Del desabastecimiento al invierno sin leña: ¿cómo es vivir en El Sauce durante la pandemia?

Esta localidad de 500 personas tiene el supermercado a 25 kilómetros. Tras el aislamiento, no se podían proveer y ahora, con la flexibilización, el problema es otro: sobrevivir al frío.

Esta localidad de 500 personas tiene el supermercado a 25 kilómetros. Tras el aislamiento, no se podían proveer y ahora, con la flexibilización, el problema es otro: sobrevivir al frío.

El 20 de marzo fue el día en que la rutas se cerraron e Ivana, de 30 años, ya no podía ir al supermercado. Ella, al igual que los 500 vecinos que viven en El Sauce, ya no podía hacer los 25 kilómetros para ir a Picún Leufú, la localidad en la que se abastecen. La flexibilización solucionó ese problema, pero ahora llegó el frío y los agarró sin leña.

“Vivir en un asentamiento pequeño trae complicaciones que la pandemia las agudizó”, aseguró esta joven que trabaja y vive en la localidad hace algunos años. Los problemas desde que apareció el coronavirus en su vida se presentaron uno tras otro. Primero la ruta cerrada, luego el camino en mal estado, el desempleo de su marido y ahora el frío: “Si para fin de mes no traen más leña, la vamos a pasar mal”.

El Sauce está a 25 kilómetros por ruta de ripio de Picún Leufú. Allí es a donde las familias van al supermercado y tras declarar el aislamiento preventivo, social y obligatorio la imposibilidad de comprar los elementos necesarios causó los primeros dolores de cabeza de Ivana y de su familia.

Pudieron hacer una gran compra y aguantaron allí hasta que la cuarentena se flexibilizó. Pero las barreras para su familia no se terminaron ahí. “Por la pandemia, nadie pasó la máquina en la ruta. Estaba intransitable”, agregó y explicó que debían hacer el camino con mucho cuidado o con camionetas de algunos de los vecinos.

Tras solucionar ese inconveniente y en medio del freno en la economía mundial que provocó el virus, Ivana se enteró que su esposo quedó desempleado: “Lo echaron”. Este fue el siguiente problema que la familia logró solucionar, en medio de la desesperación que la falta de trabajo ya de por sí genera. “Por suerte, ahora se puso a hacer changas en Picún”, contó.

Ivana pasa la cuarentena junto con sus padres, de 50 y 70 años; su hermana, de 18; su esposo; y su hija, de 11. “En medio de las crisis que fuimos solucionando o aguantamos para que se solucione, la imposibilidad de tener internet hace que se dificulte la enseñanza de los niños, tanto de mi hija como de mi hermana”, enfatizó y explicó que “de las 22 a las 3 de la mañana es imposible conectarse”.

Al parecer, la joven de 18 y la de 11 tienen que ingresar a las plataformas educativas en un horario donde no haya sobresaturación de la señal en El Sauce: entre las 3 y 7 de la mañana, es el horario ideal.

Más allá de la gravedad y las soluciones que esta familia encontró, Ivana resaltó: “Lo bueno de ser pocos y estar aislados, es que el virus nunca llegó acá. Y más allá de estar tranquilos, El Sauce respetó siempre las medidas de seguridad sanitarias que bajaron desde Nación y desde Provincia”.

Cuando parecía que la cuarentena por coronavirus se flexibilizaba y llegaría la solución en Neuquén, el rebrote de casos amenazó con eso y se sumó al inicio del invierno. “Lo que ahora nos preocupa es el frío, la gente no puede salir a buscar leña, ya es tarde para eso”, explicó.

Si bien se organizaron y talaron para poder proveerse, Ivana describió que “con lo que hay no alcanza” y proyectó: “Si desde Provincia no nos bajan más leña, con lo que hay tiramos 30 días nomás”.

La Comisión de Fomento de El Sauce es la que se encarga de repartir a las personas que necesiten: “Todos los años el gobierno provincial nos da y con eso alcanza. Porque se les suministra solo a aquellas personas que realmente no pueden conseguir, pero con esta pandemia y las restricciones que pusieron nadie pudo salir a recolectar en tiempo y forma”, expuso.

De la suspensión de la Fiesta provincial a la reactivación de la economía
Diez días antes de que comenzara el aislamiento preventivo y social, la Fiesta provincial del Choclo y la Humita, que se realiza hace 16 años allí, El Sauce informó: “A todo el público que nos visita cada año que lamentablemente nos hemos vistos en la obligación de suspender nuestra fiesta debido al pedido que hizo hoy (10/03) el Señor Gobernador de nuestra provincia de suspender o reprogramar fechas de todos los eventos multitudinarios que estaban programados dicho pedido es por prevención por los casos de coronavirus que se han registrado”.

Esta suspensión generó que las personas que trabajan de esos productos queden sin sus ingresos anuales, “una gran fuerte de ahorro”. “Lo problemático fue que lo suspendieron cuatro días antes que empiece”, explicó Ivana, mientras contó que mucha de esa mercadería se la repartieron y vendieron dentro de la localidad “o a donde pudieran”.

“La mayoría de la gente de acá vive del empleo público”, explicó Ivana y le quitó protagonismo a la crisis económica. “El problema que tenemos acá es cómo vamos a paliar el frío este invierno que recién arranca”, se preguntó.

Ivana tiene esperanzas en lo que vendrá, aseguró que cree en «Dios» y que por eso nunca tuvo «miedo”, y concluyó con un mensaje esperanzador: “Yo creo que la situación va a seguir evolucionando bien y todo esto pronto se va a acabar”.

Fuente: La Mañana Neuquén