Corrientes: Dos bibliotecas libres en la ciudad esperan por más lectores y libros

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La primera fue inaugurada a mediados de enero pasado en la Costanera Sur. La segunda un poco después en la plazoleta Italia. La consigna es acercar un texto y llevarse otro, para así seguir fomentando la lectura en grandes y chicos. Son las primeras de la Argentina en la vía pública.

Dos muebles pequeños color rojo, prefabricados por los impulsores de la iniciativa, se convirtieron hace meses en las primeras bibliotecas libres del país instaladas en Corrientes. El primero llegó a la Costanera Sur a mediados de enero y el segundo meses después a la plazoleta Italia, ubicada a sólo metros del puerto capitalino.

La consigna es acercar un texto y llevarse otro, cualquiera sea el estilo, tamaño y costo de ambos. Lo importante es contribuir con la pasión de la lectura e impulsarla para el acceso de todos, ya sean grandes o chicos.

“La biblioteca libre es una buena oportunidad para despojarse de algunos libros que ya les están ocupando espacio en la casa, que ya los leyeron y pueden intercambiarlos por otros que no han leído aun. Apostamos a que más cantidad de personas sigan apoyando un proyecto como este que promueve la lectura y la educación”, dijo a época el joven que impulsó la iniciativa en Corrientes, Pablo Morales Andreau.

“La biblioteca libre es un mueblecito que va en la vía pública que está lleno de libros que son gratis. No tiene llave ni candado, ni nadie que lo cuide, podes sacar libros y colocar otros, esa es la idea. Apostamos a que la gente los cuide y no quede nunca vacío”, agregó destacando que hasta ahora el balance es positivo.

“En estos meses podemos decir que hay un promedio bueno de libros, está habiendo un uso correcto y con el tiempo estoy seguro que cada biblioteca libre va a estar llena, apostamos a eso”, expresó Morales Andreau.

Llamó así a la colaboración y la solidaridad de los correntinos para contribuir con este proyecto que fue autofinanciado por vecinos a través de al venta de rifas por un valor de $10.

Cada biblioteca tuvo un costo de 2.500 pesos y llevó alrededor de dos semanas juntar la plata para el primer mueble. “Luego de tener el mueble y los libros fui a la Municipalidad y solicité el permiso para ponerlo en la vía pública y la Subsecretaría de Turismo me lo dio”, contó el joven generador de este propósito.

Ahora ya incluso hay escuelas capitalinas que han imitado la propuesta y también instalaron bibliotecas móviles en el establecimiento escolar como es el caso de la Escuela Nº139 “Ambrosio Acosta”.

Idea original

La idea original nació en Alemania en el año 2010, pero Morales Andreau se enteró un año después por amigos que tenía en ese país y consideró que podría ser una oferta interesante en la provincia. Con la finalidad de volver a darle valor a los libros que están en los hogares y no serán leídos, esta idea incentiva a la sociedad correntina a que acceda a la lectura y de esta manera pueda compartir y generar conciencia solidaria.

En Alemania, hay actualmente unas 70, llamadas öffentliche Bücherschränke, ubicadas en diversas ciudades. Desde 2010 han comenzado a ser instaladas también en Austria y Suiza.

Características

En las bibliotecas libres, los libros son aportados por quienes deseen colaborar y pueden ser devueltos una vez leídos, o apropiados. El uso de estas bibliotecas carece de reglas explícitas o implícitas. Algunas son “apadrinadas” por personas que voluntariamente realizan pequeñas tareas de mantenimiento de forma gratuita.

Se anima y encoraja a las personas a llevarse un libro y dejar otro, para que así siempre haya algún libro para la persona que llegue después.

Según una investigación realizada por la cátedra de Economía del Consumo de la Universidad de Bonn (Alemania), el sistema de la biblioteca libre es ampliamente aceptado por la población, los casos de vandalismo son muy poco frecuentes y podría ser útil de implementar con otro tipo de productos.

En el caso argentino, la instalación no recibió apoyo económico del Gobierno, sino que se financió de manera autogestionada a través de la venta de bonos de contribución. La única ayuda que se requiere por parte del Estado es la habilitación y autorización correspondiente para poder colocar la biblioteca en la vía pública.

Algunos de sus beneficios

– Incremento de la lectura (especialmente en las generaciones más jóvenes) debido a esta metodología tan atractiva y creativa.

– Incremento en las ventas de libros. Lejos de perjudicar a las personas que venden libros, esta iniciativa los beneficia. Al promover la lectura se incrementa la demanda de libros y, por ende, se incrementa también la compra de libros.

– Mayor público para los negocios cercanos a una biblioteca libre. Un bar, cafetería o restaurante se beneficiaría directamente al estar ubicado cerca de una biblioteca Libre, debido a la constante y a veces gran concentración de gente que estas provocan.

– Beneficios para las empresas que apoyen la iniciativa: las empresas privadas que apoyen la iniciativa a cambio de un espacio publicitario (en el mueble urbano) obtendrán beneficios de todo tipo: es una excelente manera de hacer publicidad y dar a conocer su empresa, el apoyar este tipo de iniciativas sociales le dará a su empresa prestigio y buena aceptación social.

– Favorece la socialización ya que es un excelente espacio para socializar e intercambiar opiniones y puntos de vista sobre los libros y la realidad social.

– Ayuda a concientizar y difundir la idea de propiedad compartida o bien común, ya que el mueble no es de nadie en particular, pero si es de todos y tiene por fin ser un servicio gratuito que puede ser utilizado por quien sea y que debe ser cuidado por todos.

Fuente: Diario Epoca