¿Dónde están las bicicletas públicas de la ciudad de Santa Fe?

"Subite a la bici" dejó de funcionar en el 2020 en el inicio de la pandemia. Ya no se ven los vehículos en las estaciones que se instalaron en la capital de la provincia. Desde el municipio explicaron que hay 60 rodados prestados por convenio al personal de salud.

«Subite a la bici» dejó de funcionar en el 2020 en el inicio de la pandemia. Ya no se ven los vehículos en las estaciones que se instalaron en la capital de la provincia. Desde el municipio explicaron que hay 60 rodados prestados por convenio al personal de salud. La iniciativa se inició en 2010 y para 2019 había 10.300 usuarios registrados. Estudian cómo mejorar el sistema.

No están, no se las ve. Las bicicletas públicas de la ciudad de Santa Fe dejaron de circular por las calles de la capital provincial. Tampoco están «estacionadas» en los puntos que hace unos años el municipio diagramó como lugares de entrega y recepción.

La última información oficial al respecto fue que a raíz de la pandemia del coronavirus, se prestaban las bicicletas al personal de salud que las requiera. «Entrega en comodato por 30 días prorrogables y de forma gratuita. Cada rodado cuenta con un casco, un tapabocas y una linga», se explicita en el sitio web oficial del gobierno local.  A finales de abril de 2020, El Litoral dio cuenta que se habían entregado unas 15 bicicletas a los esenciales de la salud al tiempo que unos 60 más estaban inscriptos para poder usarlas.

Pasaron nueve meses de aquel convenio. El país, la provincia y la ciudad capital pasaron del aislamiento al distanciamiento y las actividades comerciales, industriales y (algunas) recreativas volvieron a la cotidianeidad de los ciudadanos. Entonces, las preguntas se imponen: ¿Dónde están las bicicletas?, ¿Funciona el programa?, ¿Cuántos rodados quedaron?

Según la información que pudo recabar El Litoral, la iniciativa no está funcionando como originalmente se la pensó. Incluso de las estaciones que funcionaban antes del cambio de gestión todo quedó centralizado en el Palacio Municipal y la Estación Belgrano, algo que va en contra de la idea fundacional de «Subite a la bici».

Qué dicen desde el municipio

El Litoral consultó sobre este tema a Cecilia Lazzaroni, Directora Ejecutiva de movilidad de la Secretaría de Desarrollo Urbano de la Municipalidad, quien brindó un panorama sobre el estado actual del sistema de bicicletas públicas de la capital provincial.

—¿En qué situación se encuentra hoy el programa Subite a la bici?

—En abril, casi un mes después de que empezara la pandemia de Covid, armamos este programa que se llama «Bici para la salud», que se puso a disposición del personal de la salud pública y, a partir de la alta demanda, lo expandimos a quienes trabajan en el sector privado; para aquellos que necesitaban este tipo de transporte para llegar al lugar de trabajo. Tenemos trabajadores del hospital Iturraspe, del Cullen (la mayoría), del Dr. Alassia, Mira y López, Sayago, incluso a gente del 0800. En su mayoría son enfermeros, camilleros, administrativos.

En ese sentido, la funcionaria detalló que recibieron de la anterior gestión 90 rodados, de los cuales pudieron recuperar 75, luego de un «importante» trabajo de mantenimiento. «Se prestaron a 68 personas. En este tiempo (N. del R: de abril a enero) se devolvieron seis y hubo dos que fueron robadas. Hoy en la calle tenemos 60 vehículos que se están utilizando», remarcó Lazzaroni. «En un principio era cada 30 días, pensando que la pandemia iba a terminar pronto y luego lo extendimos por más tiempo. El seguimiento lo hacemos a través de correo electrónico y el mantenimiento del vehículo se realiza en la Dirección de Deportes (Costanera de Santa Fe)», agregó.

Ante la consulta sobre hasta cuándo se extiende el convenio con el personal de salud, la encargada del programa expresó que «hasta que la pandemia no haya pasado y no tengamos un pronóstico más certero de cómo seguirá esto, creemos que la prioridad con las bicis es que la tenga el personal de salud». Entre sus fundamentos, Lazzaroni dijo que les sorprendió la buena respuesta que tuvo el programa y los comentarios de quienes la usan. «Esto fue una ganancia para nosotros, por eso decidimos continuarlo además de la situación del transporte público en general y la crisis económica del país. No tenemos aún una fecha de finalización», apuntó.

