El baile de Las Parejas: Cómo se vive la crisis en la ciudad con más fábricas por habitantes de la Argentina
Una de las localidades emblemáticas del polo industrial de Santa Fe, donde hay una pyme cada 90 personas, pasó de producir al 93 por ciento de su capacidad en el primer semestre de 2023 al 51 por ciento en la actualidad.
24/05/2024 MUNICIPIOSUna de las localidades emblemáticas del polo industrial de Santa Fe, donde hay una pyme cada 90 personas, pasó de producir al 93 por ciento de su capacidad en el primer semestre de 2023 al 51 por ciento en la actualidad. Lejos de ver el piso de la caída, se anticipa mayor contracción de la producción por el desplazamiento hacia productos importados. Terror al RIGI.
«En Las Parejas hay una innumerable cantidad de talleres y de pymes. Cada garage es un taller. Somos 17 mil habitantes, de los cuales 2 mil son operarios metalúrgicos de la UOM. El 60 por ciento de la población es UOM dependiente. Las empresas son de capital local, no solo nacional, local. Y la situación que estamos atravesando es muy similar a lo que pasó con Macri, pero a un ritmo muy superior. Muchos están viendo que con estos costos, con las nuevas tarifas de energía, conviene más tener la fábrica cerrada y en todo caso dedicarse a importar que seguir produciendo, porque además la demanda está por el piso», describe con alarma Horacio Compagnucci, intendente de esta localidad emblemática del polo industrial de Santa Fe.
En Las Parejas hay una pyme cada 90 personas, por eso se la considera la ciudad con mayor cantidad de industrias por habitantes del país. Hay 180 pymes metalúrgicas dedicadas a la producción de piezas para maquinaria agrícola y autopartes, proveedoras de firmas de la zona como Ombú, Caimán y General Motors, y un amplio entramado de pequeños talleres de metalmecánica.
Muchos de los dueños de esos talleres son antiguos operarios de fábricas más grandes que se independizaron y sostienen sus emprendimientos. Cuentan que en épocas de bonanza, como ocurrió hasta mediados del año pasado, les sobraba trabajo y no había desocupación.
«Hasta el primer semestre de 2023, antes de que empezaran las elecciones, acá se estaba trabajando al 93 por ciento de la capacidad productiva. Muchos no tomaban boletos de nuevas ventas porque no daban abasto. Los plazos de entrega ya estaban en 120 días», señala el intendente. «Ahora me dicen que les cuesta sostener las 8 horas de trabajo. Estamos al 51 por ciento de la capacidad instalada», compara. «Vemos el proceso con gran preocupación, sobre todo porque no hay ningún tipo de contención del gobierno nacional», protesta.
En Las Parejas también existe un polo de fundiciones muy grande y pymes vinculadas a la industria petrolera, en especial para la producción de Vaca Muerta, y a las mineras. Otra firma importante es Cabaña Santa Rosa, del grupo Milkaut, con una planta que abastece queso roquefort para América latina.
«El área industrial de Las Parejas se creó en 1974 y se amplió cuatro veces, siempre con gobiernos peronistas», explica Compagnucci, quien fue concejal por ese espacio desde 2003 a 2015, cuando ganó la intendencia, que retiene hasta hoy. «Soy justicialista», se define. Con los gobiernos de derecha, ya sea la dictadura, el menemismo, el macrismo y ahora con Milei, completa, a Las Parejas siempre le tocó sufrir.
Naufragio colectivo
«Acá el dueño de la fábrica convive con el empleado. Los hijos de ambos van a la misma escuela. Todos se conocen, se cruzan en el club. Por eso es tan difícil cuando ocurre una situación como esta en la que hay una caída del trabajo tan abrupta. Nos pega a todos. Es un naufragio colectivo», apunta Compagnucci.
