Crisis en Allen: protestas por falta de agua y polémica por basura que llegó a Fernández Oro

Vecinos cortaron un acceso al basural en reclamo por la falta del servicio básico, mientras crece la tensión por el destino de los residuos acumulados en la ciudad.

Vecinos cortaron un acceso al basural en reclamo por la falta del servicio básico, mientras crece la tensión por el destino de los residuos acumulados en la ciudad.

La gestión del intendente de Allen, Marcelo Román, atraviesa otro momento crítico. A la parálisis de servicios provocada por el paro de trabajadores municipales y la clausura de los camiones del corralón, se sumó las protestas vecinales por la falta de agua potable y el ingreso no autorizado de residuos al basural de Fernández Oro.

La basura comenzó a acumularse en las esquinas de Allen tras la reducción del servicio de colección por parte de los trabajadores municipales en reclamo por mejores condiciones laborales y la clausura de los vehículos del corralón por parte de Provincia.

Frente a esta situación el propio intendente, junto a un concejal, salió con un camión particular a levantar bolsas en la vía pública. Sin embargo, el panorama se complicó aún más cuando un grupo de vecinos de los barrios Aeroclub y Huemul decidió cortar una de las calles de acceso al basural. Denuncian que llevan meses sin agua y que las soluciones que se prometen «nunca llegan».

En paralelo, aparecieron tensiones con la localidad vecina de Fernández Oro, donde el intendente Gustavo Amati confirmó a Diario RÍO NEGRO el ingreso de un camión particular con residuos provenientes de Allen sin autorización ni identificación.

Tensión con Fernández Oro por el ingreso de basura
La crisis de Allen también salpicó a la vecina localidad de Fernández Oro, donde el intendente Gustavo Amati confirmó a este medio que hace unos días, un camión que llevaba residuos de Allen ingresó sin autorización ni aviso. Según relató, se enteraron por una radio local de que estaban enviando vehículos particulares desde Allen y lograron frenar al segundo.

“Nos llegó el aviso y dimos alerta al personal. Pudimos detener el ingreso antes de que ingresara”, explicó Amati, quien subrayó que nunca se le pidió autorización al municipio orense para disponer basura en su predio.

El jefe comunal destacó que desde su gestión trabajan para ordenar el basural y evitar que se repitan los desbordes de años anteriores. “Tenemos cinco trabajadores que se turnan las 24 horas. Acondicionamos una casilla con todas las comodidades para que controlen lo que pasa en el predio”, detalló.

Amati señaló que los guardias organizan la descarga de los vecinos de Oro para mantener cierto orden. Además, aclaró que cualquier transporte de basura desde otra localidad debe pagar y pasar por un control de la dirección de Ambiente. “Se evalúa la cantidad y si es viable el ingreso. La idea es reducir los residuos a partir del reciclaje”, remarcó.

El intendente señaló que el municipio «no tiene problema en ayudar a un municipio vecino», pero que con la finalidad de mantener el orden pide que se solicite con tiempo así pueden evaluar con la dirección de ambiente las posibilidades de recibir determinada cantidad de residuo.

Vecinos de Allen cortaron uno de los accesos al basural en reclamo por la falta de agua potable

El conflicto tomó fuerza en los barrios Aeroclub y Huemul, donde las familias vienen reclamando desde hace meses el acceso a agua potable. La falta del servicio básico derivó en el corte de uno de los caminos que lleva al basural de Allen, como medida de presión para «obtener respuestas».

Ante el avance de la protesta, Provincia envió dos camiones cisterna para abastecer de manera provisoria. Sin embargo, los vecinos aseguran que el problema es mucho más profundo y que se arrastra desde hace años. “Cada gestión promete y después se olvida”, resumió Karina, una de las vecinas que participó de la protesta.

La vecina del barrio Aeroclub explicó que el DPA ya tiene la red de agua en la zona, pero nunca se concretó la conexión. “Nosotros nos organizamos y ofrecimos para comprar los caños, pero pedimos que nos den el agua. Se pasan la pelota entre ellos”, señaló. Además, según contó, actualmente los barrios se abastecen de agua a partir de camiones que manda el municipio. «El reparto de agua era de cuatro veces a la semana, pero la crisis municipal terminó reduciendo las entregas a una sola por semana y cuando el camión se rompe, directamente no viene», afirmó Karina.

También señaló que el servicio es deficiente: “Contrataron un camión sin bomba y hay muchas casas que no pueden cargar”, agregó. El último envío, anunciado como un gesto del gobernador, tampoco resolvió la situación. “El camión se quedaba y tuvieron que llamar a otro del DPA que sí tenía bomba”, relató.

Mientras esperan una solución de fondo, los vecinos evalúan continuar con las medidas de fuerza si no se garantiza el acceso al agua, sin embargo, según explicó Karina «falta acompañamiento de los vecinos»: «Nosotros hicimos el corte y la gente nos trataba mal porque querían ir a tirar la basura, que por el paro de los municipales se acumuló, pero como cortamos la tiraron al costado y ahora está todo contaminado», sostuvo.

«Estamos haciendo corte porque nosotros también somos gente y merecemos también los mismos servicios, no queremos que nos regalen nada, queremos pagar«, afirmó la vecina del barrio afectado.

Fuente. Río Negro