Dilma piensa en renunciar y pedir elecciones adelantadas en octubre
La excepcional iniciativa requiere de una enmienda constitucional del Congreso, donde por el momento no tiene los votos. Discute la audaz jugada con su círculo íntimo, ante el impeachment en el Senado que la suspenderá en el cargo.
03/05/2016 EL MUNDOLa excepcional iniciativa requiere de una enmienda constitucional del Congreso, donde por el momento no tiene los votos. Discute la audaz jugada con su círculo íntimo, ante el impeachment en el Senado que la suspenderá en el cargo.
Amenazada por una inminente suspensión en el Senado, la presidenta brasileña Dilma Rousseff estudia renunciar anticipadamente a su cargo y pedir al Congreso que convoque a nuevas elecciones presidenciales el 2 de octubre, mediante una enmienda constitucional. El mandato de Rousseff llega hasta el 1º de enero de 2019. La primicia, del diario O Globo, llega cuando la cuenta regresiva hacia la suspensión de Rousseff marca que le queda poco más de una semana en el cargo. La iniciativa que estudia la presidenta contempla también la renuncia del vicepresidente Michel Temer, quien se apresta a ocupar el cargo de Rousseff cuando sea suspendida.
Días clave. Todos en Brasil, desde los expertos a la gente común, estiman casi seguro que el Senado suspenderá a Rousseff por hasta 180 días el próximo 11 o 12 de mayo, mientras es sometida a juicio político por su opaco manejo de las cuentas públicas. A pesar de la resistencia de los movimientos sociales aliados de la presidenta, la idea de renunciar por adelantado, respaldada por un grupo de senadores y ministros, es vista como la última carta de Dilma por legisladores oficialistas. Dilma y los ministros «palaciegos», como se llama a los más cercanos a la mandataria por su cargo, Jaques Wagner (Casa Civil) y Ricardo Berzoini (Secretaría de Gobierno) estuvieron de acuerdo con la idea de plantear elecciones, pero la presidenta todavía busca ganar el consenso de los movimientos sociales, base muy importante del oficialismo. Además, detalla O Globo, no hay unanimidad entre los ministros. Se argumenta que la renuncia sería negar el discurso adoptado hasta hoy, de que el proceso de destitución es una estafa. El llamado a elecciones anticipadas fue defendido por uno de los principales senadores del Partido de los Trabajadores (PT), Jorge Viana. «Lo ideal sería que Dilma proponga la anticipación de la elección presidencial y que haya un entendimiento con el Congreso. El juicio político está a la vista, no es la solución a la crisis, la nueva elección es la solución para el país», dijo Viana, vicepresidente del Senado. Viana lleva adelante con unos 25 senadores una negociación para evitar que el vicepresidente Temer forme un gobierno interino.
El proceso de impeachment ya fue aprobado en la Cámara de Diputados por una abrumadora mayoría el pasado 17 de abril. El trasfondo del conflicto político que puso a Rousseff en camino al cadalso es una tormenta política que conjuga intrigas y traiciones y tiene como gran disparador la inmensa investigación por corrupción en la estatal Petrobras y la peor recesión en décadas.
Rousseff fue reelegida hace un año y medio y hasta ahora asegura que es víctima de un intento de «golpe de Estado» y ha insistido en que se aferrará a su cargo. El domingo, en un acto por el 1º de Mayo, dijo que «lucharía hasta el final».
Su eventual renuncia puede ser una jugada de último minuto para forzar a renunciar también al vicepresidente Michel Temer, quien se apresta a tomar el cargo de Rousseff desde el día que sea suspendida por el Senado. «Percibimos que el impeachment está avanzando y decidimos en el medio del camino encontrar una alternativa», dijo el senador Paulo Paim, del PT, a O Globo. «En el PT crece el apoyo» a esta medida; «los sondeos dicen que la población quiere nuevas elecciones», afirmó.
Sondeo. Una encuesta de Ibope divulgada la semana pasada mostró que 62 por ciento de los brasileños considera que la crisis política se resolvería con la renuncia de Rousseff y Temer y la convocatoria a nuevos comicios. Paim admitió no obstante que hoy el PT no cuenta con los votos suficientes en el Congreso para aprobar la iniciativa, que por tratarse de una enmienda constitucional requeriría el apoyo de tres quintos de cada Cámara (308 votos en Diputados y 49 en el Senado). O Globo informó que la medida no cuenta aún con consenso entre todos los ministros y enfrenta resistencias en el Movimiento de los campesinos Sin Tierra (MST), uno de los pilares del gobierno.
En busca de cargos. En un plano más prosaico, existe preocupación porque muchos ministros «migren» hacia cargos en los Estados de los que provienen. Por esto, Roussef planea un programa de » colchón», según O Globo. El plan es asegurarles el salario y la inmunidad durante la primera etapa que durará el proceso en el Senado, son «seis meses de cuarentena», según expresa el rotativo. La ley vigente extiende la «cuarentena», antes limitada a los ministros, a directores municipales, fundaciones, empresas públicas y sociedades por acciones.