras de seguridad, las del programa Noches seguras, que filman los boliches y son públicas, las 180 instaladas en algunas líneas de colectivos, y las de los 5 radares fijos en avenidas y otros 4 en semáforos para hacer fotomultas.

“Funciona en todo el mundo y nosotros nos sumamos –dice Castillo–. Todo el tiempo nos están pidiendo que instalemos más cámaras. El bahiense quiere protección y esa es su mayor preocupación.”

Por ahora, nadie en Bahía levantó la voz sobre los límites que debe tener la videovigilancia. Mientras, las cámaras se multiplican y se va perfeccionando el manejo.

Fuente: La Nueva