¿Contrasentido?

Desde hace unos años, los ciudadanos de Santa Fe, y es una tendencia que se repite en las principales urbes del mundo, están eligiendo cada vez más la bicicleta como vehículo de transporte para distancias cortas y medias. Este fenómeno se ve reflejado en el incremento del parque de rodados —se ven bicicletas de todos los modelos y tamaños—. En paralelo, los gobiernos locales fomentan el uso de este tipo de vehículo con diversas acciones, la más concreta con la creación y expansión de carriles exclusivos, bicisendas y ciclovías. Al mismo tiempo, la temporada de verano y las habilitaciones gubernamentales en relación al Covid invitan a recorrer el espacio público, los parques y las playas de la ciudad capital.

Sin embargo, se produce una especie de contrasentido porque las bicicletas públicas no están disponibles para la ciudadanía en general. Al respecto, la funcionaria del municipio opinó que eligieron darle prioridad al personal de salud. «Están en la primera línea trabajando. Hicimos un mapeo para realizar una selección de personas porque tuvimos muchos más inscriptos que cantidad de bicis. La mayoría recorre una distancia muy grande desde su casa al lugar de trabajo y decidimos que ésta fuera la prioridad», señaló.

Y en ese punto añadió: «Igualmente, en este momento sería importante contar con un sistema público de bicicletas pero el que teníamos tal como estaba tampoco hubiese sido una solución hoy, con la cantidad de bicis (75) y puntos de retiro. Estamos repensando el programa para que sea de movilidad realmente, no sólo para turismo sino para todos los santafesinos, ya no como algo recreativo sino más bien como un medio transporte. Al sistema hay que darle una vuelta de tuerca muy grande, como funciona en otras ciudades del mundo. Esto requiere una inversión muy grande y repensarlo integralmente.

Planes a futuro

—¿Existen planes para incorporar más bicicletas y renovar el programa?

—Estamos trabajando en ese nuevo sistema, buscando líneas de financiamiento. Tenemos el plan de tratar de integrar la ciudad porque los puntos de «Subite a la bici» estaban en su mayoría en el centro y la idea es abrirlo a toda la ciudad. Antes había una persona que recibía el DNI y el registro, y deberíamos migrar a un sistema automatizado para que pueda ser utilizado como medio de movilidad; sin limitaciones de horarios y facilidades para el retiro y la entrega, como funciona en otros lugares. Mínimamente pensamos incluir a todos los distritos. Además de bicicletas es una inversión en tecnología, aplicaciones y demás.

PANDEMIA Y BICIS
Algunos informes, como el que lanzó Google en noviembre del año pasado, arrojaron datos que indican que el uso de la bicicleta aumentó en plena pandemia de coronavirus. «Durante la cuarentena, la bicicleta fue el medio de transporte que más creció en términos de popularidad en Argentina. Las solicitudes de recorridos en bici en Maps aumentaron en un 83% de 2019 a 2020», se desprende del reporte.

Programa pionero

En 2010, el por entonces intendente Mario Barletta puso en funciones un novedoso plan de movilidad urbana, pública y sustentable. «Subite a la bici» se instauró con la idea de fomentar el uso de este transporte para conectar lugares cercanos de la ciudad. A fines de diciembre de ese año, 15 rodados comenzaron a circular a modo de prueba. Requisitos simples (presentar DNI y ser mayor de edad) y con un tope de tres horas por día de uso, entre las 8 y 18. En las primeras semanas, la recepción de la ciudadanía fue buena. Días más tarde se añadieron 45 bicis más.

Tras los primeros cinco años, el programa creció en rodados y en usuarios. Así lo reflejó un informe de El Litoral de diciembre de 2015. Para ese entonces había 100 rodados y ocho terminales cercanos a ciclovías y universidades. «Hace casi 5 años, se realizaron más de 28 mil préstamos y se registraron 8.000 usuarios; el 20 % de los inscriptos son turistas extranjeros y nacionales», explicó ese artículo. En 2017, se sumaron más bicicletas al programa y se instalaron puestos con herramientas e infladores. Un año más tarde, se incrementó el número de vehículos y en 2019 se incorporaron rodados para niños y adaptados para personas con discapacidad.

Fuente: El Litoral