Directora negligente

Christine Lagarde fue encontrada culpable por el Tribunal de Justicia de la República en Francia que la juzgó por su gestión como ministra de Economía en ese país, pero no recibió pena alguna.

Christine Lagarde fue encontrada culpable por el Tribunal de Justicia de la República en Francia que la juzgó por su gestión como ministra de Economía en ese país, pero no recibió pena alguna. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) fue acusada en agosto de 2014 de negligencia en la designación de un tribunal de arbitraje privado que concedió en 2006 una millonaria indemnización al empresario Bernard Tapie, amigo personal del por entonces presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. Luego de conocerse la condena, el directorio ejecutivo del FMI reafirmó su apoyo a la gestión de Lagarde.

Pese a que la funcionaria siguió en persona parte del proceso, no asistió a la lectura del veredicto ya que estaba en Washington, donde tiene su sede el organismo que dirige desde 2011. Tras la sentencia, el directorio Ejecutivo del FMI se reunió para “analizar los acontecimientos más recientes”, y tras varias horas de debate resolvió ratificar la gestión de la dirigente francesa, según dos comunicados. “El Directorio Ejecutivo reafirma su total confianza a la habilidad de su directora-gerente para continuar realizando sus tares de manera efectiva. El Directorio Ejecutivo desea continuar trabajando con la directora-gerente para enfrentar los difíciles desafíos que enfrenta la economía global”, sostuvo la cúpula del organismo de crédito tras un extenso encuentro.  Los tres magistrados y 12 parlamentarios de la Corte consideraron que Lagarde debió recurrir la atribución de la multimillonaria indemnización al empresario Tapie en 2008 y que fue “negligente” por no hacerlo. La entonces ministra de Economía y Finanzas había decidido que un arbitraje privado decidiera el pago por la venta de la marca deportiva Adidas, que había sido previamente confiscada por la Justicia francesa. Los tres árbitros decidieron que el erario público desembolsara más de 400 millones de euros, 45 millones en concepto de daño moral a Tapie. Según el veredicto de ayer, Lagarde no escuchó a los miembros de su gabinete que le aconsejaron apelar, lo que habría dejado al Estado galo en una situación más favorable para negociar con Tapie. Los jueces decidieron no imponerle pena y que la condena no figure en su ficha de antecedentes judiciales, a la luz de la “personalidad” y la “reputación internacional” de Lagarde.

Fuente: Página 12