Después de cinco semanas de cierre, la Bolsa griega reabrió y se hundió en picada

14385887883580
La falta de un acuerdo con la «troika» para recibir fondos causó la debacle de 16 por ciento. Los bancos estuvieron aún peor: perdieron 30 por ciento.

La Bolsa de Atenas perdió un 16,23 por ciento, en su primer día de apertura tras permanecer cerrada cinco semanas. El mercado de Atenas se vio lastrado por la incertidumbre sobre las negociaciones de un tercer plan de rescate para Grecia con la «troika». El índice Athex, que llegó a caer un 22,82 por ciento en los primeros intercambios, cerró en 668,06 puntos. La última gran caída de este tenor se remonta a 1987, con 15,3 por ciento.

El descalabro afectó sobre todo a los bancos, que perdieron en torno al 30 por ciento. Esto refleja la gran vulnerabilidad del sector financiero, que necesita urgentemente una recapitalización tras la retirada de más de 40.000 millones de euros de depósitos desde diciembre. El mercado preveía una recuperación difícil tras cinco semanas de cierre, y el pronóstico se cumplió.

Después del difícil acuerdo alcanzado el 13 de julio entre Atenas y los acreedores, las negociaciones se han reanudado «y vamos en la buena dirección», estimó el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, al diario griego Ethnos.

«No nos esperábamos que fuera diferente hoy», dijo el analista Manos Hatzidakis de Beta Securities. El presidente de la comisión de mercados, Konstantinos Botopoulos, recomendó «esperar hasta el final de la semana para ver con más serenidad cómo se llevará a cabo esa reapertura». Las operaciones bursátiles se han reanudado con limitaciones para los inversores locales, que no pueden financiar la compra de títulos con dinero de sus cuentas bancarias en Grecia, sujetas al «corralito» en vigor. En cambio, pueden utilizar sus cuentas en el extranjero o efectuar transacciones en metálico. Por su lado, los inversores extranjeros, que cuentan con cerca del 60 por ciento de la capitalización bursátil en la bolsa griega, no están afectados por estas restricciones.

En su última sesión del 26 de junio, antes del cierre, el mercado ateniense había terminado con una subida, en 797,52 puntos. Esa noche, el primer ministro de izquierda Alexis Tsipras convocó por sorpresa un referéndum sobre las nuevas medidas de austeridad que le exigían a su país. Tsipras esperaba que el referéndum le permitiera salir del callejón en el que se encontraban las negociaciones con los acreedores (UE y FMI) al someter a referéndum el acuerdo sobre la financiación. Ante el riesgo de quiebra de los bancos, el gobierno decretó un control de capitales, el cierre de los bancos —reabrieron el 20 de julio— y de la bolsa. El «No» al ajuste europeo ganó mayoritariamente el 5 de julio.

Pero Grecia y sus acreedores concluyeron el 13 de julio un acuerdo para un tercer plan de ayuda al país, cuyas modalidades están siendo trabajosamente negociadas desde hace una semana por el gobierno griego y sus acreedores —la «troika» UE, FMI, BCE, más el fondo europeo Mede— en Atenas. Las discusiones proseguían ayer, con un evidente retraso. «Nuestros socios griegos responden de manera constructiva y exhaustiva y trabajan duro», aseguró Moscovici, tras meses de relaciones tirantes entre las dos partes.

La principal caja de pensiones griega, IKA, publicó ayer el decreto que permite aumentar las cotizaciones de salud del 4 al 6 por ciento, retroactivamente desde julio. La medida fue votada el mes pasado en el Parlamento con carácter de urgencia, para satisfacer una de las exigencias de los acreedores. Los principales puntos de la negociación son las privatizaciones, la recapitalización de los bancos, el estado de las finanzas públicas y el deterioro de la situación económica en los últimos meses.

Deterioro alarmante. Una muestra de este deterioro es el índice correspondiente a julio EM_DASHel más bajo desde que existen registrosEM_DASH que elabora el gabinete Markit, y que constata una caída a la mitad de la actividad de las pequeñas y medianas empresas griegas, por el «corralito» que todavía sigue en vigor. Más de la mitad de las empresas interrogadas (51,2 por ciento) señalan una caída de más del 50 por ciento de su volumen de negocios y en el caso del 31,9 por ciento, el desplome incluso supera el 70 por ciento. La caída media se eleva al 48 por ciento. El gobierno griego espera para mediados de agosto un acuerdo sobre un nuevo préstamo de tres años por unos 86.000 millones de euros, que permitirá a Atenas reembolsar el próximo día 20 unos 3.400 millones de euros, incluidos los intereses, al BCE.

Fuente: La Capital, Rosario