El aerogenerador fue instalado en Jacobacci

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Luego de la fabricación en el Centro Atómico Bariloche, el aerogenerador fue instalado entre el 18 y 19 de mayo a pobladores rurales de la zona de Ingeniero Jacobacci.

Así como la fabricación, la instalación contó con la participación de múltiples instituciones y particulares. El primer proyecto conjunto de la Asociación Argentina de Energía Eólica, 500RPM, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y Fundación Bariloche culminó el martes 19 de mayo con la puesta en marcha del aerogenerador y un corderito a las llamas para celebrar. Participaron además integrantes de Parques Nacionales, el Centro de Formación Integral Don Bosco, las cooperativas Ganadera Indígena y de Agua, ambas de Jacobacci, entre los que se contaban a los mismos beneficiarios del equipo.

El aerogenerador se construyó en el Centro Atómico, por parte de integrantes de las organizaciones mencionadas y también por particulares en el marco de un curso práctico. En tanto que la torre y el tablero fueron realizados por alumnos y docentes del Centro de Formación Integral Don Bosco, en el barrio El Frutillar de Bariloche, un centro que ofrece capacitación en oficios. Se enviaron las piezas y se terminó de ensamblar en el lugar de instalación. Las bases para la torre fueron construidas por los beneficiarios, con ayuda de algunas instituciones locales. El proyecto contó además con una donación de la Fundación Petrobras.

El molino quedó instalado en la vivienda rural de uno de los integrantes de la Cooperativa Ganadera, que oficia de lugar de reunión para los cooperativistas. Y abastecerá principalmente de luz, que se utilizará tanto para las actividades domésticas y de la cooperativa, como para actividades de producción, especialmente para el faenado (que debe hacerse durante la noche) y la cría intensiva de pollos.

Se trató de un primer proyecto piloto para la zona, que sirvió para comenzar a realizar la transferencia de conocimientos técnicos hacia las instituciones que trabajan con los pobladores rurales de la zona: el grupo CURE (de Conversión y Uso Racional de la Energía) de la CNEA, la Fundación Bariloche y las cooperativas de Jacobacci. En la zona, que fue muy afectada por las cenizas del volcán Puyehue y una sequía de casi 10 años, hay unos 60 hogares rurales más que no cuentan con energía eléctrica. Por lo que el proyecto conjunto se propone aprovechar esta tecnología para el desarrollo energético de la zona.

Fuente: El Cordillerano