Lo primero que se resiente es la actividad en los talleres donde se terceriza la producción de fábricas más grandes, que justamente son mano de obra intensivos y tienen fuerte incidencia en el entramado productivo y de consumo en la ciudad. «Por ahora no hubo despidos masivos, sino que las bajas son por goteo. Se van apagando los motores. Y es grave lo que pasa con las tarifas de energía porque se está viendo que a muchos les conviene cerrar la fábrica antes que asumir los aumentos», remarca el intendente.
Frente al incremento de costos y la caída de la demanda, lo que terminan haciendo muchos industriales es bajar la palanca de la fábrica y ponerse a importar. Es un recurso clásico en la Argentina frente a cada proyecto político que retira el apoyo del Estado a la producción y abre la economía a bienes del exterior. Es una estrategia de supervivencia de corto plazo que al mismo tiempo va poniendo límites a las posibilidades de desarrollo del país de manera estructural.
El desafío de junio
«En las firmas más grandes hay mucha preocupación porque no ven ningún repunte de la actividad sino todo lo contrario. Siguen cayendo y no saben hasta cuándo, ni si podrán sostenerse. Primero se terminaron las horas extras, después algunos bajaron un turno de producción, adelantaron vacaciones y empezaron con las suspensiones, los retiros voluntarios y los despidos por goteo, pero cada vez más», asegura Compagnucci.
En ese contexto, junio aparece como un mes clave. «Se puede armar un cuello de botella con el pago del aguinaldo, la suba de costos fijos que son imposibles y la falta de financiamiento de proveedores o de líneas crediticias. Se escucha mucho que el mes que viene hay que ver quién lo pasa y quién no», advierte.
El intendente explica que elevó su preocupación al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y concedió que la provincia «intenta ir en defensa de la producción nacional, pero es imprescindible la contención nacional». «No hemos tenido oficialmente ningún contacto con la Nación», remarca.
El gobierno de Milei desmontó las principales herramientas de política industrial que se aplicaban en la gestión de Alberto Fernández, como se consignó en estas páginas la semana pasada. Se trata del Fondo de Desarrollo Productivo (Fondep), el mayor plan de asistencia crediticia a las pymes, el plan de subsidio de tasas y aportes no reembolsables para el desarrollo de capacidades productivas, y el fomento para la instalación de parques industriales.
El programa de desarrollo de proveedores para la producción de petróleo y gas -especialmente en Vaca Muerta- y la minería también cayó en la volteada. Esto genera un costo especialmente elevado, ya que se pierde una palanca clave para el desarrollo y se instaura un modelo puramente extractivista, en el cual las petroleras y mineras pueden tener un boom de ganancias, pero sin que nada de eso derrame sobre la industria y la sociedad argentina.
RIGI
En Las Parejas están espantados con el RIGI por esa razón. El régimen de promoción de grandes inversiones que se debate en el Senado como parte de la Ley Bases puede ser lapidario para el sector metalúrgico nacional, ya que autoriza la libre importación de maquinarias nuevas y usadas.
Adimra, la principal cámara de empresarios metalúrgicos, y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) dieron una conferencia de prensa conjunta para advertir que si se aprueban los beneficios extraordinarios para el capital extranjero la Argentina puede perder hasta 300 mil puestos de trabajo.
La ley establece que podrán ingresar cualquier bien de capital, repuestos o insumos sin arancel alguno, tanto en la etapa de la inversión inicial como durante todo el flujo productivo de los próximos treinta años. «Esto será un boomerang para Argentina, más que inversiones se perderán muchas capacidades productivas», avisa Compagnucci.
En ese sentido, más allá de la comparación con el gobierno de Macri, para el intendente de Las Parejas todo el proceso que está encarando Milei se asemeja a la transformación que se produjo en los gobiernos de Carlos Menem, cuando la industria no hizo más que retroceder.
«Se promueve una competencia desigual con las importaciones. Este es un plan que ya hemos visto en la Argentina y nunca funcionó», completa Compagnucci. En Las Parejas, otra vez, lo sufren en carne propia.