Cuál es la estrategia para que Santa Fe sea un modelo de innovación urbana a escala regional

Los asesores Alejandro Katz y Gabriel Broner dieron precisiones sobre las innovaciones que pretende impulsar el gobierno local del intendente Emilio Jatón. Llegaron a la ciudad para participar de las primeras actividades del Urban Lab.

Los asesores Alejandro Katz y Gabriel Broner dieron precisiones sobre las innovaciones que pretende impulsar el gobierno local del intendente Emilio Jatón. Llegaron a la ciudad para participar de las primeras actividades del Urban Lab. Los problemas y sus posibles soluciones.

Alejandro Katz y Gabriel Broner son dos asesores de gobierno externos que llegaron a Santa Fe para trabajar junto al equipo del intendente Emilio Jatón en la Municipalidad, con el objetivo de innovar en la gestión pública y social. Para ello crearon el año pasado el Urban Lab, un Laboratorio de Innovación y Transformación Urbana, que vincula al sector público con el privado y demás organizaciones sociales. El mismo está integrado por un staff de jóvenes profesionales formados en distintas disciplinas.

«El Laboratorio es un dispositivo que hemos contribuido a crear, cuyo objetivo principal es hacer de la innovación una herramienta privilegiada para las políticas públicas y para la interacción entre lo público y lo privado en la ciudad», explicó Katz, durante una charla de café con El Litoral, en el hotel UNL ATE. El asesor de Jatón es ensayista y editor. Además es analista político y cultural en diversos medios del país y del exterior. Y es profesor en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

«Entendemos que las sociedades deben torcer el rumbo del pasado, pero las herramientas con las que hacíamos las cosas no siempre pueden responder a las dificultades que plantea el tiempo actual», dijo Katz. Por ello es necesaria «la innovación: crear valor social a través de respuestas no pensadas a problemas muchas veces no claramente identificados».

-En ese sentido, ¿Qué es lo que observan como problemática santafesina?

-Santa Fe es una ciudad que tiene todos los dispositivos necesarios para convertirse en una ciudad diferente en la escena argentina, con un sector público robusto en diferentes niveles, un clúster de universidades y ciencia, una trama productiva diversa, rica e innovadora, articula con el sur más industrializado y el norte con más demandas sociales -dijo Katz-. Por todo ello Santa Fe podría ser un modelo de innovación y transformación urbana a escala regional. Y buena parte de los actores tienen la voluntad de profundizar este cambio.

-Santa Fe tiene hoy un perfil como ciudad de eventos, universitaria y de ciencia. ¿Qué debe incorporar a ese perfil?

-Mi experiencia me dice que todos podemos innovar -comenzó su respuesta Broner-. No sólo la Nasa puede innovar, sino cualquiera. Es algo que se puede aprender a través de un método. El punto es conocerlo para atacar los problemas. Y eso es lo que venimos haciendo desde el año pasado con el intendente Jatón. Trabajamos en estos métodos de innovación para impulsar nuevas ideas. Así nació el Urban Lab. Ayer -el jueves de la semana pasada- sentamos en una misma mesa a varios actores de la ciudad para discutir entre todos los problemas, como por ejemplo la basura. Pensamos en cómo transformarla en producto. En la medida que aplique estos métodos, veo que Santa Fe tiene todo para innovar y pase a ser un centro de innovación, algo que crea valor.

Gabriel Broner nació en Argentina y hace más de 30 años vive en Estados Unidos, donde ha tenido roles ejecutivos de tecnología, business e innovación en compañías como Amazon, Microsoft, Silicon Graphics y Ericsson. Ahora decidió establecer vínculos laborales con su país de origen y, en ese sentido, comenzó a trabajar como asesor en innovación de la gestión de Jatón.

-¿Cómo formaron a los equipos que vienen trabajando en Santa Fe?

