Deuda, recursos propios y ahorro: qué tan vulnerable puede ser Mendoza a la motosierra de Milei

Cornejo habló de "tormenta perfecta"; de devaluación y precios. Qué tan preparada está Mendoza para la caída de recursos y la escalada de la deuda en dólares

Cornejo habló de «tormenta perfecta»; de devaluación y precios. Qué tan preparada está Mendoza para la caída de recursos y la escalada de la deuda en dólares

Los vaivenes de la economía argentina, ahora dependientes casi en exclusividad de las decisiones que adopte Javier Milei, afectan de una u otra manera la fortaleza fiscal de los gobiernos provinciales, tanto para afrontar sus gastos corrientes o de capital como para cumplir sus obligaciones de deuda. Este nuevo contexto, ¿Cómo la agarra parada a Mendoza?

El laboratorio de ideas Ieral- Fundación Mediterránea hizo un profundo análisis de ello teniendo en cuenta seis indicadores: el peso de la deuda provincial, el gasto en personal, el ahorro corriente, los recursos por exportaciones, y lo que ingresa por transferencias discrecionales y por transferencias automáticas.

«Las provincias más expuestas fiscalmente son aquellas que dependen más de las transferencias nacionales automáticas y discrecionales (especialmente las segundas), las que dependen más del consumo en sus economías locales, las que en 2023 contaban con menor ahorro corriente y mayor importancia del gasto en personal y, finalmente, las provincias con mayores compromisos por servicios de deudas», explicaron el vicepresidente del Ieral, Marcelo Capello, y la investigadora de la Universidad Nacional de Cuyo, Valentina Gallardo.

¿Tormenta perfecta?
Ése fue el término que el propio Alfredo Cornejo utilizó hace algunos días cuando presentó la reforma de salud que propone. El gobernador de Mendoza habló en ese entonces exclusivamente de la situación de ese sector pero haciendo alusión a variables que están hoy presentes en la economía en general: dolarización, cambio de precios y la manera del gobierno nacional de atacar esas distorsiones.

Al recorte abrumador de programas, aportes y fondos compensadores que estaban destinados a servicios esenciales de las provincias como educación, transporte o salud; se le sumó además la baja en la recaudación de impuestos provinciales, lo que se tradujo en una reducción millonaria de los ingresos totales de la Administración Pública Provincial en enero: $18.944 millones menos, un 12% inferior respecto del mismo mes del año anterior.

Indicadores 1 y 2: transferencias discrecionales y automáticas
Pero la situación de Mendoza respecto de la quita de transferencias de la Nación a las provincias, en comparación con la de otras jurisdicciones, no es tan grave.

Según el informe del Ieral, las transferencias discrecionales, que disminuyeron un 96% de enero a enero en Mendoza, solo representan el 7% de lo que en total recibió la provincia de la Nación durante el 2023. Y si no se contabilizan los fondos que recibe por el acuerdo por Portezuelo del Viento, según el Ieral ese porcentual se reduce al 2,4%.

En comparación es muchísimo menos de lo que le significó a Buenos Aires, por ejemplo, que del total de transferencias, recibió un 24% en concepto de no automáticas o discrecionales.

El ajuste sí se siente fuerte en Mendoza cuando Milei mete mano en las transferencias automáticas, es decir aquellas que llegan por coparticipación federal o producto de otras leyes especiales de distribución. Y también sí, como consecuencia de la actual recesión cayera adicionalmente la recaudación de impuestos nacionales coparticipables.

A esos efectos también hay que sumarle los derivados de la fuerte reducción de lo que las provincias recibían por Ganancias. La reforma de Alberto Fernández y Sergio Massa «horadó los ingresos tributarios nacionales en 0,19% del PIB en el último trimestre de 2023 y lo haría por 0,83% del PIB, si no hay reversión, durante todo el año 2024», informó el Ieral. Y dado que se trata de un impuesto coparticipable, «también significó una caída de recursos para las provincias por 0,11% del PIB en 2023 y lo haría por 0,48% del PIB en 2024».

En ese sentido, Mendoza quedó medianamente expuesta a la caída en las transferencias automáticas de la Nación porque sus ingresos dependen un 46,6% de aquellos fondos (tomando como referencia el primer semestre de 2023); mucho más por ejemplo de lo que depende CABA, a la que esos fondos le significan solo un 10% de sus ingresos totales.

Indicador 3: las exportaciones, el punto flojo al que Mendoza tiene que prestarle atención
Los economistas refieren lo que ya se está sintiendo tanto en Mendoza como en el resto de las provincias: «En el actual contexto económico, con elevada inflación y caída de salarios reales, más las futuras en las tarifas de algunos servicios públicos y otros precios relevantes que afectan los presupuestos familiares, muy probablemente baje el consumo privado durante buena parte de 2024».

Pero en contrapartida, esperan una recuperación de las exportaciones agroindustriales y aseguran que continúa la suba en las exportaciones de energía.

Ahora bien, aquí es donde Mendoza se muestra vulnerable en comparación con otras provincias ricas en exportación de bienes como Santa Fe, Córdoba, Santa Cruz, La Pampa y la rebelde Chubut.

La relación entre exportaciones de bienes y el Producto Bruto Geográfico de Mendoza es apenas del 6,77%, según la observación del Ieral de Fundación Mediterránea en base a DNAP e INDEC; lo que la deja en el top 8 de las provincias que menos recursos propios pueden tener junto a Formosa, Corrientes, Catamarca, La Rioja, Misiones, Río Negro y Chaco.

El instituto aclara que si bien CABA no es exportadora de bienes sí es una importante exportadora de servicios y es por ello que queda fuera de la comparación.

