Crisis de la madera en Corrientes: Aserradero de Santo Tomé presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis y hay 32 empleos en riesgo

La empresa Forestal Santo Tomé, ubicada sobre la Ruta Nacional 14, podría cesar sus operaciones tras declarar su incapacidad financiera.

La empresa Forestal Santo Tomé, ubicada sobre la Ruta Nacional 14, podría cesar sus operaciones tras declarar su incapacidad financiera. La situación pone en jaque a 32 operarios y genera preocupación en una localidad que depende históricamente de la industria maderera. El propietario del aserradero es el actual presidente de la Asociación de Industriales Madereros y Afines (AIMA), entidad que lleva varios meses advirtiendo de la crítica situación que enfrentan las PyMEs madereras, al igual que las cámaras madereras de Misiones.

El aserradero Forestal Santo Tomé, uno de los principales establecimientos industriales de la localidad correntina de Santo Tomé, presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo de la provincia, poniendo en riesgo 32 puestos de trabajo.

La medida fue tomada como consecuencia de la caída del consumo, el encarecimiento de costos operativos y la falta de competitividad que enfrenta el sector.

La planta, ubicada en el kilómetro 686 de la Ruta Nacional 14, pertenece al empresario Raúl Falero, actual presidente de la Asociación de Industriales Madereros y Afines (AIMA).

Falero venía advirtiendo desde hace tiempo sobre la crítica situación que atraviesan las PyMEs del sector: el impacto de la paralización de la obra pública nacional, la suba de costos logísticos y energéticos, el tipo de cambio que desalienta las exportaciones, y la sobreoferta en el mercado interno.

El documento presentado formaliza la incapacidad financiera y económica de la firma para continuar operando, lo que incluye la imposibilidad de afrontar el pago de salarios y otras obligaciones básicas.

Según fuentes locales, esta situación podría marcar el inicio de un colapso más profundo en la región, ya golpeada por la crisis macroeconómica nacional.

Santo Tomé cuenta con 13 aserraderos registrados en AIMA, y depende históricamente de la industria forestal como motor de empleo y desarrollo. La posibilidad de cierre de uno de estos establecimientos genera alarma entre los trabajadores y la comunidad.

El diario Época informó que representantes del sector relacionan este deterioro a medidas como la paralización de la obra pública nacional, impulsada por el gobierno de Javier Milei, y un tipo de cambio desfavorable para las exportaciones.

A esto se suman los altos costos energéticos y logísticos, la presión impositiva y un mercado interno saturado por la sobreoferta, según diagnósticos de empresarios del rubro.

El eventual cierre implicaría un golpe económico directo y un daño profundo al tejido social de Santo Tomé, donde el empleo formal es escaso y las alternativas laborales, limitadas.
Desde la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (APICOFOM) también alertaron que muchas empresas venden por debajo del punto de equilibrio: “Ya no hay rentabilidad. La continuidad de numerosas firmas está seriamente comprometida”, expresaron.

La situación no es aislada
La crisis golpea de lleno a las economías regionales donde la madera es clave: Misiones, Corrientes, Chaco, Entre Ríos, Santa Fe y Santiago del Estero. “Cada aserradero que cierra es una comunidad que pierde oportunidades”, sostuvo recientemente Fernando Couto, de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA).

Con caídas de hasta un 40% en los niveles de producción y fábricas que operan a menos del 50% de su capacidad, el sector de la madera y el mueble enfrenta un escenario de despidos masivos, cierres inminentes y la ruptura de una cadena de valor vital para cientos de localidades del interior argentino.

Fuente: Misiones Online