-En los últimos meses del año pasado realizamos talleres que además involucraron a Jatón y su gabinete, para entender el método de innovación y trabajar juntos. Pensamos problemas de la ciudad, hicimos tormenta de ideas, y definimos cómo avanzar con nuevas ideas. Ayer trabajamos con diferentes grupos aplicando estos métodos de innovación para encontrar nuevas soluciones a los problemas de la ciudad. Pero la innovación a veces fallan, es parte del proceso, pero siempre se genera conocimiento y ello se utiliza para una nueva propuesta -dijo Broner.
La de este jueves fue una nueva reunión de Urban Lab, de la que participaron 120 personas, cuyo eje fue la economía circular. La misma se realizó en la Cámara Argentina de la Construcción.

«Cuando uno piensa en ciudades como Medellín (Colombia), por ejemplo, que ha tenido muchas veces el reconocimiento como la ciudad más innovadora, no está tan claro qué es lo innovador -dice Katz-. Es una ciudad que siempre encara los problemas de manera innovadora. Tenía la tasa de homicidios más alta del mundo. Se podía pensar que la solución era poner más policías y construir más cárceles. Sin embargo construyeron escaleras para que la gente pueda bajar de las montañas para trabajar, y construyeron grandes bibliotecas públicas de primer nivel. Bajaron la violencia a índices extraordinariamente menores. Invirtieron en cultura y comunicación».

Luego agregó Katz el ejemplo de cuando nació el subterráneo. «Nadie se lo imaginó, hasta que alguien lo pensó», dijo. «La innovación es la actitud de asumir el presente problemático y buscar una solución que sale de lo previsto».

-La ciudad de Santa Fe no le encuentra la vuelta a la movilidad urbana. El servicio de transporte público por colectivos está en estado crítico. ¿Qué cree que se puede hacer?

-Si la pregunta es cómo desplazamos gente por la ciudad, la respuesta es más servicios como los colectivos. Si la pregunta es qué queremos como conexión para la ciudad es otra mirada. Pensar si queremos facilitar el vínculo entre el mundo doméstico y el laboral, educativo o recreativo, entre el espacio público y el privado -dijo Katz-. Tenemos que fomentar la idea de sustentabilidad, con un pensamiento disruptivo para que la gente piense en un medio alternativo. Ya no es un problema de colectivos. Tenemos que ver de dónde va la gente y hacia dónde, y por qué. Y si ese es el mejor desplazamiento. La pandemia fue reveladora. Introdujo problemas que no hubiésemos pensado. Debemos ser eficaces en la solución. Así redescubrimos la bicicleta, que además es salud y esto beneficia a los recursos públicos. Entonces, debemos pensar en todas las dimensiones. Allí es donde el problema se complejiza y se vuelve interesante. Personalmente pienso que el transporte es el principal lugar en el que se puede pensar una ciudad hoy en día. Tiene que ver con toda la vida cotidiana. Ciudades como París (Francia) están quitando los coches de las calles. Hubo resistencia pero lo están logrando. Hoy la aceptación es inmensa.

Luego Broner agregó que «desde el punto de vista del transporte, tenemos una visión de ciudad que debemos llevar adelante. Y podemos hacernos la pregunta: cómo ponemos tener más colectivos o cómo logramos el desplazamiento de un modo sostenible. Al cambiar la pregunta surgen ideas diferentes. Podemos cerrar calles para que circulen las bicicletas, como hay hoy en muchas ciudades, como en San Francisco, donde los ciclistas son ciudadanos de primera clase.

-Al buscar innovación se corre el riesgo de fracasar en la solución, y ello en política tiene un costo. ¿Cómo se maneja esto?

-La innovación tiene riesgo y la falla es parte del proceso -contestó Broner-. Cuando enseño, también explico cómo tomar riesgos, fallar y seguir adelante. Por ejemplo, si proponemos una red de ciclovías, no significa que desplegamos una red por la ciudad de la noche a la mañana. Se discute primero en papel con los ciudadanos y a la hora de implementarlo se hace en una calle, en un barrio, y si falla se cambia. Probamos si funciona, y si funciona se replica. Es parte del proceso. Debe haber una cultura que de lugar a ello.

Fuente: El Litoral