Indicador 4: qué tan importante es el ahorro de Mendoza para aguantar los topetazos de la Nación
En un escenario de menos recursos propios y de los que se reciben por transferencias automáticas y discrecionales, la provincia que no tenga para arrancar un buen ahorro corriente, realmente quedará expuesta a tener problemas fiscales en 2024.

«Contar con bajo ahorro corriente significa que queda poco margen para pagar servicios de la deuda o realizar inversiones, y que una merma importante en los recursos puede dificultar pagar el mismo gasto corriente», explica el Ieral sobre las dificultades.

En ese punto, Mendoza puede respirar.

Mucho hemos escuchado decir al ministro de Hacienda Víctor Fayad que desde el 2017 se ha mantenido un superávit corriente primario que es el que ha permitido el financiamiento de los gastos de capital.

Pero también que la caída del impuesto a las ganancias y la devolución del IVA hizo mella en ese ahorro. Así, cuando se esperaba terminar el 2023 con dos masas salariales en las cuentas provinciales, se terminó solo con una; pero así y todo, la situación de Mendoza es holgadamente mejor que la de otras provincias, que no pueden siquiera continuar con el funcionamiento normal de la administración pública.

Si bien los números de base del Ieral no son actuales porque son previos a esos cambios de impuestos coparticipables, la relación entre ahorro corriente y el gasto corriente en Mendoza la deja entre las siete provincias mejor paradas; muy lejos de Tierra del Fuego, Río Negro, Salta y La Rioja que prácticamente no tienen un fondo de resguardo del cual echar mano.

Santiago del Estero es la que asoma, por lejos, como la más ahorradora del país.

Indicador 5: ¿Cuánto contribuye al ahorro lo que Mendoza gasta en personal público?
Relacionado con lo anterior, aquellas provincias en que el gasto en personal se lleva mayor porción de sus ingresos corrientes, también tendrán poca flexibilidad para enfrentar situaciones de caída de ingresos y stress fiscal.

Aquí se anotan, por ejemplo, Río Negro y Tierra del Fuego, cuyo gasto en empleados públicos se lleva un 65% de los ingresos corrientes.

En cambio, Mendoza, o la gran ahorradora Santiago del Estero, están junto a Córdoba y CABA entre las cuatro jurisdicciones que menos gastan en personal.

Según el Ieral, solo el 41,3% de los ingresos corrientes de Mendoza va a parar a los salarios públicos. Ese número la deja bien parada respecto de sus propios empleados pero sí con un buen margen de maniobra para afrontar la crisis.

Indicador 6: la deuda en dólares, la otra piedra en el zapato para Cornejo
El informe del Ieral también hizo foco en las provincias que deben atender servicios de deuda pública (intereses y devolución de capital) y en cuánto representa ese peso en sus ingresos totales.

Con datos del primer semestre de 2023, y solo si tomamos este indicador, Mendoza se hallaba entre las cuatro más expuestas junto a Chubut, Tierra del Fiego y Río Negro.

«Los servicios de deuda de Mendoza significan el 8,9% de sus ingresos totales», más de 3 puntos por encima del promedio del país.

Sobre este punto en particular, el Centro de Economía y Finanzas (CEFI) de Mendoza sí habla de «tormenta perfecta» en su último informe. Lo que entienden los economistas mendocinos es que el arribo de Javier Milei y su devaluación complicaron la situación de la provincia en relación a la deuda en dólares que tomó Alfredo Cornejo en 2016, dado que «cada vez necesita más pesos para pagar los dólares que debe».

Este año, los vencimientos tendrán su pico tanto en intereses como en amortización a pagar: 52 millones de dólares en marzo ($44.590 millones al dólar oficial de hoy) y otros 52 millones de dólares en septiembre.

Sin embargo, y quizás a sabiendas de lo que se venía, Alfredo Cornejo obtuvo para 2024 la autorización de la Legislatura provincial para rollear la deuda y patear para más adelante las obligaciones.

Atendiendo a ello, a mediados de enero Víctor Fayad lanzó títulos públicos al mercado local por $77.038 millones. «El objetivo de oxigenar las reservas locales y volcar recursos necesarios en las afectaciones más urgentes», justificaron desde Casa de Gobierno.

Y entonces… ¿Cómo está Mendoza para bancarse los embates de Milei?
Tomando en consideración estos seis indicadores, la Fundación Mediterránea hizo una especie de ránking en la que Mendoza sale bastante bien parada para afrontar la crisis fiscal de 2024.

La estimación dividió a las 24 jurisdicciones (provincias más CABA) dejando entre las más expuestas fiscalmente a La Rioja, Río Negro, Tierra del Fuego, Salta, Catamarca, Tucumán, Chaco y Corrientes.

Por su parte, dentro de las provincias con vulnerabilidad intermedia se ubican Buenos Aires, Entre Ríos, Formosa, San Juan, Jujuy, Misiones, Neuquén y Santa Fe.

En cambio, entre las jurisdicciones menos expuestas se tendría a La Pampa, CABA y Córdoba. Y después de ellas a San Luis, Santiago del Estero, Santa Cruz, Mendoza y Chubut.

Para el Ieral, la situación de Mendoza en particular no cambiaría demasiado si se revirtiera la reforma del impuesto a las Ganancias. De todas maneras, la demanda en la Corte Suprema para que ello suceda sigue su curso.

Y mientras tanto, desde la Casa de Gobierno ya preparan una nueva acción judicial para pelear por otros $15 mil millones en concepto de Fondo Compensador, de FONID y otros ítems.

Fuente: Uno