Denuncian que avanza el recorte en el Plan de Natación de escuelas porteñas

La justicia había ordenado al ministerio de Soledad Acuña que la escuela Álvarez Thomas continuara enseñando a nadar a los chicos de nivel inicial. La cartera interpretó parcialmente la medida y sólo la hizo efectiva durante el primer cuatrimestre.

La justicia había ordenado al ministerio de Soledad Acuña que la escuela Álvarez Thomas continuara enseñando a nadar a los chicos de nivel inicial. La cartera interpretó parcialmente la medida y sólo la hizo efectiva durante el primer cuatrimestre.

El Gobierno de la Ciudad dejó sin clases de natación a los alumnos de jardín de la Escuela Nº4 Álvarez Thomas, ubicada en el barrio de Agronomía. La comunidad educativa de la escuela ya había denunciado recortes en el Plan de Natación y el viernes realizarán una asamblea para decidir cuándo harán un nuevo piletazo. “El Gobierno está incumpliendo una medida cautelar que dice que jardín tiene que tener clases”, aseguró a Página/12 Sandra Naccarato, madre de una alumna de sala de cuatro.

Naccarato contó que el 21 de agosto la directora de la escuela anunció a los padres que, a partir de ese día, se suspendían las clases de natación para los alumnos de nivel inicial. “Lo que pasó es que (desde el Ministerio de Educación) se presentó un cronograma para el segundo cuatrimestre donde se contemplan las clases de primaria y de las escuelas de otros distritos, pero sacaron los horarios de jardín”, explicó.

El conflicto entre la comunidad educativa del Álvarez Thomas y el Gobierno de la Ciudad comenzó en diciembre de 2017, cuando el Ministerio de Educación notificó a la escuela que los alumnos de nivel inicial no iban a tener clases de natación. Los padres de los niños presentaron un recurso de amparo y en agosto de 2018 la Justicia porteña dictó una medida cautelar en la que ordenó que nivel inicial retomara las clases de natación inmediatamente.

“El Gobierno cumplió esa cautelar recién en abril del 2019 y no pusieron horarios para el segundo cuatrimestre porque ellos interpretan que la cautelar fue sólo por un cuatrimestre”, denunció Naccarato. Los niños asistieron a la pileta durante la primera mitad del año y después de las vacaciones de invierno sólo tuvieron dos clases para recuperar las que perdieron en el primer cuatrimestre.

Según Naccarato, el Ministerio envió a la directora una nota en la que “le dicen que tiene que cumplir con el cronograma tal como está”. “El Ministerio se lava las manos y no dice que dejan sin clases a jardín, pero no lo incluyeron en el cronograma”, señaló. Los alumnos de las otras escuelas que están contempladas en el cronograma, agregó la madre, todavía no asistieron al natatorio. “La semana pasada, la pileta estuvo disponible y los profes parados ahí sin alumnos”, afirmó.

El Gobierno porteño comenzó a recortar el Plan de Natación a fines del año pasado cuando dictó la resolución 344. El plan –creado en 1985 y ampliado durante la gestión del exjefe de Gobierno Aníbal Ibarra– establecía que los alumnos de escuelas que tuvieran natatorio propio tendrían clases desde sala de cuatro hasta séptimo grado.

La resolución 344 dispone que los alumnos de cuarto grado de escuelas primarias estatales y los de primero a séptimo de las que tienen orientación en Educación Física tendrán natación “durante un mínimo de catorce clases, equivaliendo ello a un (1) cuatrimestre”. Mientras que en las escuelas que cuentan con natatorio propio, tendrán clase “los alumnos/as de 1° a 3° y de 5° a 7° grado de nivel primario”.

Una pileta construida con hipotecas de la Cooperadora
La pileta del Álvarez Thomas fue construida en 1971 por Héctor Sacco, director de la escuela en ese entonces. Sacco y otros integrantes de la cooperadora hipotecaron sus casas para pedir el préstamo que usaron para construir la pileta semiolímpica –que está techada y cuenta con baños, vestuarios y calefacción–, aulas nuevas y un comedor. A partir de 1985, con la sanción del Plan de Natación, el Álvarez Thomas comenzó a recibir alumnos de 4to a 7mo grado de otras escuelas públicas para que utilicen la pileta.

“Mi abuelo fue uno de los que hipotecó su casa”, recordó Mariano Vidal, ex alumno de la escuela y padre de dos niños que asisten a sexto grado y sala de cinco. “Cuando estaba en primer grado, tenía compañeros que no se querían meter a la pileta, pero cuando terminamos séptimo todos sabíamos nadar”, afirmó.

«Acá aprendieron a nadar chicos de las escuelas linderas»
La comunidad educativa del Álvarez Thomas sostiene que el Gobierno de la Ciudad los acusa de no querer recibir a otras escuelas. “Acá aprendieron a nadar alumnos de todas las escuelas linderas que tuvieron dos y hasta tres años seguidos de natación –sostuvo Vidal–. Nosotros creemos que la educación tiene que nivelar para arriba y hoy se nivela para abajo. Si la ciudad más rica (del país) no puede darle natación a los alumnos de primaria, ¿qué le queda al resto?”.

Los padres del Álvarez Thomas temen, además, que el Gobierno decida recortar las clases de los alumnos de primaria. “Primaria todavía tiene (clases), pero sabemos que es el próximo paso, lo dejaron claro en varias comunicaciones”, alertó Vidal. Este viernes, la comunidad educativa de la escuela realizará una asamblea. “De ahí van a salir medidas. Vamos a hacer un nuevo piletazo y, posiblemente, un corte para concientizar. Estamos luchando”, aseguró Naccarato.

Fuente: Página 12