Dos localidades de General Villegas pueden perder fábricas y quedar en la ruina

El panorama para dos pueblos del Distrito se transformó en angustiante en el último mes.

El panorama para dos pueblos del Distrito se transformó en angustiante en el último mes. Por lado, en Coronel Charlone la planta de Sancor está a punto de cerrar sus puertas definitivamente, y por otro, en Emilio V. Bunge, una inundación arrasó con todo y la fábrica del lugar va camino a la extinción.

El Partido de General Villegas se encuentra en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, tiene poco más de 18 mil habitantes, y cuenta con 12 localidades. En todas, la principal actividad económica es la agricultura y la ganadería.

Dos de sus pueblos hoy se encuentran en una situación angustiante debido al panorama económico que atraviesan por distintos motivos. Cada uno posee una fábrica y las mismas están a punto de cerrar, lo que implicaría un desenlace sumamente complejo.

Por un lado, en Coronel Charlone funciona una planta de Sancor que nuclea a trabajadores hace varios años pero que se dio a conocer  que la empresa lleva adelante un plan de “reestructuración”. Esto implica, una reducción de 15 a 9 los establecimientos en operación; y en achicar la nómina de 4.000 a 500 trabajadores. Las plantas apuntadas para bajar las persianas están ubicadas en Moldes y Brinkmann, ambas de Córdoba; Centeno, Santa Fe; y en Charlone.

El fundamento para dar de baja las plantas es porque  la firma “vio afectada su capacidad productiva y su desempeño económico. Para enfrentar este desafío, desde hace varios meses inició un proceso mediante el cual se pretende una solución definitiva a la situación, el cual se prevé que culminará en poco tiempo más”.

Durante el día de hoy, los trabajadores realizaron una protesta en la fábrica donde estuvieron acompañados por todos los bloques de concejales pero la ausencia del intendente Campana y sus ediles, generó malestar.  Además participaron familias, vecinos, y otros gremios como Luz y Fuerza.

Al respecto, Jorge Morales, trabajador de la planta, dijo que “seguimos bregando por esta fuente de trabajo, el gremio nos abandonó”, y añadió que “no tenemos respuesta por parte de la patronal”.

Entonces expresó que “queremos una explicación”, agregó que “vamos a seguir trabajando en la planta, tenemos actividades para realizar”.

Luego manifestó que “nos falta terminar cobrar el mes de enero y nos dieron cinco mil pesos nada más de febrero”, y contó que “todos tenemos familia, es difícil y tratamos de sobrellevar la situación”.

Finalmente afirmó que “en estos momento tiene que estar el intendente y no está. Es el Estado quien tiene que estar presente”.

Casi la misma suerte –lamentablemente- corre su vecino pueblo Emilio V. Bunge el cual ha sido arrasado por una inundación en febrero y en el cual todavía no pueden lograr salir de las consecuencias. En ese caso, los habitantes comenzaron a generar propuestas para gestiones soluciones.

En diálogo con INFOCIELO.COM, Javier Marengo, integrante de vecinos autoconvocados, relató que “estamos totalmente inundados, recibimos agua del oeste, Córdoba y norte, Santa Fe”.

A su vez dio a conocer que “somos un pueblo con alrededor de tres mil habitantes, y nuestra economía se basa en la agricultura, ganadería y elaboración de lácteos”. Pero rápidamente contó que “entre 10 11 y 12 sufrimos la inundación con evacuados, y calles anegadas”.

Luego expresó uno de los problemas centrales que atraviesan y detalló que “tenemos una fábrica que se llama Remotti Melincue donde hacemos quesos blandos y duros”, y sostuvo que “Hay 90 empleados donde en épocas buenas procesa 120 mil litros diarios de leche, pero con la inundación sólo llega a 60 mil”.

“Como dependemos del campo, corremos el riesgo de que la fábrica se cierre. Depende del caudal de leche que tengamos”, sentenció y manifestó que “pedimos ayuda al Municipio, Provincia y Nación. Con las cosas que hizo la Municipalidad no alcanza, son obras paliativas”.

“Cada vez la situación es más complicada, sigue entrando agua puede cerrar la fábrica”, reiteró y explicó que la fábrica  produce “tambos locales pero ahora salieron a buscar a otras localidades, a unos 200 kilómetros. Cuando comience el invierno se va a acrecentar más la situación complicada”.

Más allá de la situación grave por la que pasan, se dieron el tiempo para mirar hacia Charlone y brindar su apoyo: “Estuvimos solidarizándonos porque además si quedan sin trabajo”.

Después fue momento de hablar sobre responsabilidades, y dijo que “nos juntamos con el intendente, le planteamos la situación pero no nos dio solución. Dice que la situación lo ha sobrepasado”.

“Entonces recurrido a los medios para difundir. El miércoles 20 nos reunimos todo el pueblo para hacer un petitorio municipal, provincial y nacional”, comentó y adelantó que “si no tenemos respuestas, la intención es llevar panfletos y distribuirlos en la ruta”.

“Es un llamado a la gobernadora y al presidente”, advirtió.

Sin dudas que los momentos que atraviesan estas localidades son delicados pero aun así se predisponen para hacerle frente a las complejidades que los aquejan. Los dos pueblos coinciden en ese punto, pero también lo hicieron al señalar la ausencia y marcar la responsabilidad al intendente de General Villegas, Eduardo Campana. Asimismo solicitaron que tanto la Provincia como el gobierno nacional tomen cartas en el asunto, mientras generan sus propios mecanismos para que la situación no empeore.

Fuente: Infocielo