Cuarentena: Mendoza dejó de producir más de 25 mil millones de pesos

Consultoras privadas estiman que la actividad económica se redujo a razón de 500 millones de pesos por día.

Consultoras privadas estiman que la actividad económica se redujo a razón de 500 millones de pesos por día.

De acuerdo a estimaciones privadas, Mendoza dejó de producir $ 25.500 millones durante los 51 días que duró la etapa más estricta del aislamiento social preventivo y obligatorio. Desde el Gobierno de Mendoza no avalaron ese número y aseguraron que una gran parte de la producción perdida podrá recuperarse en los próximos meses.

El cálculo fue realizado por el economista José Vargas, titular de la consultora Evaluecon, quien explicó que la actividad económica de la provincia cayó algo menos de lo esperado durante la cuarentena, pese a las restricciones que rigieron -y en muchos casos persisten- sobre las actividades económicas que son consideradas no esenciales. “En un principio pensábamos que se podían perder $ 1.000 millones por día, pero según nuestras estimaciones, la retracción promedió los $ 500 millones diarios. Sumado, son $ 25.500 millones en los 51 días de aislamiento”, explicó.

Cabe recordar, que cuando comenzaron las medidas restrictivas, también el Ieral (Fundación Mediterránea), estimó que se perderían como máximo unos $ 1.000 millones diarios. Para llegar a ese número, el economista Jorge Day recordó que el Producto Bruto Geográfico de Mendoza (estudio que mide el valor de todo lo producido en la provincia durante un año), fue de U$S 16.500 millones en 2019 (U$S 45,2 millones diarios).

Con una economía a “media máquina”, Day calculó en su momento que en el peor de los escenarios, Mendoza podía reducir su producción de U$S 45,2 a U$S 28 millones por día, lo que implicaba la pérdida de U$S 17,2 millones, en su momento equivalentes a $ 1.085 millones (hoy son unos $ 1.186 millones).

Para los especialistas, todo indica que finalmente la economía no sufrió una caída tan profunda, aunque igualmente los números son “devastadores” en comparación con cualquier crisis de la historia. “La pérdida de producción no llegó a los $ 1.000 millones por día porque en el medio algunas tareas se fueron flexibilizando y otras tuvieron alguna inercia gracias a los producido días antes del inicio del aislamiento. Si bien el 20 de marzo se declaró la cuarentena, alguno sectores tenían la posibilidad de terminar de colocar su producción y eso les dio una semana más de gracia”, comentó Vargas.

Se solicitó una medición al Ministerio de Economía de la Provincia, pero desde el Gobierno aun no existe un estudio que mida el impacto de la pandemia sobre el PBG. Sebastián Laza, asesor del Ministerio, indicó que el Estado no puede avalar la medición privada, hasta no tener un análisis preciso de lo ocurrido en cada sector. “El agro ha tenido un ritmo de actividad casi normal, mientras que el quedó frenado en un 100%. Hay que relevar cada caso en particular”, comentó.

Las consecuencias
La Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE) tendrá la palabra final a la hora de definir cuánto dejó de producir la provincia realmente a causa del coronavirus (se sabrá cuando publique el PBG 2019), pero las consecuencias del freno de la actividad se sienten ahora.

Jorge Day, explicó que el primer efecto negativo de la menor producción es la reducción en el nivel de ingresos, tanto para el empresario, como para el empleado y el gobierno. “De esas tres ramas, la que menos ha sufrido por el momento, es la de los trabajadores del sector privado registrado, que tienen un sueldo fijo y en el peor de los casos han cobrado el 80% de su salario habitual. Los informales, en cambio, están en una situación mucho más delicada”, indicó.

“En lo que respecta a los empresarios, la caída del nivel de ingresos ha sido sustancial y muy difícil de manejar. Lo mismo ha pasado con el Estado, que por supuesto ha recaudado mucho menos de lo presupuestado, principalmente en Ingresos Brutos y Sellos, dos impuestos relacionados a la actividad económica”, continuó.

“Todo esto lleva a una inevitable caída en el volumen y la calidad del consumo, lo que seguirá golpeando a la actividad económica en general”, subrayó el economista del Ieral.

Se mostró de acuerdo José Vargas, hizo foco sobre las dificultades del sector empresario para pagar los sueldos. “La mayoría de los sectores no tuvo problema pagar los salarios de marzo, lo que ayudó a que la caída económica no se sintiera tanto al principio, pero el escenario cambió mucho en abril. Muchos contadores comentan que a partir de ese mes se empezó a notar una fuerte la cantidad de cheques rebotados”, señaló.

“Ahora sí la situación es crítica. El bono de $ 10.000 y los créditos al 24% son paliativos, pero no solucionan los problemas. Por si fuera poco, AFIP no tuvo consideración con los impuestos. El 931 se debe pagar igual y muchas empresas ya están asfixiadas”, apuntó.

“Al Estado también le va a doler mucho la menor productividad de la provincia y la baja del consumo, porque no tendrá generación de ingresos genuinos. Eso va a golpear a la obra pública, los servicios y salarios del sector público”, aseguró.

Sebastián Laza coincidió en que “la situación es delicada”, pero se mostró optimista de cara al futuro. “Un gran parte de la producción perdida se puede recuperar en los sucesivos meses. Ahora las industrias están todas habilitadas. Las bodegas y las conserveras, por ejemplo, pueden recuperar lo que no hicieron antes”, opinó.

“Son muchos los sectores que en estos meses van a ir recuperando. El comercio sí va a tener un año complicado y el turismo será nulo, pero de a poco la economía se irá reactivando”, remarcó el asesor del Ministerio de Economía.

Fuente: LOs Andes