Después del corte de la autopista, los obreros de Maciel piden la conciliación

El ministro de Trabajo convocó a trabajadores y autoridades para intentar destrabar la crisis. De no encontrar salida, habrá paro provincial el jueves.

El ministro de Trabajo convocó a trabajadores y autoridades para intentar destrabar la crisis. De no encontrar salida, habrá paro provincial el jueves.

Trabajadores agrupados en la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales de la Provincia de Santa Fe (Festram) cortaron ayer durante dos horas la autopista Rosario-Santa Fe, a la altura de Maciel, para pedir la conciliación obligatoria tras el conflicto, que ya lleva tres semanas, por la desvinculación de quince empleados comunales. El Ministerio de Trabajo convocó a las partes a una reunión para mañana miércoles. De no haber novedades el jueves habrá un paro provincial.

Tal como anunció La Capital, a las diez de ayer un grupo de dirigentes, delegados y obreros se congregaron en la traza provincial a la altura de Maciel. Colocaron dos hileras de cubiertas, una en cada mano, y bloquearon completamente el paso. En pocos minutos la hilera de camiones con destino a los puertos del cordón industrial ocupó kilómetros, aquellos que circulaban hacia Santa Fe tuvieron una pequeña ventaja y tomaron directamente el acceso a ruta 11. El resto tuvo que esperar las dos horas del piquete programado.

Cerca del mediodía, Jesús Monzón, integrante de la comisión directiva de Festram y secretario general de la CGT San Lorenzo, brindó un discurso en la asamblea y plantaron su postura. Poco antes dialogó con este diario y sostuvo que «cuando planteamos algo lo cumplimos. Cortamos la autopista con los trabajadores de Maciel, de la regional y de la CGT. Queremos que se reintegren los trabajadores despedidos a la Comuna de Maciel».

Sobre las negociaciones estancadas el líder sindical dijo que «la única novedad fue que el jueves depositaron el sueldo de la mitad de los obreros» y añadió que (el interventor) «Jorge Marucco sigue jugando con el hambre de los trabajadores. Sale a decir que hizo lo que le pide el gobierno de la provincia, quiere decir que le pidieron que despida trabajadores y él lo está haciendo».

En esa línea argumentó que «la provincia, en el nombre del gobernador Miguel Lifschitz que puso como interventor a Marucco, y del ministro (de Trabajo) Julio Genesini, siguen balconeando la situación porque ya tendrían que haber dictado la conciliación obligatoria como sucede en este tipo de conflictos colectivos. Lo único que pararía la medida de fuerza del jueves es que nos convoquen de alguna manera a dialogar».

Casi en paralelo, Genesini se mostró conciliador y comentó que decidió «convocar a las partes a una audiencia el miércoles a las 11 para retomar la discusión en relación al tema y veremos los cursos de acción a seguir». Significa en primera instancia que no descartan la conciliación obligatoria requerida por el gremio pero lo abordan con cautela.

Agregó que «desde el Ministerio siempre hacemos todos los esfuerzos para que la situación llegue a una composición y reine la paz social». El miércoles será un día clave porque en caso de destrabarse no se llevaría adelante la medida de fuerza propuesta para el jueves próximo con anclaje provincial. «Una vez encausado institucionalmente el conflicto esperemos que se evite un paro que se extiende a toda la provincia. Entendemos que, abierto un canal de negociación, las partes deberían apostar a eso y tratar de evitar la medida», sostuvo el ministro.

Algunas de las versiones que circulaban entre los trabajadores es que Maciel se convirtió en una especie de punta de lanza, y que en caso de que se efectivicen las desvinculaciones, podría haber un efecto dominó en otras comunas y municipios con complicaciones económicas. En ese sentido, Genesini expresó que «cada situación tiene su particularidad y su devenir. Veremos caso por caso y cómo se dan las distintas situaciones. No hay que generar una sensación de que el conflicto pueda generalizarse por efectos de imitación o repetición, se analizará cada particularidad».

Maciel viene con la particularidad de conflictos largos y continuos con los empleados que cumplen funciones en los servicios a la localidad, en un breve repaso de los últimos tres años, sucedió un paro de 56 días en la gestión de Roberto Ramella por el despido de dos empleados de la oficina de licencias, reiteradas complicaciones en el transcurso de la gestión de Pedro Tobozo que derivó en la intervención comunal y se suman tres semanas ahora.

Consultado por una lectura de los motivos por los cuales la estabilidad cuesta tanto en la Capital Provincial del Tango, el ministro Genesini evaluó que «la situación habla de la complejidad de un trasfondo político. Habrá que buscar los mecanismos para que se resuelvan y se estabilice el funcionamiento de la Comuna. Hay actores laborales y políticos y obviamente la solución será encontrar un acuerdo para que sea sostenido. Trabajamos para que se encuentren los caminos de un entendimiento que le de paz social y funcionamiento a todas las necesidades de los vecinos».

Las expectativas se vuelven a acumular con intenciones de que se regularicen las prestaciones y llegue la tranquilidad al pueblo del departamento San Jerónimo, pero las certezas —indagando en la historia reciente— se esconden y todo se pone en duda. Hace tiempo que la pugna no son las luces, los desafíos de crecimiento o los proyectos estructurales, sino que se convirtió en la espera impaciente de saber cuál será el próximo trajín.

Fuente: La Capital