Crece la demanda en los comedores de Neuquén por aumento de la pobreza infantil

Un estudio privado asegura que el 41,57% de los menores de edad sufren carencias en Neuquén. La provincia lidera el índice de la Patagonia.

Un estudio privado asegura que el 41,57% de los menores de edad sufren carencias en Neuquén. La provincia lidera el índice de la Patagonia.

En el oeste de la capital neuquina un comedor solidario recibe a una veintena de chicos. Con ayuda de la comunidad garantizan el plato de comida.

Se acerca el mediodía y la plaza ubicada en la calle Guillermo Tevez, esquina Necochea, se puebla de niños. Allí juegan un rato, corren, pelean y alguno que otro termina llorando. A las 12:30 un penetrante olor a hamburguesa sale del interior de un horno pizzero. Desde una casa cercana vuela, a través del aire frío del otoño, y les avisa a los chicos que su almuerzo está listo. Quizás la única comida del día.

El comedor es humilde, se construyó en el garaje de la casa de una vecina. La fachada es de color rosado y a duras penas se pueden leer las inscripciones: “Comedor Solidario de Doña Julia”. Julia Mena es la encargada del lugar, en el barrio Cuenca XV, y allí recibe a diario a una veintena de pequeños que salen de la escuela o que no pueden alimentarse en sus casas.

El caso refleja una realidad que creció en los últimos meses en todo el país. La pobreza y la indigencia impactan con mayor fuerza a los menores de edad. Un estudio del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (Cippec), con base en Córdoba, que tomó los datos del tercer trimestre de 2016 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), asegura que casi 6 millones de en niños y adolescentes de 0 a 17 años son pobres.

Neuquén lidera el ranking de la Patagonia. Según los datos del Cippec el 41,57% de los menores de edad de la provincia (82.000) se encuentran bajo la línea de pobreza. El promedio general del país es de 46,06% por lo que para los especialistas se “ratifica el fenómeno de infantilización de la pobreza”. Si se agregan los datos de indigencia el cuadro social se agrava.

Más bocas que alimentar

En el comedor “Doña Julia” no hay límites de edad y las reglas del juego son claras, dentro del comedor las discusiones están proscritas: “acá no se habla de fútbol, ni de política, no se dicen malas palabras, no se pelea. Los chicos vienen y comen, repiten el plato las veces que se pueda y después se van”, comentó la mujer.

La experiencia comenzó en el año 2000 con tres chicos.

“Yo sé lo que es la calle, a mi me abandonaron cuando nací y es algo que no le deseo a nadie”, comentó Julia y asegura que lo único que la mueve todos los días es pensar “la panza de esos chicos”.

La mayoría de los aportes son de la comunidad, Julia se las arregla siempre para conseguir algo. Hace poco menos de un año recibe algunos alimentos por parte del gobierno provincial, dos kilos de carne y otros dos kilos de pan por día, los lunes le envían verduras y recibe un plan de 1.000 pesos que “no alcanza para mucho”.

Apoyo desinteresado
Cómo ayudar
Julia pide colaboración con alimentos, algunos muebles para almacenar la mercadería y artículos de cocina. “Necesitamos también una maquina de coser, porque recibimos mucha ropa rota que podemos usar para fabricar acolchados para los chicos. La idea es intercambiar eso por alguna colaboración”. Llamar al teléfono: 154206498

Fuente: Río Negro